
Si bien la actividad financiera estuvo limitada por el Día del Bancario, el dólar contado con liquidación (CCL) se negoció con una leve suba de 0,2% y cerró en $1.496,81. En el plano bursátil, las acciones cayeron hasta 5,6% en el mercado doméstico y 7% en Wall Street, mientras los bonos operaron mixtos.
Al no haber actividad bancaria, las cotizaciones minoristas y mayoristas de la moneda estadounidense no se negociaron. Además de lo ocurrido con el CCL, el segmento blue evidenció una contracción de 5 pesos y se vendió a $1.435.
Toma de ganancias
En el ámbito bursátil, se profundizó la toma de ganancias de los activos argentinos. El índice S&P Merval retrocedió 2,4% medido en pesos y 2,5% en dólares, lo que representa un alto en el rally a partir del resultado electoral favorable al gobierno de Javier Milei en los comicios de medio término.
El rojo de las acciones estuvo encabezado por Edenor, que registró una caída de 5%. La compañía energética estuvo secundada por Metrogas (4,9%) el Banco Supervielle (-4,8%) y Central Puerto (-4,5%). Por el contrario, solo aumentaron los valores de IRSA (3%) y Transener (1,3%).
Asimismo, los ADR, certificados negociables emitidos por un banco estadounidense que representan acciones argentinas y que cotizan en la bolsa de Nueva York, anotaron bajas de hasta casi 7%. Mercado Libre (-7,1%), Central Puerto (-5,1%) y Supervielle (-4,2%) acusaron los descensos más significativos.
Por otra parte, el desempeño mixto de los bonos soberanos produjo un salto en el riesgo país. El indicador elaborado por JP Morgan trepó 15 unidades a 636 puntos básicos luego de quedar en 621, el menor nivel en más de nueve meses, durante la última rueda.
Más allá de la suba que experimentó la variable financiera, el incremento en la valuación de los títulos de deuda provocó una baja del indicador de más de 400 puntos frente a las 1.081 unidades en la previa de las elecciones. Esta dinámica despierta expectativas en el Gobierno y en el sector financiero sobre un posible regreso al financiamiento internacional en 2026.
Ratificación de las bandas cambiarias
En el plano político y económico, Javier Milei ratificó el esquema de bandas cambiarias al menos hasta las elecciones presidenciales de fines de 2027 en una entrevista con el Financial Times. El objetivo del libertario es moderar la volatilidad crónica de la economía argentina. A la vez, rechazó los cuestionamientos que hablan de una apreciación cambiaria: “Tenemos un programa y lo vamos a seguir manteniendo”.
Desde el triunfo oficialista, el dólar se mantuvo estable y es por eso que el mandatario afirmó que no planea modificar el esquema cambiario, cuyos límites superior e inferior se amplían un 1% cada mes, y anticipó que “a ese ritmo, serán mucho más amplias en dos años”. “Las bandas están diseñadas para abrirse con el tiempo, y llegará el momento en que serán irrelevantes”, prometió.
Al mismo tiempo, el jefe de Estado previó un aumento en la demanda de dinero para los próximos meses, a medida que se disipa la incertidumbre electoral y política y se reactiva la economía. A su juicio, esto facilitaría la compra de divisas por parte del Central.
A propósito de la política monetaria, la Secretaría de Finanzas anunció que ayer logró refinanciar más de $7,7 billones que vencían. De hecho, adjudicó un total de $8,50 billones habiendo recibido ofertas por un total de $9,38 billones, lo que se traduce un roll-over de 111,17% sobre los vencimientos de deuda.
“Antes de la licitación, el Banco Central redujo la tasa overnight utilizada en el mercado de ‘simultáneas’ para absorber liquidez a 22% desde 25%, buscando atraer fondos hacia bonos más largos. El resultado final es una curva con una ligera pendiente positiva, aunque mayormente plana alrededor del 30% para los plazos más largos. Creemos que eventualmente se producirá una compresión adicional en el tramo largo de la curva, a medida que la inflación mensual continúe descendiendo”, explicó un informe de Max Capital.
En la práctica, el equipo económico evitó inyectar más pesos en la economía, ya que en la última subasta de octubre había volcado al mercado más de $4,5 billones para reducir las tasas de interés y, en consecuencia, reactivar el crédito. Así, el Ministerio de Economía optó por absorber recursos a un rendimiento más bajo y con una duración mayor.