FOTO DE ARCHIVO: Una representación de criptomonedas en esta ilustración tomada el 24 de enero de 2022 (REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración)

La adopción mundial de criptomonedas alcanzó niveles récord en la primera mitad de 2025, con un volumen de transacciones que superó los cuatro billones de dólares impulsado por el auge de las stablecoins. India, Estados Unidos, Pakistán, Filipinas y Brasil encabezan el ranking global, según el 2025 Crypto Adoption and Stablecoin Usage Report de TRM Labs. El informe, que analiza datos de transacciones en cadena y flujos de tráfico web en más de 120 países, confirma que la expansión del ecosistema cripto ya no depende de modas especulativas, sino de una combinación de regulación, infraestructura y necesidad económica.

En términos absolutos, Estados Unidos consolida su posición como el mayor mercado del planeta: entre enero y julio de 2025, el volumen de transacciones superó el billón de dólares, un aumento del 50% frente al mismo periodo del año anterior. India mantiene el liderazgo global por tercer año consecutivo, con una clase media joven, tecnófila y cada vez más integrada en la economía digital. Ambos países simbolizan polos distintos de un mismo fenómeno: la maduración de un sistema financiero paralelo que avanza por vías tanto institucionales como populares.

La adopción cripto en 2025 está moldeada por dos fuerzas poderosas: claridad regulatoria e innovación impulsada por los usuarios”, explica Ari Redbord, director de política global de TRM Labs. “Estamos viendo no solo que la participación institucional se acelera en mercados regulados como Estados Unidos, sino también que la adopción de base prospera en regiones con volatilidad económica. El auge de las stablecoins está en el centro de ambas historias”.

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El crecimiento estadounidense responde a factores estructurales. Desde finales de 2024, el Gobierno de Trump convirtió la agenda cripto en una prioridad política. El Congreso aprobó el GENIUS Act, primera ley federal sobre stablecoins, y se debate el CLARITY Act, que busca definir la estructura completa del mercado de activos digitales. El nombramiento de un “crypto tsar” y la creación de una unidad específica en la SEC dotaron al sector de estabilidad jurídica.

Estados Unidos se ha consolidado firmemente como el mayor mercado cripto del mundo, impulsado por señales regulatorias claras, flujos institucionales y atención política renovada”, resume Redbord. “Lo notable es que este crecimiento es sostenido y estructural, reflejo de un ecosistema maduro más que de picos especulativos”. Según MarketWatch, los fondos cotizados de bitcoin lanzados en enero acumularon más de 15.000 millones de dólares en entradas netas durante el primer semestre.

Asia, África y América Latina

Estudiantes asisten a una clase nocturna de trading de acciones y criptomonedas en la academia Thoughts Magic Trading en Nagpur, India, el 13 de febrero de 2025 (REUTERS/Jaspreet Kalra)

Asia del Sur emerge como el motor más dinámico del planeta. Pakistán asciende al tercer puesto y Bangladés se instala en el 14º lugar, pese a que el uso de criptoactivos sigue prohibido oficialmente. La falta de acceso a divisas y las restricciones al ahorro en moneda extranjera explican en buena medida ese auge subterráneo. En Pakistán, el Gobierno creó en marzo el Pakistan Crypto Council y prepara un regulador propio, señales que anticipan un viraje institucional. TRM calcula que la región movió alrededor de 300.000 millones de dólares en transacciones en los siete primeros meses del año, un aumento del 80% interanual.

El fenómeno se repite, aunque por motivos distintos, en el norte de África. Egipto, Marruecos y Argelia se sitúan entre los 50 primeros países en adopción pese a sus prohibiciones por parte de las autoridades. Analistas del Fondo Monetario Internacional y del Financial Stability Board confirman que los vetos generan un efecto inverso: desplazan la actividad hacia redes peer-to-peer y mercados extrabursátiles imposibles de controlar. En esas economías, los criptoactivos funcionan como refugio ante la devaluación de las monedas locales y las trabas al acceso bancario.

América Latina mantiene un papel intermedio en el mapa cripto. Brasil conserva su puesto 5º global, Argentina se ubica en el 18º y México en el 19º, mientras Colombia ocupa el 22º. La región combina economías inflacionarias, alta penetración móvil y sistemas bancarios restringidos, lo que convierte a las criptomonedas en una válvula de escape y, en algunos casos, en un canal de remesas más barato. Según Chainalysis, América Latina recibió más de 250.000 millones de dólares en pagos digitales transfronterizos durante 2024, una cifra que podría superar los 300.000 millones este año.

Las stablecoins: el eje invisible del nuevo sistema financiero digital

FOTO DE ARCHIVO: Billetes de dólar estadounidense y euro en esta foto ilustrativa del 22 de junio de 2017 (REUTERS/Thomas White/Ilustración/Foto de archivo)

El otro gran protagonista del informe son las stablecoins, una categoría de activos digitales diseñados para mantener un valor estable al estar vinculadas a un activo de referencia. La mayoría están respaldadas por monedas fiduciarias —principalmente el dólar estadounidense y el euro—, pero también existen variantes ancladas a materias primas como el oro o el petróleo, lo que amplía su función más allá de las divisas. Esta arquitectura les permite combinar la estabilidad del dinero tradicional con la eficiencia de la tecnología blockchain, y explica por qué se han convertido en el puente más sólido entre las finanzas convencionales y el nuevo ecosistema cripto.

Regulaciones recientes han impulsado su legitimidad. Además del GENIUS Act en Estados Unidos, Hong Kong aprobó su Stablecoin Bill y la Unión Europea implementó el reglamento MiCA, que fija las normas de emisión y supervisión para toda la eurozona. Para analistas de Chainalysis y Bloomberg Intelligence, este marco representa el paso decisivo hacia una integración total de los activos digitales en el sistema financiero tradicional.

El estudio de TRM Labs detecta un cambio en la naturaleza de las operaciones ilícitas. Aunque el 99% del volumen de stablecoins es legítimo, las transacciones relacionadas con sanciones internacionales se redujeron un 60% en un año, lo que sugiere un desplazamiento hacia otros activos digitales menos vigilados. El endurecimiento de la supervisión y la trazabilidad de los tokens respaldados por reservas ha limitado su uso para evasión o lavado. Sin embargo, el informe alerta de un repunte de la extorsión y el fraude de inversión, especialmente en redes abiertas como TRON y Ethereum.

El cambio metodológico del índice —que excluye buena parte de las operaciones de DeFi (finanzas descentralizadas sin intermediarios) y se centra en flujos vinculados a servicios organizados y regulados— refuerza una idea de fondo: el ecosistema cripto está dejando atrás su etapa experimental. Bancos, fondos y gobiernos participan ya en el mismo terreno donde antes operaban entusiastas y desarrolladores anónimos.

La fotografía que ofrece TRM Labs es la de dos ecosistemas cripto que crecen en paralelo: uno institucional, regulado y cada vez más integrado a las finanzas tradicionales; otro subterráneo, popular y resiliente a las prohibiciones. Con más de 5 billones de dólares en movimiento durante el primer semestre, las criptomonedas dejaron de ser una apuesta especulativa para convertirse en infraestructura financiera real. El desafío para los gobiernos es aprender a regularla sin asfixiarla.