Fotografía de archivo de una estatua de bronce del ángel Gabriel tocando una trompeta sobre la catedral de San Juan el Divino en el vecindario Morningside Heights en Manhattan, Nueva York (AP Foto/Ted Shaffrey, Archivo)

La Casa Blanca cuestionó el martes el compromiso humanitario de la influyente Iglesia Episcopal después de que ésta se negara a cumplir con una directiva federal para ayudar a reasentar a los afrikáneres blancos a los que la administración Trump les otorgó el estatus de refugiados.

Trump hizo campaña con una plataforma antiinmigrante y esencialmente detuvo la llegada de refugiados a Estados Unidos después de asumir el cargo, pero hizo una excepción con los afrikáneres blancos a pesar de la insistencia de Sudáfrica en que no enfrentan persecución en su tierra natal.

El lunes, alrededor de 50 sudafricanos blancos llegaron para reasentarse en Estados Unidos, después de que Trump les otorgara el estatus de refugiados como víctimas de lo que llamó un “genocidio”.

Esa afirmación, repetida con frecuencia por el aliado de Trump nacido en Pretoria, el multimillonario Elon Musk, ha sido ampliamente rechazada, incluso por el gobierno sudafricano.

El lunes, la Iglesia Episcopal dijo que pondría fin a su programa de reasentamiento de refugiados con el gobierno de Estados Unidos en lugar de cumplir con las órdenes de ayudar a reasentar a los sudafricanos blancos.

Sudafricanos blancos se manifiestan a favor del presidente estadounidense Donald Trump frente a la embajada estadounidense en Pretoria, Sudáfrica, el 15 de febrero del 2025 (AP foto/Jerome Delay)

En una declaración, la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Anna Kelly, criticó la decisión por plantear “serias dudas sobre el supuesto compromiso (de la Iglesia) con la ayuda humanitaria”.

Afirmó que los afrikáneres blancos -que son principalmente descendientes de los colonizadores europeos y cuyo grupo étnico dominó la política sudafricana hasta que se abolió el apartheid en 1994- habían “enfrentado horrores indescriptibles”.

El lunes, la iglesia había dicho que finalizaría sus acuerdos de subvención para el reasentamiento de refugiados, que ascienden a más de 50 millones de dólares anuales, con el gobierno federal de Estados Unidos en lugar de cumplir con las órdenes de Trump.

En una declaración, el obispo presidente de la iglesia fue mordaz en sus críticas a la decisión de la administración de otorgarle a los sudafricanos blancos el estatus de refugiados.

“Ha sido doloroso ver cómo un grupo de refugiados, seleccionados de forma sumamente inusual, recibe un trato preferencial sobre muchos otros que llevan años esperando en campos de refugiados o en condiciones peligrosas”, afirmó Sean W. Rowe.

Según las pautas de elegibilidad publicadas por la embajada de Estados Unidos, los solicitantes de reasentamiento en Estados Unidos deben ser de etnia afrikaner o pertenecer a una minoría racial en Sudáfrica.

La Iglesia Episcopal dijo que no podía cumplir con la orden de Trump “a la luz del firme compromiso de nuestra iglesia con la justicia racial y la reconciliación”.

Dijo que sus programas con el gobierno federal de Estados Unidos finalizarían a finales del año fiscal, pero que su trabajo en el reasentamiento de refugiados continuaría, incluido el apoyo a los refugiados recientemente llegados de todo el mundo.

(Con información de AFP)