La política boliviana Ruth Nina fue enviada a prisión este sábado en el marco de una investigación que la acusa por los delitos de instigación pública a delinquir y obstaculización de procesos electorales. La aliada del ex presidente Evo Morales (2006-2019) pasará al menos 90 días en la cárcel de San Sebastián, en el departamento de Cochabamba, con detención preventiva por sus declaraciones sobre “contar muertos” en lugar de votos en las elecciones generales previstas para el 17 de agosto próximo.
En un mitin en la región cocalera del país, la dirigente amenazó al Tribunal Supremo Electoral con impedir el desarrollo de la votación si no se incluía a Morales en la papeleta: “Hemos decidido que el 17 de agosto (día de las elecciones) preferimos dar nuestras vidas antes de permitir que vengan a obligarnos a elegir a sus candidatos de la derecha. Y ese día, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el Gobierno, en vez de contar votos van a contar muertos”.
A raíz de estas declaraciones, que el TSE calificó como “muy graves”, se abrieron al menos tres procesos penales contra la política. Los delitos por los cuales la imputan son instigación pública a delinquir, amenazas y obstaculización del proceso electoral, que la defensa de Nina considera que se basan en una interpretación arbitraria de sus palabras.
En el desarrollo de la audiencia judicial, la acusada manifestó que sus dichos se dieron en el marco de un evento interno y se disculpó por sus palabras. “Quiero pedir una disculpa porque nunca sido (mi intención) amenazar o amedrentar (…) no soy una delincuente, no tengo antecedentes y me comprometo a someterme a cualquier investigación”, señaló.
Nina es una abogada paceña que se desempeñó como comerciante y dirigente transportista. Es miembro del extinto Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan Bol) y durante años fue una férrea opositora de Morales a quien llamó “dictador” y le exigió su renuncia en medio de protestas sociales en los últimos días de su Gobierno.
Sin embargo, ambos políticos formaron una alianza este año luego de que Morales perdiera el control legal del Movimiento Al Socialismo (MAS) y se disolviera una acuerdo con otro frente político. Desde entonces, Nina volvió a la palestra pública defendiendo vehementemente a su nuevo aliado y amenazando con impedir la votación ante su inhabilitación.
A pesar de la insistencia de la dirigente, tanto Pan Bol como el ex presidente no están habilitados para participar la votación. Morales fue excluido para disputar los comicios por un recurso judicial que limita el ejercicio de la Presidencia a dos mandatos y él ya ocupó el cargo en tres periodos. Adicionalmente, Pan Bol perdió la personería jurídica en mayo en cumplimiento de un principio legal que fue aplicado de manera tardía.
Tras el encarcelamiento de su nueva aliada, el ex presidente calificó como “injusta” su detención y afirmó que “el pueblo no puede aceptar que se castigue con cárcel a quienes piensan distinto”. En tanto para el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, su caso sienta “un precedente” y constituye una lección para el Morales de cómo se debe proceder ante las citaciones judiciales.
Al entrar a la cárcel Nina exclamó desafiante ante los medios: “Podrán encarcelarnos, podrán quitarnos la libertad, pero nunca van a quebrantar nuestro espíritu revolucionario y quiero decirles a mis hermanos: ¡kawsachun coca, huañuchun yanquis (viva la coca, mueran los yanquis), carajo!”.