Aunque las consultoras privadas pronosticaban una desaceleración del ritmo inflacionario en mayo, pocas llegaron a hablar de un índice tan bajo como el que publicó el Indec (1,5%). El dato sorprendió, pero a su vez confirmó algo que ya se esperaba: el mes pasado se registró el menor avance mensual del IPC desde mayo de 2020.
Diferentes economistas analizaron el escenario de desinflación y explicaron por qué el ritmo de aumento de los precios sigue bajando. Todos coincidieron en que el comportamiento del precio de los alimentos fue fundamental, pero sumaron otras explicaciones técnicas que justifican el comportamiento del IPC general.
Para Camilo Tiscornia, director de C&T Consultores, “en la reducción de la inflación respecto de abril hubo una influencia importante de los productos estacionales, que bajaron 2,7% mensual, comportamiento mayormente explicado por frutas y verduras”. El economista destacó que, como consecuencia, la inflación núcleo —que deja de lado los productos estacionales y regulados— fue del 2,2%, “lo que implicó una reducción de un punto respecto de abril y constituyó también la menor desde mayo de 2020”.
Tiscornia atribuyó el buen dato a una combinación de factores: una política macroeconómica consistente con la desinflación y elementos coyunturales como la baja en el precio de los combustibles, el retroceso de las verduras —que corrigieron subas anteriores— y el efecto del “hot sale” sobre el consumo. Sin embargo, advirtió que la inflación de junio podría ser más alta. “Los datos parciales de nuestro relevamiento para la región GBA sugieren que la inflación de este mes será mayor que la de mayo”, sostuvo.
“El dato de hoy es muy relevante, pero al menos para mí era previsible. A mí me daba un poco más de 1,5, más cerca de 1,8, pero estaba claro que el ancla fiscal, por un lado, la no emisión y la flotación libre del tipo de cambio a un nivel casi crucero de $1.200, permitía inferir que es muy sólido el plan fiscal, monetario y cambiario, como para facilitar un proceso muy fuerte de desinflación”, destacó Antonio Aracre, en diálogo con Infobae.
“Creo que el lunes precios mayoristas va a dar por primera vez empezando con cero, 0,9, tal vez. Es un símbolo y un logro muy importante para el Gobierno en cuanto al cumplimiento de su contrato electoral y fue en tiempo récord”, agregó.
La consultora LCG también subrayó el impacto de los alimentos en la desaceleración del mes. En su medición, el rubro Alimentos y Bebidas pasó de aumentos del 5,9% en marzo, a 2,9% en abril y apenas 0,5% en mayo. “Caídas nominales en Frutas y Verduras, de -1,7% y -9,8% en GBA respectivamente, explicaron buena parte de esta moderación. Por el peso relativo de alimentos en la canasta, este rubro explicó 0,7 puntos porcentuales de la desaceleración del índice general”, detallaron.
Además, LCG señaló que la moderación también se verificó en otros rubros sensibles al bolsillo como Indumentaria, que pasó del 3,8% en marzo a 0,9%, y Recreación y Cultura, que cayó del 4% al 1,7%. Entre ambos explicaron una parte relevante del freno mensual del IPC.
Para Federico Filippini, Chief Economist de Adcap Grupo Financiero, la contribución de los precios estacionales a la desinflación de mayo fue “desproporcionada”, incluso en comparación con los meses previos. “Los precios subyacentes se mantuvieron relativamente estables en 2,2%, al igual que los servicios, que se ubicaron en 2,7% frente al 3% del mes anterior”, indicó.
El economista remarcó además que la inflación parece haberse desacoplado del movimiento del tipo de cambio. “Este limitado pass-through probablemente refleja varios factores: la debilidad de la actividad económica, el impacto de una mayor apertura comercial con menores aranceles y la reducción de impuestos internos”, analizó. Y agregó que, en el marco de la actual estrategia económica, “el Gobierno logró aplicar una depreciación del tipo de cambio real cercana al 10% desde mediados de abril sin desencadenar inestabilidad. Por el contrario, esto ayudó a anclar las expectativas de inflación”.
Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, vinculó la desinflación a los pilares del programa económico del Ejecutivo. “La desaceleración de la inflación no es casualidad, sino que responde a dos cuestiones fundamentales: la reducción del gasto público para terminar con el déficit fiscal y la recomposición del balance del BCRA”, expresó.
“En la reducción de la inflación respecto de abril hubo una influencia importante de los productos estacionales, que bajaron 2,7% mensual, comportamiento mayormente explicado por frutas y verduras” (Tiscornia)
Según Marí, “por años, el Banco Central funcionó como un financista del fisco, y el resultado fue la destrucción de nuestra moneda. Hoy, vuelve a tener el control de la política monetaria, lo que le ha permitido abocarse a su labor fundamental, que es darnos a los argentinos una moneda estable”.
Desde el Grupo SBS, el economista jefe Juan Manuel Franco coincidió en que “la desinflación de mayo fue apuntalada por la caída en precios de combustibles, reducciones de algunos aranceles a importaciones e impuestos internos y a expectativas nominales que se mantienen ancladas”. En ese sentido, señaló que se observa una curva de tasa fija en pesos por encima de la curva de futuros en dólares, lo que refleja un mercado con expectativas de estabilidad.
Por su parte, Damián Vlassich, Team Leader de Estrategias de Inversión en Invertir Online, hizo foco en la combinación de varios factores que permitieron consolidar la tendencia a la baja. “Un tipo de cambio estable, precios regulados con una dinámica acotada y la retracción en productos estacionales, que incluso mostraron una caída mensual de -2,7%, explican gran parte de la baja generalizada en la inflación”, afirmó.
Vlassich advirtió que si bien el dato de mayo “refuerza la señal de que el proceso de desinflación sigue firme”, hay elementos que podrían frenar ese sendero. “Deberemos seguir monitoreando de cerca los indicadores de precios núcleo y la evolución de servicios —y salarios— que crecieron por encima del promedio y podrían anticipar cierta resistencia en la desaceleración hacia adelante”, concluyó.
Así, entre factores estacionales, políticas de estabilización fiscal y monetaria, ancla cambiaria y contracción de la actividad económica, el índice de inflación de mayo se explica por múltiples variables. Aunque la mayoría de los analistas ven posible que continúe la tendencia descendente, también coinciden en que habrá que prestar atención a cómo evolucionan los precios de los servicios, los ajustes pendientes en tarifas y los ingresos reales en los próximos meses.