El giro en la política cambiaria anunciado este martes por el Gobierno impactó de forma directa sobre los bonos soberanos, que retrocedieron entre dos y tres por ciento durante la jornada. Este miércoles, registran subas cercanas al uno por ciento. La posibilidad de utilizar dólares en manos del Tesoro abrió interrogantes acerca de la capacidad para adquirir divisas destinadas al pago de vencimientos en enero, al tiempo que reactivó la discusión sobre la todavía exigente meta de reservas acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde julio, la política monetaria se endureció: se aceptaron tasas de interés que triplican la inflación mensual, el Banco Central amplió su presencia en el mercado de futuros y se aplicaron más restricciones cambiarias a los bancos para evitar que el tipo de cambio superara el techo de la banda. A este panorama se sumó el anuncio del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, respecto a la intervención del Tesoro en el tipo de cambio, con un poder de USD 1.700 millones. Voceros del Ejecutivo remarcaron que se trata de una medida transitoria, diseñada para el periodo electoral.
En el Gobierno sostienen que la intervención cuenta con el respaldo del FMI, aunque desde el organismo evitaron pronunciarse. El tipo de cambio se estabilizó, pero los activos argentinos presentaron descensos y el mercado evalúa con cautela las nuevas disposiciones.
Analistas e inversores interpretaron la intervención como el abandono, aunque sea transitorio, de la política de libre flotación, uno de los pilares del equipo económico. Esta decisión dificulta el cumplimiento de una meta de reservas que ya fue flexibilizada por el FMI y complica la obtención de divisas necesarias para afrontar los pagos de la deuda en enero. La caída de los bonos refleja una mayor preocupación entre los inversores.
“Tras un agosto sumamente agitado y volátil, en el que los Globales registraron pérdidas promedio de 3%, el inicio de septiembre continuó en la misma línea. La deuda soberana en dólares retrocedió entre 2,2% y 3,3% en la primera jornada del mes, considerando que el lunes fue feriado en Estados Unidos por el Labor Day. Aunque el contexto externo no acompañó, el ETF EMB cayó 1%, la magnitud de la caída de los bonos argentinos fue significativamente mayor, afectando especialmente los títulos de mayor duration. Las pérdidas se concentraron en el tramo más largo: el GD41 lideró con un descenso de 3,3%, seguido por el GD46 con -3,2% y el GD35 con -3,1%. En el tramo corto, el GD29 recortó 2,3% y el GD30, 2,4%”, repasó Portfolio Personal Inversiones (PPI).
“Este desempeño no sorprende en un escenario de elevada incertidumbre política, con las elecciones en la provincia de Buenos Aires este domingo y las maniobras del Gobierno para contener el tipo de cambio. A la inesperada comunicación “A” 8311 en el mercado de futuros, y la confirmación de ventas de dólares por parte del Tesoro se suma, como mencionamos en “Es oficial: el Tesoro anunció su intervención en el MLC”, el anuncio de Pablo Quirno en sus redes: desde ayer, el Tesoro intervendrá en el Mercado Libre de Cambios (MLC)”, agregó PPI.
Federico Filippini, head of research & strategy de Adcap, enfatizó: “El anuncio de intervención del Tesoro en el Mercado Libre de Cambios tiene dos implicancias. Primero, puede aumentar la oferta de divisas y presionar el tipo de cambio hacia abajo. Segundo, las reservas disminuyen, lo que perjudica a los bonos. Los Globales en dólares operan en mínimos desde el último acuerdo con el Fondo, lo que podría dificultar el regreso a los mercados internacionales de deuda. La medida ratifica la determinación oficial de mantener el dólar por debajo de los USD 1.400 hasta las elecciones de octubre”.
Martin Przybylski, de One618, señaló: “Si venden dólares, hay menos disponibilidad para afrontar los servicios de la deuda. No solo incumplirán con los requerimientos del FMI, sino que también mantendrán la intervención”.
La preocupación creció tras el anuncio previo de Caputo, quien suspendió durante el proceso electoral las compras de divisas del Tesoro y ahora habilitó la posibilidad de ventas. El Gobierno necesita reunir USD 7.400 millones entre noviembre y diciembre, solo en dos meses, para alcanzar la meta de acumulación acordada en julio con el FMI, según la consultora LCG. Esa meta es USD 5.000 millones inferior a la pautada en el acuerdo de abril.
En el ámbito oficial, insisten en la voluntad de cumplir con ese objetivo y atribuyen la volatilidad a la posibilidad de que la oposición peronista logre un buen desempeño electoral. También se recuerda que en enero vencen capital e intereses con privados por más de USD 4.000 millones; de no conseguir acceso a nuevos mercados, esos pagos deberán realizarse “Cash”.
El equipo económico confía en recuperar el acceso a los mercados y estima que la oportunidad se presentará «más temprano que tarde». Este punto es central en el acuerdo con el FMI: conseguir financiamiento para que el organismo pueda reducir su exposición en el país, teniendo a la Argentina como su principal deudor. Por esa razón, desde el Gobierno reiteran que los USD 14.000 millones desembolsados por el organismo no se están utilizando y la intención es no llegar a ese escenario.
La expectativa y el escepticismo coexisten entre los actores del mercado que siguen de cerca cada decisión oficial, en un escenario marcado por la volatilidad política y financiera.