El índice de confianza del consumidor en Estados Unidos alcanzó en diciembre su nivel más bajo desde la imposición de aranceles en abril por parte del presidente Donald Trump, reflejando la creciente preocupación de los estadounidenses por los altos precios, la inflación y el impacto de los gravámenes comerciales. El Conference Board informó que su índice de confianza cayó 3,8 puntos hasta 89,1, marcando la quinta disminución mensual consecutiva y acercándose al registro de 85,7 observado en abril. La cifra de noviembre fue revisada al alza a 92,9.
El informe detalló que la evaluación de los consumidores sobre su situación económica actual descendió 9,5 puntos, ubicándose en 116,8, el nivel más bajo desde febrero de 2021. Según la encuesta, la principal inquietud de los encuestados sigue siendo el aumento de los precios y la inflación, junto con los efectos de los aranceles, a pesar de las reiteradas declaraciones de Trump de que la inflación es “un engaño”. Las percepciones sobre el mercado laboral también empeoraron. El 26,7% de los consumidores consideró que los empleos eran “abundantes”, frente al 28,2% de noviembre, mientras que el 20,8% afirmó que los empleos eran “difíciles de conseguir”, un alza respecto al mes anterior.
Un indicador de expectativas a corto plazo sobre ingresos, condiciones empresariales y mercado laboral se mantuvo estable en 70,7, aunque sigue por debajo del umbral de 80, que podría señalar una futura recesión. Este indicador acumula once meses consecutivos por debajo de ese nivel.
El informe del Conference Board también señala que el descenso de la confianza iguala la racha negativa más prolongada desde 2008. El mercado laboral muestra signos de debilidad, con un crecimiento del empleo que se mantiene bajo y una tasa de desempleo que subió al 4,6% en noviembre, el nivel más alto desde 2021, según cifras gubernamentales. En noviembre se crearon 64.000 empleos, pero en octubre se perdieron 105.000 puestos.
Según los economistas citados en el informe, las empresas mantienen una actitud prudente ante la incertidumbre generada tanto por los aranceles como por las altas tasas de interés. Desde marzo, la creación de empleo ha descendido a un promedio de 35.000 puestos mensuales, en comparación con los 71.000 registrados en el año anterior. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sugirió que estas cifras podrían revisarse aún más a la baja.
A pesar del pesimismo generalizado, la proporción de consumidores que ven improbable una recesión en el próximo año aumentó, y las expectativas sobre la situación financiera futura de las familias alcanzaron el nivel más positivo desde enero. No obstante, la percepción sobre la situación financiera actual cayó a terreno negativo por primera vez en casi cuatro años.
La tendencia a la baja en la confianza también se refleja en la reducción de los planes de compra de electrodomésticos, viviendas, automóviles y vacaciones. El índice del Conference Board se orienta principalmente hacia las condiciones del mercado laboral, mientras que un indicador paralelo de la Universidad de Michigan enfoca en las finanzas personales y el costo de vida; ambos muestran trayectorias similares y se mantienen deprimidos.
Por otra parte, datos publicados el martes revelaron que la economía estadounidense creció a un ritmo anual del 4,3% en el tercer trimestre, el más rápido en dos años, impulsado por el gasto de consumidores y empresas. Sin embargo, los economistas anticipan un cuarto trimestre más débil debido al cierre gubernamental y una posible reducción del gasto de los hogares.
(Con información de AP/Bloomberg)