El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, asiste a una sesión plenaria del Foro Económico Euroasiático en Minsk (Bielorrusia). (Sputnik/Sergey Bobylev/Pool via REUTERS)

El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, firmó el lunes una ley que prohíbe el uso de vestimenta que cubra el rostro en lugares públicos, convirtiendo a esta nación centroasiática en el último país de la región en restringir formas del vestido islámico por motivos de seguridad nacional.

La legislación establece que queda prohibida la ropa que “interfiera con el reconocimiento facial” en espacios públicos, con excepciones únicamente para propósitos médicos, condiciones climáticas adversas y eventos deportivos o culturales. El texto legal no menciona explícitamente la religión o tipos específicos de vestimenta religiosa, pero efectivamente prohíbe el uso del niqab y la burqa.

“Está prohibido usar prendas de vestir en lugares públicos que impidan el reconocimiento facial”, establece la ley, “excepto en casos donde esto sea necesario para cumplir con las leyes de la República de Kazajistán, cumplir deberes oficiales, o por propósitos médicos, de defensa civil, relacionados con el clima o específicos de eventos”.

La medida forma parte de una serie más amplia de enmiendas firmadas el lunes por Tokayev, quien previamente había defendido la legislación como una oportunidad para celebrar la identidad étnica de Kazajistán, un país de mayoría musulmana y antigua república soviética.

Mujeres vestidas con ropa tradicional caminan por una calle en el pueblo de Ulken. (REUTERS/Pavel Mikheyev)

“En lugar de usar túnicas negras que ocultan el rostro, es mucho mejor usar ropa de estilo nacional”, fue citado diciendo Tokayev por medios kazajos a principios de este año. “Nuestra ropa nacional enfatiza vívidamente nuestra identidad étnica, por lo que necesitamos popularizarla de manera integral”.

Distinciones culturales y religiosas

La comprensión de las distinciones entre varias formas de vestimenta religiosa es crítica para el debate actual en Kazajstán. El niqab es un velo facial que deja solo los ojos descubiertos, mientras que la burqa, típicamente usada en Afganistán, cubre todo el rostro con una malla sobre los ojos. Las burqas son raramente vistas en Kazajistán.

Los niqabs y vestidos negros hasta el suelo se han vuelto más visibles en las calles de Kazajistán en años recientes, reflejando cambios religiosos más amplios.

Una mujer con ropa tradicional vota durante un referéndum en Koyandy (REUTERS/Pavel Mikheyev)

En contraste, el hijab, un pañuelo que deja el rostro expuesto, se ha vuelto común y goza de mayor aceptación.

Mientras que los niqabs son vistos como ajenos a la cultura kazaja, los hijabs mantienen un estatus más complejo. Históricamente, las mujeres kazajas no se cubrían el rostro, un hecho respaldado por fotografías prerrevolucionarias. El niqab es visto por muchos como una práctica importada, vinculada a enseñanzas islámicas de países árabes.

Tensiones en el ámbito educativo

Las restricciones sobre vestimenta religiosa han causado controversias previas en Kazajistán. En el otoño de 2023, más de 150 estudiantes en la región de Atyrau se negaron a asistir a clases en protesta contra una prohibición del hijab en instituciones educativas. Incidentes similares fueron reportados en otras regiones del sur.

El gobierno de Tokayev había prohibido pañuelos en instituciones educativas en 2023, alegando que “los requisitos para el uniforme escolar prohíben el uso del hijab”. Al menos 150 niñas abandonaron la escuela en protesta por la decisión.

Niñas actúan en un colegio electoral durante unas elecciones parlamentarias en el pueblo de Azat. (REUTERS/Pavel Mikheyev)

Las autoridades reportaron que la situación fue resuelta después de consultas con los padres, pero la ambigüedad permaneció respecto al alcance de las restricciones.

El presidente Tokayev finalmente abordó el tema, reafirmando la identidad secular de Kazajistán. “Este principio debe ser estrictamente observado en todas las esferas, incluyendo la educación. La escuela es, ante todo, una institución educativa donde los niños vienen a obtener conocimiento. Las creencias religiosas, por otro lado, son una elección y un asunto privado para cada ciudadano”, declaró Tokayev.

Según datos oficiales, casi el 70 por ciento de la población de Kazajistán practica el islam, siendo el cristianismo la segunda religión más practicada.

Tendencia en Asia Central

La decisión de Kazajistán se suma a una tendencia creciente en Asia Central, donde varios países han introducido leyes similares en años recientes. En enero de 2025, el presidente kirguís Sadyr Japarov firmó una ley prohibiendo la ropa que cubre el rostro. La policía en Kirguistán ha realizado patrullas callejeras para hacer cumplir su prohibición del niqab islámico, según reportes de medios locales.

En Uzbekistán, violar la prohibición del niqab conlleva una multa de más de 250 dólares. El país ha citado preocupaciones de seguridad y la promoción del secularismo como justificación para la prohibición.

Tayikistán aprobó una ley similar en 2023 prohibiendo el uso de cualquier vestimenta que “contradiga la cultura y tradiciones nacionales”. El presidente tayiko Emomali Rakhmon firmó la prohibición de usar ropa en público que sea “ajena a la cultura nacional”.

A nivel internacional, leyes comparables han existido durante mucho tiempo en Europa. Países como Francia, Países Bajos, Dinamarca y Austria prohíben cubiertas faciales en público, citando seguridad y cohesión cultural. Suiza impone multas sustanciales, mientras que los debates continúan en el Reino Unido.