La desesperada búsqueda internacional del argentino que desapareció en Laos cuando estaba trabajando en un templo budista tuvo sus primeros avances en las últimas horas. Se trata de Sergio Vaca, un cordobés que se vivía hace más de diez años a España y decidió emprender un viaje al sudeste asiático en 2022, pero desde entonces no se sabe nada de él.

De acuerdo a lo que pudo saber Infobae de fuentes que están detrás de la investigación para dar con el paradero de este hombre, este martes se emitió la alerta amarilla de Interpol para activar la búsqueda internacional en cualquier frontera de los países miembro.

Sergio Vaca desapareció el 15 de julio de 2022 y su última ubicación conocida era un templo budista en Laos

La alerta fue solicitada oficialmente a través de la Oficina Central Nacional de Interpol Argentina. Según el procedimiento del organismo, la policía del país miembro reúne la información disponible y solicita la publicación de la notificación. Luego, la Secretaría General de Interpol publica el aviso en su base de datos y alerta a los servicios policiales de todos los países miembros. El objetivo de este tipo de notificación es dar visibilidad internacional, alertar a los funcionarios de fronteras sobre la identidad de la persona desaparecida y facilitar el intercambio de información esencial para la investigación.

Los datos de Sergio Vaca en la alerta amarilla de Interpol

Los datos que figuran en la alerta de Interpol detallan que Sergio Gabriel Vaca nació el 14 de octubre de 1970 en la provincia de Córdoba y que la desaparición ocurrió el 15 de julio de 2022, cuando tenía 51 años. Al momento de su desaparición, su aspecto físico era el de un hombre de 1,80 metros de altura, aproximadamente 80 kilogramos, cabello canoso –que podría estar rapado o lucir largo– y ojos oscuros.

Según fuentes vinculadas a la investigación consultadas por Infobae, se estableció contacto con autoridades de España para corroborar si Vaca había regresado allí, pero no fue posible confirmar ningún movimiento del argentino en territorio español. Actualmente, se están solicitando datos y colaboración a países asiáticos, principalmente Laos y China, ya que son los sitios donde Vaca podría haber estado antes de su desaparición.

Vaca tenía 51 años al momento de desaparecer

En diálogo con este medio, Eliana, hija del hombre desaparecido, contó: «Mi papá está desaparecido. Vivía en Valencia, España, hasta julio del 2022. Ese mismo año se fue a Asia.Su último mail fue en noviembre del 2022, donde decía que se encontraba en un monasterio budista en Laos y que volvería en un año. Desde entonces no ha dado señales de vida“.

De acuerdo a lo que reveló la mujer, Vaca tenía una comunicación fluida con su familia, a pesar de la distancia que los separaba. “En el último mail él relataba que había conseguido trabajo en un monasterio budista a cincuenta kilómetros del límite con China. Esas fueron sus coordenadas. Para nosotros fue un cambio muy extraño, pero al mismo tiempo lo respetamos”, relató la mujer que actualmente vive en Brasil.

Él dijo que se encontraba en un monasterio budista, que necesitaba la paz, que en ese momento era lo que estaba buscando. Perfecto. Que iba a estar una temporada y en un año volvía», agregó Eliana, quien tras superar una situación personal que le tocó vivir en ese periodo, le sorprendió que todavía no tenga noticias de su padre hasta ese momento.

Y explicó: “Al principio, le digo a mi hermano que de alguna forma lo iba a buscar. Esto era muy extraño. Tenía algo que me decía: ‘Buscalo, buscalo, buscalo’, y ahí empecé a preguntar en grupos de Facebook de argentinos en Tailandia, en Vietnam, Camboya, Laos… La primera alerta fue que en ese supuesto lugar donde él dice que estaba, no existen monasterios budistas“.

Vaca vivió en Valencia durante 15 años y su familia pide que cualquier información se contacten con ellos

«La segunda alerta fue que en los monasterios en Asia no aceptan extranjeros como intérpretes para que trabajen ahí“, sumó la hija de este cordobés que realizó la denuncia a Cancillería argentina y luego en la Interpol para dar con el paradero de su padre.

Justamente, la alerta de la familia está puesta en los últimos corres electrónicos que el hombre les habría enviado para dar a conocer su paradero. En ese marco, aclararon que cuando comenzó con su viaje “él ya no tenía WhatsApp, no tenía Instagram, por eso enviaba mails” y añadió: “Los mails tienen una IP, pero es lo más difícil de rastrear. Entonces, también, eso fue otra cosa extraña, porque se comunicaba por mail”.

Asimismo, puntualizó que en las últimas comunicaciones que tuvieron “él indica cosas específicas, todo lo sentimental y lo mal que estaba, entonces era claramente él”. “Después intentamos comunicarnos a ese mail y ya no existía, nos daba error. Yo después le seguí mandando mensajes, no le llegaban. Le mandé mensajes a otro mail y no le llegaban”, enfatizó.