La afirmación del explorador y antropólogo Luke Caverns durante su participación en el podcast The Joe Rogan Experience—“Estamos a las puertas de un nuevo Salvaje Oeste en la arqueología”— condensó el tono desafiante de una charla que expuso con claridad las fricciones entre el mundo académico y los nuevos actores del discurso histórico.
En lugar de limitarse a repetir la narrativa establecida, Caverns y otros divulgadores como Graham Hancock y Jimmy Corsetti apelan a herramientas tecnológicas, redes sociales y experiencias personales para abrir el debate sobre el origen y desarrollo de las civilizaciones antiguas.
Orígenes personales y el impulso por la exploración
Según relató Luke Caverns, su interés por la historia se remonta a una tradición familiar vinculada a la minería y la búsqueda de tesoros en Texas y Nuevo México desde finales del siglo XIX.
“Crecí oyendo historias sobre oro español perdido y civilizaciones antiguas”, explicó el divulgador, quien luego optó por estudiar antropología cultural y centrarse en las civilizaciones desaparecidas de América y otras regiones del mundo.
Conflictos con la academia y el ascenso de voces alternativas
La entrevista abordó el creciente impacto de los divulgadores independientes en la arqueología, un fenómeno que desplazó parcialmente a la academia tradicional en términos de influencia pública.
Joe Rogan señaló que estos divulgadores captan audiencias masivas: “La academia ha enseñado una narrativa durante décadas y no quiere que nadie más la cuestione”, afirmó. Caverns agregó que existe una “batalla por el derecho a hablar sobre estos temas”, ya que muchos académicos desacreditan a quienes investigan sin un doctorado o afiliación institucional.
De acuerdo con Caverns, cualquiera puede documentar hallazgos y compartirlos globalmente, aunque las restricciones legales sigan vigentes. Esta democratización generó tensiones, como las acusaciones que enfrentaron Hancock y Corsetti, tildados incluso de racistas por sus hipótesis sobre civilizaciones perdidas. Caverns criticó la carta enviada a Netflix que intentó cancelar la serie Ancient Apocalypse, protagonizada por Hancock.
Nuevos hallazgos: LiDAR, Fawcett y monumentos olmecas
Entre los temas clave abordados en el programa estuvo la utilización de la tecnología LiDAR (detección y alcance por luz), que reveló estructuras monumentales ocultas en la Amazonía. Caverns señaló el descubrimiento de plataformas elevadas, pirámides escalonadas y carreteras milenarias, y aseguró haber utilizado estas herramientas para mapear sitios no registrados en Estados Unidos y América Latina.
El divulgador también mencionó al explorador británico Percy Fawcett, desaparecido en 1925 en busca de una ciudad perdida en el Mato Grosso, Brasil. Fawcett describía aldeas indígenas organizadas y complejas, lo que, según Caverns, refuerza la necesidad de revisar los prejuicios eurocéntricos sobre las culturas amazónicas.
Otro ejemplo controversial fue el de los monumentos olmecas en México, en particular una escultura conocida como “El Negro”, que, como explica Caverns, presenta rasgos africanos inusuales dentro del conjunto. Aunque Rogan apuntó que podrían ser variaciones típicas de la misma población, ambos coincidieron en la singularidad de algunas figuras.
Además, se discutió el misterio de los geoglifos como las líneas de Nazca en Perú y las líneas de Blythe en California. Caverns explicó que estas estructuras reflejan planificación matemática y una cosmovisión compleja, posiblemente relacionada con la astronomía y los rituales religiosos.
Tecnología y redes: los motores del cambio arqueológico
Caverns anticipó que el siglo XXI será testigo del mapeo exhaustivo de regiones como el Amazonas y el Sahara, gracias al avance de herramientas como el LiDAR, los escáneres subterráneos y las plataformas digitales. “Todos van a escanear todo; al final de este siglo, el Amazonas y el Sahara estarán completamente mapeados”, proyectó el divulgador.
Destacó haber identificado cientos de sitios de montículos en Florida y el sureste de Estados Unidos, y enfatizó el rol clave de plataformas como YouTube y X para amplificar descubrimientos fuera del circuito académico. Rogan agregó que internet igualó el acceso a la información, permitiendo que ideas fascinantes trasciendan los límites de la universidad.
Reacciones y experiencias personales en la divulgación
Durante la entrevista, Caverns compartió anécdotas que ilustran tanto el alcance como los obstáculos de su trabajo. Relató que al difundir teorías sobre los olmecas fue acusado de “pseudoarqueología” por algunos colegas. No obstante, también subrayó el apoyo que recibe de una audiencia interesada en los misterios históricos.
Uno de los ejemplos más contundentes fue el caso de Jimmy Corsetti, creador del canal Bright Insight, quien logró que el gobierno turco retirara árboles plantados sobre el sitio arqueológico de Göbekli Tepe, tras una intensa campaña en redes. Para Caverns, este hecho prueba el poder real de la divulgación independiente para influir en decisiones institucionales.
Perspectivas futuras: colaboración y apertura
En el cierre de la entrevista, Luke Caverns reflexionó sobre el futuro de la arqueología, que se dirige hacia un panorama más democrático y plural. Aunque reconoció los desafíos éticos y legales que implica esta transformación, insistió en la necesidad de humildad, rigor y apertura tanto entre académicos como entre divulgadores.
Recordó ejemplos históricos como la destrucción de la Biblioteca de Alejandría o los códices mayas para advertir sobre el peligro de perder conocimiento valioso por exceso de control.
“La clave está en mantener la honestidad y la pasión por el conocimiento”, concluyó Caverns, de acuerdo con The Joe Rogan Experience, enfatizando que solo con colaboración entre científicos, divulgadores y el público general será posible reconstruir una historia más rica e inclusiva.