Se sabe que Julián Álvarez es uno de los delanteros que más exige a los zagueros rivales a la hora de presionar. Para los directores técnicos que lo han dirigido, el cordobés es el primer defensor a la hora de intentar reconquistar la posesión de la pelota. Sin embargo, muchas veces el fragor puede llevarlo a la vehemencia excesiva. Ocurrió en el partido que Atlético de Madrid igualó sin goles como visitante de Alavés, por la 34a. jornada de LaLiga.
En un primer tiempo sin demasiadas situaciones de riesgo, Cholo Simeone alistó de entrada a tres argentinos: su hijo Giuliano, Rodrigo de Paul y Julián Álvarez. En el banco de suplentes estuvieron Juan Musso, Nahuel Molina y Ángel Correa.
La acción que sacudió la modorra del primer capítulo en Mendizorroza fue una presión sobre un costado, casi en la mitad de la cancha, de Julián sobre el argentino Facundo Garcés (ex Colón). En su intento por bloquear el despeje, Julián dejó la pierna en alto y raspó la tibia del defensor. Mientras el futbolista de Alavés se revolcaba en el césped, el árbitro, Juan Martínez Munuera, no dudó y mostró tarjeta roja.
Inmediatamente, se sucedieron las protestas. La sucesión de repeticiones de la imagen mostraban que si bien había sido una entrada riesgosa, no ameritaba la expulsión. El VAR convocó al referí, que tras observar en el monitor la situación, volvió al campo de juego y revirtió su fallo: anuló la tarjeta roja y le enrostró la amarilla, la quinta en la temporada para Julián, que se perderá el próximo partido, como local, ante Real Sociedad. En los bancos también se jugó: mientras Simeone pedía calma a Julián, Eduardo Chacho Coudet, entrenador de Alavés, hacía gestos airados de protesta al árbitro: “No puede ser”.
Así se salvó Julián de la roja
Fue uno de los dos contratiempos que tuvo una primera parte en la que Atlético de Madrid ¡no tuvo ningún remate al arco! El otro: la descompensación de un espectador, que fue trasladado a una clínica cercana, y que forzó al detenimiento del partido durante un par de minutos.
Simeone vio que la cosa no funcionaba y echó mano a dos cambios al comienzo del segundo tiempo: afuera Giuliano y también Griezmann -que hasta último momento no era titular seguro-; adentro Lino y Sorloth.
Recién a los 70 minutos ocurrió el primer disparo de Atlético de Madrid al arco de un Alavés que, además de Garcés, tuvo en la cancha a otro argentino, el ex Talleres Nahuel Tenaglia (Tomás Conechny ingresó en el final). Oblak le ahogó el grito de gol a Kike García y Le Normand se perdió un gol debajo del arco, en las acciones que pusieron algo de condimento.
La reacción de Chacho
¡EL CHACHO NO LO PUEDE CREER! Así reaccionó Coudet luego de que el árbitro terminó amonestando a Julián Álvarez. ¿Qué te parece?
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— SportsCenter (@SC_ESPN) May 3, 2025
En los últimos 15 minutos el partido tuvo todas las emociones de las que careció en el desarrollo previo. Fue de ida y vuelta. De un lado, Oblak volvió a salvar al Aleti; del otro, los colchoneros -ya con Nahuel Molina adentro- merodeaban el área chica de Alavés con la peligrosidad de Sorloth.
A falta de cuatro jornadas (12 puntos en juego) para el final del torneo, el empate no le sentó bien a ninguno de los dos equipos. Atlético de Madrid llegó a 67 puntos, continúa en la tercera posición, pero cinco por debajo de Real Madrid, que este domingo recibe a Celta (el puntero, Barcelona, con 76, visita desde las 16 a Valladolid, último de la tabla y ya descendido). En tanto, Alavés no puede despegarse de la zona de peligro. Llegó a 35 puntos, pero los equipos que tiene por debajo todavía deben jugar: Girona (35), Las Palmas (32) y Leganés (30). Aún queda confirmar dos de los tres descensos.