Estados Unidos e Irán iniciaron el domingo en Omán una nueva ronda de negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán, mientras el ministro de Relaciones Exteriores iraní declaró que el derecho de su país a enriquecer uranio no es negociable.
A la cabeza de la delegación iraní, el canciller Abás Araqchi negociará en Mascate con el emisario estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, en un contexto marcado por la exigencia de Washington de acabar con cualquier tipo de enriquecimiento de uranio en ese país.
“La cuarta ronda de conversaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos comenzó hace unos minutos en Mascate, con la mediación de Omán”, informó la agencia de noticias iraní Isna.
“La capacidad de enriquecimiento es uno de los honores y logros de la nación iraní”, declaró el canciller iraní, en un video divulgado poco antes del inicio de las tratativas y agregó que ese es un tema “no negociable”.
El canciller iraní dijo que espera que esta ronda de conversaciones con Estados Unidos logre alcanzar un “momento decisivo”.
Sin relaciones diplomáticas desde 1980, Irán y Estados Unidos celebraron desde el 12 de abril tres sesiones de conversaciones bajo la mediación de Omán sobre la espinosa cuestión del programa nuclear iraní.
El objetivo de los encuentros es concluir un nuevo acuerdo para evitar que Irán se dote del arma atómica a cambio del levantamiento de las numerosas sanciones que paralizan su economía.
Teherán defiende que sus fines son exclusivamente civiles, aunque Estados Unidos y otros países occidentales temen que busque desarrollar un arma atómica y alertan de que se acerca al nivel de enriquecimiento de uranio necesario para ello.
El viernes, Araqchi señaló el “progreso” conseguido en las reuniones previas. “Cuanto más avanzamos, más necesitamos consultas y análisis, y más tiempo necesitan las delegaciones para examinar las cuestiones planteadas”, dijo.
De su lado, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, estimó el miércoles que las negociaciones iban por “el buen camino”.
En 2015, Irán y seis grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) ya cerraron un acuerdo en este sentido, pero quedó en papel mojado cuando Trump, en su primer mandato, se retiró de él en 2018.
“Desmantelamiento”
Desde entonces, Irán se desentendió del compromiso de limitar el enriquecimiento de uranio al 3,67%. Actualmente lo hace al 60%, acercándose al 90% necesario para fines militares. Sus reservas de material fisible son motivo de inquietud para las potencias occidentales.
En una entrevista difundida el viernes, Witkoff declaró que la administración Trump se opone a todo enriquecimiento de uranio en Irán. Previamente, este emisario había mostrado cierta flexibilidad para permitir un enriquecimiento de baja intensidad.
“Esto significa desmantelamiento, prohibición de la militarización y que Natanz, Fordo e Ispahan (las tres instalaciones de enriquecimiento) tienen que ser desmanteladas”, dijo al medio conservador Breitbart News.
También advirtió que si las negociaciones “no son productivas el domingo, no continuarán y deberemos tomar otro camino”.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump intensificó la presión sobre Teherán con la imposición de sanciones y la amenaza de una intervención militar si estas negociaciones no llegan a buen puerto.
Las negociaciones se desarrollan en un contexto de minucioso escrutinio de los principales aspectos del programa nuclear de Teherán, especialmente sus reservas de material fisible y el ritmo de sus actividades de enriquecimiento.
Los gobiernos europeos se plantean si es idóneo activar un mecanismo previsto por el acuerdo de 2015 que permite restablecer las sanciones de la ONU si Irán no respeta sus compromisos. Esta opción expira en octubre.
También está pendiente de las maniobras diplomáticas Israel, cuyo primer ministro Benjamin Netanyahu se opone a las conversaciones entre Irán y Estados Unidos. Además del desmantelamiento de las instalaciones nucleares, Netanyahu reclama el fin del programa de misiles balísticos de Teherán.
Pero Irán reitera que estas conversaciones se restringen únicamente a la cuestión nuclear y el levantamiento de sanciones y excluye cualquier negociación sobre su arsenal militar.
Esta ronda de negociaciones en Omán precede a una gira regional de Trump que lo llevará a Arabia Saudita, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
(Con información de AFP)