JP Morgan destacó el incremento de la demanda privada de divisas para atesoramiento y proyectó que la Formación de Activos Externos (FAE) podría llegar a USD 15.700 millones en el segundo semestre, en línea con los niveles observados en las elecciones legislativas del 2017. Los hizo en un informe enviado a clientes este miércoles 30 de julio.
Sin embargo, el banco estadounidense espera un aumento de USD 5.000 millones en las reservas brutas líquidas del Banco Central, es decir, el poder de fuego de la entidad, a pesar del rojo externo y las presiones alcistas sobre el dólar. Los tipos de cambio minorista y mayorista saltaron esta mañana a los niveles más altos desde que el Gobierno de Javier Milei aplicó el esquema de bandas cambiarias.
En el informe, la entidad describió que la balanza de pagos sobre base caja en junio arrojó un superávit, luego de doce meses de déficit. La cuenta corriente sobre base caja marcó un superávit de USD 2.100 millones para el mes, cuando en el promedio trimestral previo había registrado una cifra negativa de USD 800 millones.
“El 70% de la mejora mensual de la cuenta corriente sobre base caja provino del saldo de bienes, como consecuencia de una marcada aceleración de exportaciones y una disminución sostenida de pagos de importaciones”, sostuvo JP Morgan en el documento. Aclaró, además, que en términos ajustados por estacionalidad, “las exportaciones mensuales se situaron en máximos de los últimos 35 meses”.
El banco estadounidense identificó que la suba en las exportaciones agrícolas obtuvo impulso previo a la suba de retenciones para soja y maíz, que empezó a regir el 1 de julio. A esto se sumó el fuerte avance en los volúmenes de exportación de energía, componentes que explicaron el buen desempeño exportador.
Por el lado de las importaciones, los pagos bajaron hasta el promedio mensual visto en el cuarto trimestre de 2024, luego de desvíos respecto de los fundamentos económicos ocurridos en el primer trimestre de 2025. Aclararon que aún así “se ubican 10% por encima de los promedios alcanzados en el pico cíclico previo de fines de 2017”.
En relación a los servicios, el informe indicó que tanto el balance de servicios como el déficit de rentas “continuaron acotándose en el mes”. El déficit anual en servicios alcanzó los USD 5.900 millones, creciendo en USD 4.600 millones frente al mismo periodo del año anterior. “Esto respondió principalmente a una expansión de las salidas netas por turismo, que sumaron USD 5.400 millones en el año”, señaló.
Con el ajuste estacional, las salidas netas por turismo descendieron a USD 832 millones en el mes, ubicándose por debajo del promedio de USD 1.000 millones entre enero y febrero (el período vacacional de verano), y cercano al promedio en 2017. No obstante, JP Morgan adelantó que espera un repunte de las salidas por turismo en julio, con motivo del receso invernal.
Respecto de la cuenta financiera, JP Morgan recordó que, tras un fuerte déficit registrado el mes anterior, junio cerró con un saldo positivo de USD 700 millones, acumulando un superávit de USD 11.800 millones en lo que va del año (corregido a USD -600 millones si se elimina el desembolso del FMI de USD 12.400 millones).
La explicación del saldo estuvo relacionada a ingresos multilaterales por USD 2.200 millones, préstamos en dólares por USD 1.400 millones (la mitad vinculados al sector energético) y otras operaciones públicas por USD 1.200 millones, monto que incluyó una emisión de Bonte en dólares por USD 1.500 millones.
“Esto se vio parcialmente compensado por la aceleración de las compras de activos externos por parte del sector privado, que treparon a USD 4.000 millones en el mes (USD 9.300 millones acumulados en el año)”, detalló JP Morgan. Es preciso aclarar que en el actual esquema, a diferencia del 2017, la FAE es financiada por los privados y el BCRA no perdió reservas por ese canal.
En este punto, el banco estadounidense destacó que USD 2.400 millones de esas compras (USD 6.900 millones en el año) correspondieron a adquisiciones de billetes por parte de individuos, luego del levantamiento de restricciones para acceder al mercado oficial de cambios a partir del 11 de abril. “En base anualizada y considerando el último trimestre, las compras privadas de activos externos se ubicaron en 5,4% del PBI en junio, en línea con el promedio de 2018-2019”.
El resultado general fue un incremento de USD 3.000 millones en las reservas brutas en junio, llevando el acumulado anual a USD 10.300 millones.
Sobre las reservas internacionales, JP Morgan estimó que la cuenta corriente regresará al rojo en julio, por una caída en las exportaciones tras el salto de junio y por el pago de intereses de bonos en moneda dura. Pese a ese retroceso, el banco prevé que las entradas de la cuenta financiera evitarán la caída de las reservas brutas. El stock de reservas líquidas brutas del Banco Central (excluyendo oro y swap con China) se ubicaba en USD 15.400 millones al 23 de julio, prácticamente estable en relación al mes anterior y muy por encima del nivel del 7 de abril (pre-cambio de régimen cambiario), que estaba en USD 1.000 millones.
El informe precisó que el nivel de reservas se mantuvo firme a pesar de pagos de deuda externa por USD 4.300 millones, principalmente por el aumento de los encajes de depósitos en dólares. En paralelo, las compras de USD 936 millones por parte del Tesoro desde el 10 de julio elevaron los depósitos del Gobierno en el BCRA hasta USD 1.600 millones.
El ministro de Economía, Luis Caputo, actualizó anoche esa cuenta y señaló que las compras del Tesoro fueron de USD 1.500 millones en los últimos 35 días. Es parte de la estrategia de “block trades”.
Por contrapartida, la estimación de reservas netas de JP Morgan ubicó el saldo en USD -6.900 millones, con un deterioro importante respecto de los USD -3.900 millones que mostraba a fines de junio.
En cuanto al panorama para el resto del año, JP Morgan sostuvo: “Luego de la estacionalidad adversa que impacta normalmente en julio sobre los ingresos de dólares, esperamos una mejora en la cuenta corriente sobre base caja en lo que queda del año. Esto, combinado con nuevas entradas en la cuenta financiera, debería llevar a un aumento adicional de USD 5.000 millones en el nivel de reservas líquidas brutas hacia fin de año. Nuestra proyección contempla compras privadas de activos externos por USD 15.700 millones en el segundo semestre”.
La entidad subrayó la importancia de la inminente publicación del Staff Report del FMI, documento que revisará sus estimaciones de reservas en función del aval del Board del Fondo. El Directorio probablemente se reúna este viernes a tratar el caso argentino.