El 24 de julio es una fecha llena de emoción para Cris Morena. La reconocida productora celebró los quince años de Inti Yankelevich, su nieto y el hijo de Tomás Yankelevich, con un homenaje público en redes sociales que combinó palabras llenas de ternura, deseos de futuro y una selección de imágenes familiares que recorren toda una vida compartida.
La autora del mensaje fue simplemente “Abu Titi”, nombre con el que su entorno más cercano conoce a Cris. Ya desde las primeras líneas, la emotividad impregnó cada palabra: “¡Hoy es el día que cumplís 15 maravillosos años, un momento muy especial!”. Pero el saludo no se detuvo en lo convencional. Fue aliento, consejo y manifiesto: “Es tiempo de soñar en grande, desplegando las alas de tu imaginación que cada vez crecen más… que tus ojos brillen y miren el mundo con esa inmensa curiosidad tan tuya que siempre va por más…”.
La publicación no solo habló; también mostró. En una de las primeras imágenes, el adolescente aparece abrazado a una niña más pequeña en la playa, miradas intensas y gestos puros bajo la brisa y el cielo azul. El álbum de recuerdos de la familia se completó con postales antiguas: el recién nacido en brazos de su papá Tomás, el primer sueño con su mamá y esa “Abu” luminosa, todos reunidos para recibir al nuevo miembro del clan.
Las fotos siguieron revelando capas de una complicidad única. Inti no solo fue mostrado como hijo y nieto, sino como explorador de mundos, gran lector y poeta. Así lo definió su abuela en otra diapositiva, rodeada de instantáneas familiares: navegando, jugando en la pileta, compartiendo risas y viajes. El collage visual incluyó jornadas en barco, almuerzos compartidos, guiños y caricias entre padres, hermanos y abuelos. “Mi gran lector, poeta de mundos, luminosos y potentes”, se leía entre las escenas cotidianas, como un sello de identidad.
El viaje de ambos continuó lejos del país, llevando la celebración hasta tierras niponas. En el corazón de Tokio, la productora y su nieto se fotografiaron juntos, sonrientes, en medio de templos y avenidas bulliciosas. Rubios y frescos, reflejaron esa conexión indisoluble que solo dan la sangre y el tiempo. Otra imagen retrató a Inti degustando un helado bajo el cielo de Japón, expresión de calma y asombro ante todo lo nuevo.
Las palabras de “Abu Titi” volvieron a enhebrar el tributo, esta vez como promesa y deseo para el futuro: “Que tus ojos brillen y miren el mundo con esa inmensa curiosidad tan tuya, que siempre va por más…”. El mensaje culminó con la fuerza de quien sabe amar sin medidas: “¡Que tu luz te llene el alma, FELIZ VIDA mi amor! ¡Feliz cumpleaños INTI, rey, sol! Por siempre te abrazooo. Te amooo”.
En cada foto familiar, en cada paisaje, en cada línea manuscrita para las redes, la vida de Inti se multiplicó en recuerdos y desafíos compartidos. El homenaje de esta abuela no fue solo celebración; fue legado y declaración de confianza. En casa, en el mar o bajo los cielos lejanos, el amor —el verdadero— encontró su forma más pura y permaneció, tejido en un álbum que no deja lugar a dudas: los sueños, los abrazos y los nombres propios son los que sostienen la felicidad.
Así, la dedicatoria de Cris Morena trasciende el simple saludo de cumpleaños y se convierte en una verdadera carta de amor, memoria y futuro para Inti Yankelevich. En cada foto, en cada palabra y en cada abrazo virtual, la productora deja en claro la admiración y el profundo vínculo que los une. La celebración de este aniversario no solo evoca los primeros años de vida de su nieto, sino que también proyecta, con emoción intacta, el deseo de que siga creciendo, soñando y dejando su huella única en el mundo.