FOTO DE ARCHIVO: Billetes de dólar estadounidense. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración/Archivo

El plan del Gobierno para impulsar al público a sacar los dólares del colchón y darle un impulso a la economía por ahora está lejos de arrancar. Los datos a junio del informe cambiario elaborado por el BCRA arrojaron que la dolarización de carteras por parte del sector privado se mantiene sostenida: en junio llegó a USD 4.051 millones, lo que representa el valor más alto desde octubre de 2019, previo a que el entonces gobierno macrista volviera a reponer el cepo.

Por otra parte, el gasto por viajes y consumos en el exterior volvió a ubicarse en torno a los USD 1.100 millones, cifra similar a la de los últimos cuatro meses.

Un informe de la consultora LCG remarcó que las familias demandaron 134% de las divisas generadas por las exportaciones. “En los últimos tres meses, después de la apertura del cepo para las personas, este ratio fue 205%.

La consultora agregó que “asumiendo que la oferta del agro será menor en el segundo semestre del año (aún con la baja de alícuotas recientemente anunciada por el Presidente), de sostenerse la demanda de dólares para atesoramiento es de esperar mayores tensiones en el mercado de cambios con el dólar”.

El dólar oficial, de hecho, repuntó en las últimas jornadas hasta ubicarse nuevamente por encima de los $ 1.300 en el arranque de la semana. Por eso, este nivel parece mucho más un piso que un techo para los próximos dos o tres meses. Desde la Fundación Capital, que dirige Martín Redrado, plantearon que el dólar podría testear el techo de la banda antes de fin de año con un 50% de probabilidad.

En el comunicado de prensa en el que confirman el visto bueno a la primera revisión del acuerdo, el staff técnico del FMI remarcó que el dólar se mantuvo en la zona de media de la banda como un gran logro. Quedó claro que el organismo no ve con buenos ojos que el tipo de cambio pegue un salto y testee el techo impuesto en conjunto con el equipo económico.

La demanda de dólares por parte del sector privado es creciente. Fue de USD 2.000 millones en abril (aunque abarcó menos de veinte días a partir de la apertura del cepo), luego saltó a USD 3.200 millones en mayo y ya en junio superó los USD 4.000 millones. Claro que es posible que ese salto adicional tenga que ver al menos en parte con el pago del medio aguinaldo. Esos pesos adicionales en parte fueron a dolarización.

El salto del tipo de cambio oficial del último mes, desde $1.200 a $1.300, también parece al menos en parte a esta mayor demanda dolarizadora de las familias.

Por eso, una de las incógnitas a despejar para los próximos dos o tres meses es de dónde saldrá la oferta de dólares para hacer frente a esa demanda que viene en franco crecimiento. Todo indica que aún con la disminución de retenciones la oferta del agro será insuficiente. Tampoco parece haber por delante demasiado ingreso de divisas a través de la cuenta capital, más allá de algunas colocaciones de deuda por parte del sector privado en el mercado internacional.

La historia de al menos las últimas décadas en Argentina revela que en la previa electoral siempre hay mayor dolarización de cartera y no parece que esta vez vaya a ser la excepción.

En este caso pesan dos factores. Por un lado, la búsqueda de cobertura ante un proceso que es clave para el futuro del Gobierno. Tanto las elecciones en la provincia de Buenos Aires del 7 de septiembre como las elecciones legislativas de fines de octubre cobran gran relevancia en ese sentido.

Pero al mismo tiempo también existe la percepción que el dólar sigue relativamente barato aún a pesar del ajuste de las últimas semanas y que el tipo de cambio real subió más de 17% en los últimos 45 días.

El Gobierno viene llevando adelante varias estrategias simultáneas para suavizar la suba del dólar. Por un lado, impulsó una importante suba de tasas para atraer ahorristas al peso y al mismo tiempo vendió grandes cantidades de futuros de dólar, incluso con precios para fin de julio por debajo de los valores actuales. Pero por el momento nada de eso parece haber sido suficiente para tranquilizar de todo al mercado.

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