En el punto más álgido del conflicto entre Irán e Israel, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, publicó un mensaje con referencias simbólicas al inicio de una batalla, elevando el tono de las amenazas y despejando cualquier posibilidad inmediata de diálogo.
“En el nombre de Haidar (que la paz sea con él), comienza la batalla. Alí regresa a Khaybar (que la paz sea con él) con su Zulfiqar”, escribió Khamenei en su cuenta oficial de X, acompañado por una imagen de un guerrero empuñando una espada ante una puerta fortificada, bajo un cielo en llamas.
La publicación, compartida por medios estatales y cuentas oficiales del régimen, hace referencia a Alí ibn Abi Tálib, figura central del islam chiita y símbolo de resistencia para el régimen iraní. La alusión a la ciudad de Khaybar —una antigua localidad judía conquistada en el siglo VII— fue interpretada por analistas internacionales como una invocación religiosa que legitima el enfrentamiento militar contra Israel. En un segundo mensaje, Khamenei añadió: “Debemos dar una fuerte respuesta al régimen sionista terrorista. No les vamos a mostrar piedad”.
Las declaraciones se produjeron en paralelo a una nueva serie de ataques balísticos entre ambos países. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), dos oleadas de misiles impactaron en su territorio el mismo día. Horas después, Israel lanzó una ofensiva aérea sobre Teherán. La aviación israelí publicó un mensaje en farsi dirigido a la población civil, especialmente en el Distrito 18 de la capital iraní: “Estimados ciudadanos, por su seguridad y salud, les pedimos que se retiren de inmediato. Su presencia en esta zona pone en riesgo su vida”.
El Ministerio de Salud de Irán no ha publicado cifras oficiales, pero la organización Human Rights Activists, con sede en Washington, reportó al menos 585 muertos y 1.326 heridos en Irán tras los bombardeos. De los fallecidos, 239 fueron identificados como civiles y 126 como personal de seguridad. En otras zonas del país también se escucharon explosiones y se registraron daños en infraestructura militar y residencial.
El conflicto ha adquirido una dimensión internacional. El líder republicano reaccionó desde su red Truth Social, afirmando: “Sabemos dónde está Khamenei. Es un blanco fácil, pero no lo eliminaremos, por ahora”. Además, aseguró que EEUU “tiene control total de los cielos de Irán” y cuestionó la eficacia de las defensas antiaéreas del país persa, al afirmar que “no pueden compararse con la tecnología estadounidense”.
En respuesta a esas afirmaciones, Khamenei lanzó otra advertencia. Dijo que si Estados Unidos se involucra directamente en el conflicto, Irán responderá atacando bases militares estadounidenses en Baréin, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. “Tenemos localizadas todas sus posiciones y actuaremos en consecuencia si cruzan la línea roja”, afirmó, según reportes de medios iraníes.
Fuentes cercanas al régimen en Teherán informaron que unidades de misiles de medio alcance y sistemas móviles de lanzamiento han sido activados y se encuentran en estado de alerta. El Pentágono, por su parte, no ha confirmado oficialmente nuevas medidas, pero la prensa estadounidense reportó que Trump convocó a su equipo de seguridad nacional para evaluar posibles respuestas militares, incluyendo ataques preventivos a instalaciones estratégicas en Irán.
El mensaje de Khamenei marca un punto de inflexión en la escalada bélica. Aunque ni Israel ni Irán han anunciado una declaración formal de guerra, el intercambio de fuego, las amenazas públicas y las operaciones encubiertas indican una confrontación directa en desarrollo, con riesgo de extenderse más allá de sus fronteras. Hasta el momento, no hay indicios de un alto el fuego ni canales diplomáticos abiertos.
(Con información de AFP y EFE)