El ex mandatario Jorge Quiroga afirmó que el Bolivia se encuentra ante un escenario de “cambio radical” tras de 20 años de socialismo EFE/ Gabriel Marquez

El ex mandatario boliviano Jorge Quiroga afirmó que el país se encuentra ante un escenario de “cambio radical” después de veinte años de gobiernos socialistas, en medio de una crisis económica que ha provocado escasez de alimentos y combustibles. Refiriéndose al Movimiento al Socialismo (MAS), al que se atribuye haber sacado a muchos bolivianos de la pobreza durante el auge de las materias primas en la década de 2000, declaró: “Su ciclo ha terminado, su tiempo se acabó”.

Quiroga, de 65 años, presidió Bolivia entre 2001 y 2002 y actualmente ocupa el segundo lugar en las encuestas para la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 17 de agosto. Lidera la intención de voto el empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, mientras que el dirigente oficialista Andrónico Rodríguez se ubica tercero.

El MAS, fundado por el ex presidente Evo Morales y en el poder desde 2006 con un breve interregno, enfrenta un fuerte desgaste político. Según los sondeos, su respaldo se encuentra en mínimos históricos. La población responsabiliza al partido por la gestión de la peor crisis económica en dos décadas, caracterizada por la caída de reservas internacionales y el encarecimiento de productos básicos.

El MAS, fundado por el ex presidente Evo Morales y en el poder desde 2006 con un breve interregno, enfrenta un fuerte desgaste político (REUTERS)

La escasez de dólares ha impulsado la inflación anual hasta 25,8 por ciento en julio, la cifra más alta desde 2008. En el último año, el valor de la divisa estadounidense en el mercado paralelo prácticamente se duplicó frente al boliviano. La falta de divisas ha dificultado la importación de insumos esenciales, lo que afecta el abastecimiento de combustible y alimentos.

En un acto con simpatizantes en La Paz, Quiroga declaró que Bolivia debe “recuperar 20 años perdidos” y anunció que, en caso de ganar, implementará reformas para atraer inversión privada. Entre sus propuestas se encuentra la modificación de “todas las leyes” que, según él, desincentivan la llegada de capitales, en especial en el sector energético. Durante el gobierno de Morales, en la década de 2000, este sector fue nacionalizado.

El candidato también planteó un giro en la política exterior. Anticipó que cortará alianzas con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, países que mantuvieron estrecha relación con las administraciones de Morales y Luis Arce.

En materia económica, Quiroga propone el programa de ajuste más severo entre los principales aspirantes presidenciales. Doria Medina y Rodríguez también defienden medidas de austeridad para estabilizar las finanzas públicas, aunque en distintos grados. Quiroga respalda políticas similares a las impulsadas por el presidente argentino Javier Milei, con quien comparte afinidad ideológica.

El presidente argentino Javier Milei (AP)

Formado en economía en Estados Unidos, Quiroga fue ministro de Finanzas en los años noventa y vicepresidente durante el gobierno del general Hugo Banzer. Asumió la presidencia en agosto de 2001, tras la renuncia de Banzer por enfermedad, y completó el mandato hasta 2002.

El escenario electoral se desarrolla en un contexto de descontento social y deterioro económico. La pérdida de reservas, la devaluación del boliviano en el mercado paralelo y la presión inflacionaria generan un clima de incertidumbre previo a los comicios. El resultado de la primera vuelta podría redefinir el mapa político boliviano después de dos décadas de hegemonía del MAS.

Las encuestas indican que ninguno de los candidatos alcanzaría en agosto el porcentaje necesario para evitar una segunda vuelta. De confirmarse esa tendencia, Bolivia entraría en una nueva fase de disputa política con la posibilidad de que, por primera vez desde 2006, el poder quede en manos de un gobierno no alineado con el socialismo impulsado por Evo Morales.

(Con información de AFP)