Elba Marcovecchio, abogada de Mauro Icardi, brindó precisiones sobre la situación legal y familiar del delantero del Galatasaray durante una entrevista en el programa DDM (América TV). Sus declaraciones llegaron luego de que trascendiera que el futbolista planeaba visitar la Argentina en octubre para ver a sus hijas y dar una entrevista con su versión sobre el conflicto con Wanda Nara.
Sobre la posibilidad de una visita para encontrarse con sus hijas, la abogada fue terminante: “A mí me encantaría que contara su versión de los hechos, para lo cual el juez debería levantar la cautelar, porque, bueno, porque debería ser así. Pero lamentablemente no es así. Es una versión que no estuvo nunca en análisis”. Y siguió: “Mauro tendría tres, cuatro días libres, entre las fechas del calendario de los partidos. El viaje de Turquía acá, sin contar migraciones y sin contar todas esas demoras y todas esas cosas, son de dieciséis horas de ida, dieciséis horas de vuelta, aproximadamente”.
A pesar de las horas de viaje, Marcovecchio aseguró que el delantero no tendría problemas de hacer el viaje para ver a las pequeñas: “Le lleva un día y medio. De todas maneras, válidamente me podrías decir: ‘Uy, Mauro vendría para ver a sus hijas dos, dos días’. Mauro es capaz de venirse a pie para ver a sus hijas, eso seguro que sí. El punto es que está pedido una restitución internacional. En la restitución internacional hay otras alternativas que se pueden barajar y que son más acordes al expediente”.
Consultada por Fabbiani acerca de la eventualidad de encuentros entre padre e hijas fuera del país, la letrada expresó: “Eso se va a plantear en el expediente de la restitución. Todavía no está barajado. Ahí sí tengo restricción para estar hablando, lo cual sucede en todos los expedientes de la restitución internacional”.
En relación con el régimen de comunicación de las hijas, la viuda de Jorge Lanata, sin bien no pudo dar muchos detalles, deslizó que las niñas no tendrían contacto con el papá: “Deberían. Es uno de los requisitos en un expediente de restitución internacional. A ver, lleva su tiempo, obviamente, porque los tiempos procesales no son los tiempos humanos, el juez local, el juez que tramita la restitución, debe estar garantizando el juez que el otro progenitor tenga el contacto fluido y todo. ¿Por qué? Porque lo más importante es el vínculo. Lo más importante es el vínculo paterno-materno final”.
La abogada detalló las dificultades que surgieron en el marco de la restitución y remarcó: “No tengo tanta limitación, volvamos, hagamos un poquito de historia. En este breve, en este breve expediente, cronológicamente breve, porque tiene, no llega al año, pero convengamos que cada vez que el juez resolvió que las nenas tuvieran que estar con Mauro, hubo trabas, impedimentos, diez horas, once horas con operativos policiales, la cantidad de veces que estuvo frustrado”.
El análisis se extendió a la dimensión emocional y la importancia del resguardo infantil en general: “Yo siempre hablo en plural porque pienso que también es una obligación de todos los que trabajamos en los expedientes de familia. Es una obligación que tenemos de cuidar a los chicos emocionalmente y en sus vínculos. Materno-paterno. Paterno-paterno, materno-materno, como sea. Ya saben que en eso debemos estar deconstruidos y todos los juzgados de familia en general así lo están. Porque a los chicos les quedan marcas. Les quedan marcas que son imborrables”.
Durante el tramo final, la abogada abordó la situación judicial respecto al actual círculo de la madre y su impacto en el expediente, en especial tras las preguntas de Fabbiani y del panel: “Se ha puesto el foco desde el otro lado en el entorno, la pareja. Yo digo entorno para decir, para hacer paralelismo, hay todo un foco, capítulos y capítulos y capítulos en el expediente. Hay hasta resoluciones que salieron en relación a la familia, a la pareja de Mauro, siendo una pareja estable que no se replicó del otro lado. Y desde el otro lado, que es desde el lado materno, el entorno, las parejas, a ver, no importa quiénes sean o lo que hagan o lo que, lo que sea. Lo primero y fundamental, que no son estables. Segundo, con todo lo que eso puede significar para los chicos, qué bueno, lo evalúa mamá, papá, pero papá tiene derecho a estar diciendo: ‘Bueno, si la relación es seria, avanzá, si la relación no es seria, es como particular y tal’”.