El presidente uruguayo Yamandú Orsi viajó a Buenos Aires sin una reunión prevista con su par argentino, Javier Milei. Pese a las dificultades para concretar este encuentro, en el gobierno uruguayo entendían que no era algo estrictamente necesario, ya que los dos estados mantienen un vínculo “fluido” gracias a la relación entre sus dos cancilleres, Mario Lubetkin y Gerardo Werthein.
“La tranquilidad que yo tengo es que el diálogo es muy fluido, con todo el equipo de Milei y el gobierno argentino, y fundamentalmente a partir del canciller argentino que está en contacto permanente con nosotros”, había declarado el miércoles de noche Orsi, al ser consultado por este posible encuentro.
En una línea similar se había expresado el canciller Lubetkin.
Durante el encuentro, Orsi y Milei evaluaron el estado de las relaciones bilaterales entre ambos países vecinos y el escenario económico actual de la región, según lo que informó la Presidencia uruguaya. Además, el mandatario uruguayo invitó a Milei a visitar el país y en los próximos meses se informará la fecha en la que se concretará la visita.
Además de Orsi, la delegación uruguaya estuvo integrada por el canciller Mario Lubetkin y el ministro de Economía, Gabriel Oddone. Por su parte, estuvieron junto a Milei su ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
La reunión se extendió durante media hora y en la Presidencia uruguaya la evaluaron como un buen encuentro.
El ministro Oddone contó en una rueda de prensa que en la charla se hablaron de las reformas que se están haciendo en Argentina y que desde Uruguay se siguen con “atención”. “También de la agenda que en Uruguay tenemos en materia de reformas microeconómicas, de desempapelamiento y desregulaciones, que vamos a comunicar la semana que viene”, expresó Oddone.
“Más allá de las diferencias que los gobiernos puedan tener, hay temas comunes que tienen que ver con mejorar el funcionamiento del sector público y facilitar el clima de negocios”, expresó Oddone.
“Lo que estrictamente deseamos es que la situación de la estabilidad económica y de los niveles de convivencia se mantengan estables, porque Uruguay no solamente es un gran amigo de Argentina sino que Argentina es un gran cliente de Uruguay, tanto en los servicios tradicionales –como el turismo y la logística–, como también con las ventas de productos. Además, es un gran inversor. Por lo tanto, todo lo que sea mejorar tanto la estabilidad macroeconómica como los fenómenos de distribución del ingreso, para que eso tenga repercusiones sobre el consumo masivo en un país como Uruguay, son aspectos muy importantes”, expresó Oddone.
El detrás del encuentro
Por más que el gobierno uruguayo le quitaba trascendencia a que no se haya concretado el encuentro con Milei-Orsi, esta instancia se venía buscando desde hacía tiempo. El miércoles por la noche y en la mañana del jueves las negociaciones se aceleraron, informó el diario El País.
La reunión bilateral entre Argentina y Uruguay se concretó media hora antes, cuando todavía la cumbre del Mercosur no había terminado. Entonces, mientras el presidente Lula Da Silva dejaba el Palacio San Martín para irse hasta la casa de Cristina Fernández, Orsi caminó hasta la sala que Milei dispuso para los encuentros bilaterales, de acuerdo con la reconstrucción de ese medio uruguayo.
El ambiente del encuentro entre mandatarios fue distendido y el argentino se mostró sonriente, algo que contrasta con las fotos oficiales, en las que ambos presidentes se muestran serios. El argentino estaba de buen humor y contó anécdotas sobre la tarea de gobernar.
Los jerarcas uruguayos volvieron con la sensación de que Milei busca que entre los dos estados haya una relación cordial.