El ritmo de los precios en agosto podrían reflejar una primera respuesta a las tensiones cambiarias de las últimas semanas. En los próximos días se conocerá el IPC de julio, que parecería no haber absorbido la suba del tipo de cambio, por lo que habría terminado por debajo del 2 por ciento.
En los primeros de este mes la película sería distinta, según los primeros sondeos realizados por consultoras privadas. La magnitud que tenga la reacción de los precios a la suba de 14% del dólar oficial a lo largo de julio es todavía materia de discusión. En el Gobierno consideran que no debería haber traslado del dólar más alto a las góndolas por la restricción monetaria: con pocos pesos, los vendedores tendrían así menos margen para subir sus precios.
Entre los analistas privados aseguran que ese pass through existirá, aunque con intensidad debatible. “Se trasladará lo que se pueda, ¿dónde está escrito que la inflación es 1,5%? No se puede tapar el sol con la mano. Si la cosa está fría, habrá menos traslado”, dijo el economista Carlos Melconian en Infobae en Vivo, en referencia a que un contexto de actividad económica más tímido.
Los primeros números que consignan informes privados dan cuenta de una primera ola de aumentos como respuesta a esa suba del dólar de julio, que si bien tuvo lugar a lo largo del mes, aceleró sobre los últimos días. EcoGo proyectó una suba mensual del 1,9% para el nivel general, impulsada por aumentos en alimentos, servicios regulados y algunos rubros específicos. En la primera semana del mes, los alimentos consumidos dentro del hogar subieron 0,6%, lo que llevaría la variación mensual a 2,2 por ciento. Al incorporar los alimentos consumidos fuera del hogar (3,2%), el indicador de alimentos total alcanzaría el 2,3 por ciento.
La consultora señaló que, si bien el tope que imponen el nivel de poder de compra de los salarios al consumo y la competencia con productos importados contienen el índice, persisten factores que presionan al alza, como subas en colectivos y subtes (3,6%), prepagas (1,6%), tarifas de servicios públicos (hasta 2%), cigarrillos (3,6%) y expensas (1,5 por ciento).
Desde LCG, en tanto, destacaron que el traslado a precios de los movimientos del tipo de cambio oficial se presenta, por ahora, más acotado que en episodios anteriores. “Una demanda poco pujante, en paralelo con la apertura de importaciones, ayuda a que los márgenes no se recompongan a la misma velocidad que lo hacían antes”, señalaron en su último informe.
Sin embargo, advirtieron que la reciente suba del dólar podría frenar la trayectoria descendente de la inflación. “Aunque estos movimientos del dólar no impliquen a priori un salto discreto en los niveles de inflación, sí creemos que podrían significar un freno a la dinámica de desaceleración que venía dándose”, analizaron.
LCG también destacó que, en un contexto más volátil, la respuesta de ajuste de precios no resulta tan directa como en el pasado. “Con la actividad que no despega con fuerza y con la mayor apertura de importaciones que disciplina precios, el segmento minorista sigue apostando a una baja de márgenes, lo que actúa como contrapeso achicando o demorando el usual pass-through a precios”.
Por su parte, el director de Focus Market, Damián Di Pace, coincidió en que la reciente suba del dólar aún no se reflejó de forma plena en los precios. “La suba del dólar ocurrió, pero todavía no se trasladó de forma directa a los precios porque muchas empresas prefirieron esperar a ver si se estabilizaba”, explicó. Según los relevamientos de la consultora, “en agosto sectores como alimentos tuvieron ajustes del 2,4%, en bebidas fue mayor, de casi 5%, y en limpieza y cuidado personal casi nulos en promedio”.
Di Pace destacó además el cambio en el comportamiento del consumidor frente a episodios de suba del dólar. “No vi, a diferencia de otro ciclo económico, argentinos agolpados sobre la góndola del supermercado desesperados por ir a comprar”, señaló en declaraciones a Canal E. Y agregó: “Mientras en épocas de inflación mensual más alta el negocio era el acopio, ahora por parte del minorista no es el stockeo, es la rotación, porque el cliente ya no convalida aumentos indiscriminados”.
Esta semana, el economista Orlando Ferreres pronosticó para agosto una inflación mayor al 2% y que puede llegar al 3%, después del salto que tuvo durante julio el precio del dólar oficial. “Tampoco va a ser un aumento muy grande, puede llegar al 3% quizá, y quizás pase el dos, pero no van a ser grandes los efectos de la inflación sobre el crecimiento económico”, afirmó Ferreres en declaraciones a Radio Rivadavia.
Dentro de una semana se conocerá el IPC de julio, y se prevé una suba leve respecto al 1,6% que había registrado junio. Durante la quinta semana de julio, Analytica registró una variación semanal de 0,3% en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires. De esta forma, el índice de julio se acercaría al 1,9%, un número replicado por otras consultoras.
Las estimaciones de Equilibra, precisamente, coinciden: tanto el IPC Nivel General como el IPC Núcleo subieron 1,9%, según sus propias estimaciones. Los precios Regulados lideraron el alza del mes (+2,4%), mientras que los Estacionales treparon menos de 2 por ciento. De igual manera, el relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA presentó un incremento de 1,9% mensual.