(Imagen Ilustrativa Infobae)

Lo primero que tiene que quedar claro de todo esto es que el hecho de que una agencia de inteligencia estatal publique un documento desclasificado no quiere decir que la información contenida sea real, y tampoco que la estén verificando. De vez en cuando, la CIA sorprende publicando algún informe un tanto peculiar: “Visión Remota: ¿Potencial de la parapsicología para la recopilación de inteligencia?“, por ejemplo. O su análisis de la “Gateway Experience”, una especie de entrenamiento diseñado para concentrar la salida de ondas cerebrales con el fin de alterar la conciencia y escapar de las limitaciones del tiempo y el espacio (que concluyó con un “plausible en cuanto a sus objetivos esenciales”). Lo mismo tiene que ver con la época, de finales del siglo XX, y lo extendido que estaba entonces el consumo de LSD y demás. O a saber.

Uno de estos documentos fue liberado al público en el año 2000. Según puede leerse en el propio informe, que en realidad es el resumen de un artículo publicado, el 27 de marzo del 1993, en el medio ucraniano Holos Ukrayiny con el título “Cosmic Revenge” (Venganza Cósmica): “Después de que Mikhail Gorbachov disolviese, en el 1991, la administración altamente secreta de la KGB, mucho material de ese departamento encontró su camino al extranjero, en particular a la CIA. Tal y como informó el medio autorizado Candian Weekly World News, la Inteligencia estadounidense obtuvo un documento de 250 páginas sobre el ataque de un OVNI contra una unidad militar en Siberia”.

En otras palabras: el Holos Ukrayiny compartió la información citando como fuente al “medio autorizado Canadian Weekly World News”; que a su vez citaba como origen de información a la CIA; que, a su vez, supuestamente, obtuvo la información de un documento de la KGB después del colapso de la URSS. Aquí hay que fiarse y poco más, a falta de acceso al informe de 250 páginas (o alguna prueba de que exista), porque lo publicado en el portal web de la CIA no es más que un resumen del artículo ucraniano. Dicho esto:

El documento publicado en el portal web de la CIA (cia.gov)

‘Periódico informa sobre supuestas evidencias de percance con OVNI’

El documento en cuestión hace referencia a un —supuesto— encuentro en Siberia entre tropas soviéticas y unos visitantes del espacio exterior, alienígenas, a bordo de un objeto volador no identificado (OVNI). La publicación de este documento, desclasificado en el año 2000, no quiere decir que la agencia de inteligencia estadounidense confirme la veracidad de la información. Y normal, porque es un caso increíble —en la acepción más literal de la palabra— y, sobre todo (de ser verdad), terrorífico a más no poder.

La historia se basa —otra vez, supuestamente— en los testimonios de los únicos dos soldados que sobrevivieron el encuentro. Un representante de la agencia comentó, de acuerdo con lo que puede leerse en el propio documento, que “si el material de la KGB se corresponde con la realidad, este es un caso extremadamente amenazante. Los alienígenas poseen tales armas y tecnología que van más allá de todas nuestras suposiciones. Pueden defenderse en caso de ser atacados”.

La ‘Venganza Cósmica’

Siberia, fecha desconocida. Un OVNI “con forma de disco” sobrevuela “a una altura bastante baja” una unidad militar soviética “que se encontraba realizando ejercicios rutinarios de entrenamiento”. Un soldado lanza un misil tierra-aire contra el objeto volador (mala idea), que cae al ser impactado por el proyectil. De entre los restos, surgen cinco tripulantes alienígenas —descritos como “humanoides de baja estatura con ‘grandes cabezas y grandes ojos negros’”— que, una vez en el exterior, se fusionan en una sola entidad que adquiere “una forma esférica” y empieza a vibrar y emitir un sonido sibilante antes de tornarse de un “blanco luminoso”. A los pocos segundos, la esfera comienza a crecer en tamaño hasta explotar, emitiendo una luz blanca extremadamente luminosa.

En ese instante, 23 de los 25 soldados que se encuentran observando el fenómeno son convertidos en pilares de piedra. Los dos supervivientes, según el documento, estaban resguardados de la luz, mucho menos expuestos al estallido. Los especialistas —de acuerdo con el informe— asumen que “una fuente de energía desconocida aún para los terrícolas” cambió instantáneamente la estructura de los organismos de los soldados, transformándolos en “una sustancia cuya composición molecular no difiere de la de la piedra caliza“.

El documento de la CIA, publicado en el portal web oficial de la agencia, asegura que “el archivo no solo contiene muchas fotografías documentales y dibujos, sino también testimonios de los participantes reales del evento”. También incluye una reacción al caso por parte de un representante de la agencia de inteligencia estadounidense: “Una imagen terrible de venganza por parte de criaturas extraterrestres, una imagen que hiela la sangre”. Detalla también como, según el informe de la KGB, “los restos del OVNI y de los ‘soldados petrificados’ fueron transferidos a las instalaciones de una institución científica secreta cerca de Moscú”.

La veracidad de la información

Aunque de ser verdad sería tan emocionante como terrorífico, lo cierto es que lo único desclasificado al respecto es ese breve informe descriptivo de la CIA que, en realidad, no es información original obtenida por sus especialistas, sino una republicación de un periódico ucraniano del año 93 que aseguraba la existencia de tal documento. Lo cierto es que, en caso de que realmente existiese un informe de 250 páginas con fotografías, dibujos, y testimonios, lo mejor sería no aguantar la respiración esperando a que se publique.

El exagente de la CIA Mike Baker dijo al medio estadounidense Fox News que “incluso si hubiese habido un incidente, independientemente de su naturaleza, sospecho que el informe real no se parece mucho a lo que ha resultado de las cinco o seis veces que se ha reversionado el escrito original”. En cuanto al supuesto encuentro: “Estoy seguro de que hay algo ahí fuera. Pero no creo que aterrizasen hace décadas, convirtiesen a soldados soviéticos en caliza, y que nos estemos enterando ahora. Simplemente, no creo que sea el caso”.