La Expectativa Neta de Empleo (ENE) para el cuarto trimestre se mantiene en +5%, sin variaciones respecto al trimestre anterior y con un leve incremento de un punto porcentual en comparación con el mismo periodo del año pasado. Hay cautela entre los empleadores argentinos en un contexto de alta inestabilidad política y financiera, sumado a la baja actividad económica. La incertidumbre electoral de cara a octubre también juega un rol relevante.
Las perspectivas a nivel local contrastan con el panorama más optimista de otros países, donde las proyecciones de contratación laboral resultan considerablemente más robustas.
La ENE, indicador elaborado por ManpowerGroup, se calcula restando el porcentaje de empleadores que prevé reducir su plantilla del porcentaje que planea incrementarla en el próximo trimestre. En el caso argentino, el 27% de los empleadores encuestados manifestó su intención de aumentar el personal, mientras que un 24% anticipó recortes. El 45% no prevé cambios en su dotación y el 4% restante no pudo precisar sus planes para el periodo analizado.
Luis Guastini, director general y presidente de ManpowerGroup Argentina y Director de Talent Solutions para Latinoamérica, analizó el contexto y señaló: “A pesar de que el contexto económico muestra ciertos signos de estabilidad y proyección, la recuperación en las expectativas de contratación sigue siendo un desafío en Argentina”.
Guastini también subrayó que, aunque existen señales de dinamismo en sectores como Tecnología de la Información y Finanzas & Real Estate, el país continúa exhibiendo “las intenciones de contratación más débiles del mundo”.
Sectores económicos con mejores y peores perspectivas
Al examinar el comportamiento por sectores económicos, seis de las nueve actividades relevadas anticipan un aumento en sus nóminas para el último trimestre del año. El sector de Tecnología de la Información encabeza las proyecciones con una ENE de +18%, seguido por Finanzas y Real Estate, que alcanza +13%.
En el extremo opuesto, Servicios de Comunicación reporta la expectativa más baja, con una ENE de -17%. Respecto al trimestre anterior, las expectativas mejoraron en seis de los nueve sectores, destacándose Tecnología de la Información con un salto de 19 puntos porcentuales y Bienes y Servicios de Consumo con un avance de 12 puntos.
En la comparación interanual, cuatro sectores muestran una mejora, siendo Bienes y Servicios de Consumo el que registra el mayor incremento, con 14 puntos porcentuales.
Panorama regional y comparación internacional
En el análisis regional, todas las zonas del país relevadas prevén aumentos en sus plantillas durante el cuarto trimestre de 2025. La región de Cuyo lidera con una ENE de +18%, seguida por la Patagonia con +11%. El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) presenta la expectativa más baja, con una ENE de +3%.
Frente al trimestre anterior, tres de las seis regiones muestran una mejora, con Cuyo a la cabeza tras un incremento de 18 puntos porcentuales, mientras que la Patagonia experimenta una caída de 20 puntos. En la comparación interanual, cuatro regiones evidencian avances, destacando nuevamente Cuyo con un alza de 18 puntos, en tanto que el AMBA sufre la mayor disminución, con 4 puntos porcentuales menos.
En el contexto internacional, los doce países americanos incluidos en el relevamiento esperan aumentos en sus expectativas de contratación para el cuarto trimestre de 2025. Brasil lidera la región con una ENE de +36%, seguido por Costa Rica (+35%), Guatemala (+28%) y Estados Unidos (+28%). Argentina, con su ENE de +5%, se ubica en el último lugar de la región, por debajo de Chile (+21%), Colombia y Puerto Rico (ambos con +16%).
La tendencia global muestra que, en los 42 países y territorios encuestados, los empleadores prevén sumar personal en el próximo trimestre, lo que marca un escenario de crecimiento en el mercado laboral internacional.
Los principales generadores de empleo
De acuerdo al IERAL, la desaceleración de la actividad económica y las altas tasas de interés generaron efectos negativos en los sectores que concentran la mayor parte del empleo, como la industria, la construcción y el comercio, que en conjunto representan cerca del 40% de los puestos de trabajo.
Estos sectores, que no habían logrado recuperar plenamente los niveles previos al cambio de gobierno, enfrentan ahora un freno que interrumpe la lenta recuperación y profundiza su fragilidad.
Así, por los altos costos financieros y la imposibilidad de traslado a precios debido al bajo consumo, muchas empresas terminan recortando su plantilla.
“Algunas trasladan trabajadores a la informalidad, otras no renuevan contratos, y así buscan reducir sus costos laborales para poder sostenerse. Este proceso no solo erosiona el empleo formal en los sectores que más puestos generan, sino que profundiza un problema estructural preexistente: actividades donde la informalidad es la norma más que la excepción”, indica el informe.