El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, sostuvo este viernes que cualquier acuerdo de paz para Ucrania debe contar con el visto bueno tanto de Rusia como de las autoridades ucranianas, y enfocarse principalmente en evitar la reactivación del conflicto en el futuro.
A través de una publicación en la red social X, Vance marcó que el objetivo central de toda iniciativa debe ser detener el derramamiento de sangre y al mismo tiempo preservar la soberanía de Ucrania.
El ‘número dos’ del presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que “toda crítica al marco de paz en el que trabaja la administración (de Trump) o bien malinterpreta dicho marco o tergiversa alguna realidad crítica sobre el terreno”.
El republicano rechazó la postura de quienes consideran que la victoria militar ucraniana se encuentra al alcance únicamente con un mayor aporte de armas, dinero o sanciones. Según Vance, “la paz no la lograrán diplomáticos fracasados ni políticos que viven en un mundo de fantasía”.
“Quizá la logren personas inteligentes que viven en el mundo real”, remarcó en referencia a la figura de Trump como negociador en los conflictos mundiales y dejó un mensaje para las autoridadades urcanianas y europeas que solicitan más presión sobre Rusia: “Existe la fantasía de que si simplemente damos más dinero, más armas o más sanciones, la victoria está al alcance de la mano”.

Las declaraciones de Vance siguieron a una conversación que mantuvo horas antes con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, en la que analizaron la propuesta presentada por el mandatario Donald Trump y destacaron la necesidad de mantener canales de trabajo entre Kiev, Washington y Bruselas para alcanzar una “paz factible”.
De forma paralela, Trump indicó que Zelensky deberá aceptar el plan de su administración para poner fin a la guerra, a pesar de las críticas que recibe por posibles cesiones, advirtiendo que, si no lo hace, “deberá seguir luchando”.
Esto se produce poco después de que el mandatario estadounidense fijara para el presidente ucraniano menos de una semana de plazo para pronunciarse sobre un documento que, en palabras de Zelensky, implica una decisión extremadamente difícil, pues debería elegir entre “perder su dignidad o a un socio clave”.
“Presentaré argumentos, convenceré, ofreceré alternativas. Pero bajo ningún concepto daremos al enemigo razones para decir que Ucrania no quiere la paz, que hace descarrilar el proceso y que Ucrania no está lista para la diplomacia”, sostuvo el presidente ucraniano en un mensaje grabado difundido este viernes.

El plan de paz impulsado por Estados Unidos contempla que las regiones de Kherson y Zaporizhzhia permanezcan divididas conforme a la línea actual del frente de combate, mientras Ucrania enfrenta una nueva ofensiva rusa que causó al menos cinco muertos en Zaporizhzhia en la noche del jueves.
Según el documento, Ucrania también debería aceptar una reducción de sus fuerzas armadas a 600.000 efectivos, y la OTAN se comprometería a no desplegar tropas en territorio ucraniano; los aviones europeos de apoyo defensivo permanecerían estacionados en Polonia.
Un alto funcionario de Estados Unidos indicó que la propuesta incluye garantías de seguridad para Kiev tanto de Washington como de sus aliados europeos, equiparables a los compromisos que la OTAN asume en caso de agresión a uno de sus miembros.