Central nuclear de Kashiwazaki Kariwa en Kashiwazaki, prefectura de Niigata, Japón. Fotografía tomada por Kyodo el 7 de noviembre de 2025. Crédito obligatorio: Kyodo/vía REUTERS

El gobernador de la provincia japonesa de Niigata, Hideyo Hanazumi, dio luz verde este viernes a la reactivación de la central nuclear más grande del mundo, un paso clave antes de volver a estar operativa.

La planta de Kashiwazaki-Kariwa fue paralizada como los demás reactores de este país asiático después de que un terremoto y un tsunami posterior provocaran un desastre en la central de Fukushima Daiichi en 2011.

Hanazumi dijo en una conferencia de prensa que “aprobaría” la reanudación de las operaciones de la central, que aún necesita la autorización definitiva del organismo regulador nuclear del país.

Japón, un país pobre en recursos, quiere ahora reactivar la energía atómica y reducir su dependencia de los combustibles fósiles importados.

Un total de 14 reactores, la mayoría en las prefecturas del este y el sur, ya han reanudado su funcionamiento tras la imposición de estrictas normas de seguridad.

Kashiwazaki-Kariwa será la primera que Tepco -la empresa operadora de Fukushima- ponga de nuevo en marcha tras el desastre.

El vasto complejo se equipó con un dique de 15 metros de altura contra los tsunamis, nuevos sistemas eléctricos de emergencia instalados en altura y otros dispositivos de seguridad.

Antes del terremoto y el tsunami de 2011, que causaron alrededor de 18.000 muertos, un tercio de la producción de electricidad de Japón dependía de la energía nuclear, mientras que el resto procedía principalmente de energías fósiles.

La planta Kashiwazaki-Kariwa en Kashiwazaki, prefectura de Niigata, en el norte de Japón. (Kyodo News via AP)

Japón es el quinto mayor emisor mundial de dióxido de carbono, por detrás de China, Estados Unidos, India y Rusia, y depende en gran medida de los combustibles fósiles importados.

En 2023, casi el 70% de las necesidades eléctricas de Japón se cubrían con centrales térmicas que funcionaban con carbón e hidrocarburos.

El país se fijó el objetivo de reducir la contribución de las centrales térmicas al 30-40% de su mix eléctrico para 2040.

Las unidades 6 y 7 pasaron las revisiones para su reactivación en 2017, pero se le ordenó posteriormente permanecer inoperativa por fallas en la seguridad contra ataques terroristas. En diciembre de 2023 se le dio el visto bueno a las medidas adoptadas y desde entonces la operadora, Tokyo Electric Power Company (TEPCO), viene realizando los trámites necesarios para ponerlas en marcha.

El gobernador de Niigata, Hideyo Hanazumi, solicitará ahora que la Asamblea prefectural debata su decisión durante la sesión programada para diciembre. De aprobarla, se dará por finalizado el proceso de obtención del consentimiento local.

El momento exacto del reinicio de la central está por determinar.

Ya a principios de año, TEPCO anunció el aplazamiento hasta 2029 de la conclusión de unas obras necesarias para la puesta a punto de la reactivación de Kashiwazaki-Kariwa.

De producirse el encendido del reactor, será el primero de una central operada por TEPCO.

Por su capacidad, la planta de Kashiwazaki-Kariwa es una pieza clave en el plan de suministro energético de TEPCO y va en línea con la estrategia promovida por el Ejecutivo de impulsar las nucleares con vistas a alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones.

(Con información de AFP y EFE)