Un alto funcionario israelí afirmó que los servicios de inteligencia de su país han determinado que Irán no retiró sus reservas de uranio enriquecido de las tres instalaciones nucleares atacadas por Estados Unidos el mes pasado, durante la guerra de 12 días entre Israel e Irán.
Según el funcionario, que habló bajo condición de anonimato, aproximadamente 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60% permanecieron en las instalaciones de Fordow, Natanz e Isfahán durante los ataques y no han sido trasladados desde entonces.
“Las reservas de unos 400 kg de uranio enriquecido al 60% permanecieron allí y no fueron retiradas”, declaró el funcionario a Reuters.
Sin embargo, el funcionario sugirió que los iraníes podrían seguir teniendo acceso al uranio enriquecido en Isfahán, donde según la Agencia Internacional de Energía Atómica se creía que se encontraban las reservas antes de la guerra, aunque sería muy difícil retirarlo de las instalaciones dañadas.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó ayer que Israel debe aprovechar los logros de su operación contra el programa nuclear iraní para garantizar que la República Islámica no pueda reconstruirlo.
“Tenemos que formular un programa de aplicación para impedir que Irán recupere las capacidades que tenía antes de la guerra”, afirmó Katz. “Los iraníes intentarán por todos los medios aprender la lección y recuperarse. El enemigo está aprendiendo y preparándose, y nuestro reto es mejorar nuestras capacidades para que no nos pillen por sorpresa”.
La Inteligencia francesa: programa nuclear “muy retrasado” por los ataques
El martes, el jefe de la inteligencia exterior francesa, Nicolas Lerner, ofreció una perspectiva adicional sobre el impacto de los ataques. “Nuestro análisis hoy es que cada etapa del proceso”, desde el enriquecimiento de uranio hasta el diseño de una ojiva nuclear y su montaje en un misil, “fue muy seriamente afectada, muy seriamente dañada”, declaró Lerner al canal de noticias francés LCI.
Lerner afirmó que el programa nuclear iraní había sido “muy, muy retrasado” por los ataques, aunque reconoció que la evaluación “necesita ser afinada”. “Ningún servicio de inteligencia en el mundo fue capaz en las horas después de estos ataques de hacer una evaluación perfecta y completa de lo que pasó”, explicó.
El Pentágono ha estimado que los ataques retrasaron el programa nuclear iraní entre uno y dos años, contradiciéndose con un reporte inicial clasificado de inteligencia estadounidense que, según medios estadounidenses, encontró que el retraso fue de solo unos meses.
El presidente estadounidense Donald Trump ha insistido en que las instalaciones nucleares clave de Irán fueron “obliteradas” en los ataques aéreos del mes pasado, criticando duramente las evaluaciones que contradicen esta afirmación.
Lerner también expresó cautela sobre el paradero desconocido de las reservas de uranio altamente enriquecido de Irán y el riesgo de que Teherán pueda ahora buscar un programa nuclear en secreto. “Hay consenso en el hecho de que el material — los 450 kilogramos de uranio enriquecido — tal vez una pequeña parte fue destruida, pero ese material permanece en manos del régimen”, declaró.
Irán: “Cooperación con el OIEA si corrige el doble rasero”
La situación se ha complicado aún más por la decisión de Irán de suspender la cooperación con el organismo nuclear de la ONU. El presidente iraní, Masud Pezeshkian, afirmó que la reanudación de la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica depende de que el organismo “corrija el doble rasero” que su país considera que aplica al programa atómico de la República Islámica.
“La reanudación de la cooperación de Irán con el Organismo Internacional de Energía Atómica depende de la corrección del doble rasero del organismo con el programa nuclear de la República Islámica”, dijo Pezeshkian en una conversación con el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa.
Pezeshkian aseguró que el OIEA no mantuvo la “neutralidad” en sus informes sobre el programa nuclear iraní, mostró “indiferencia” ante los ataques israelíes y estadounidenses contra sus instalaciones y un comportamiento “poco profesional”.
El Parlamento iraní aprobó una ley que suspendió la cooperación con la agencia nuclear de la ONU, proyecto legislativo que fue promulgado posteriormente por el mandatario iraní. Los inspectores del OIEA que supervisaban el programa atómico iraní abandonaron el país el 4 de julio, dos días después de la promulgación de la ley.
Israel lanzó una ofensiva militar el 13 de junio que dio pie a una guerra que se alargó durante 12 días y finalizó tras un alto el fuego anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump. Durante el conflicto, Israel atacó las instalaciones atómicas iraníes y asesinó a 11 científicos nucleares. Estados Unidos se sumó al conflicto con bombardeos a las instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán.
Irán inicialmente negó que los ataques tuvieran consecuencias importantes, pero posteriormente cambió el mensaje y el Gobierno afirmó que las instalaciones nucleares sufrieron “daños significativos”. Sin embargo, Irán no ha hecho públicos los daños específicos que han sufrido sus instalaciones nucleares.
Irán niega buscar armas nucleares y mantiene que su programa nuclear es para fines pacíficos.