La inflación de agosto no aceleró sustancialmente respecto a julio a pesar de la escalada cambiaria. Reuters

Agosto terminaría con una inflación cercana al 2% mensual, según estimaciones privadas adelantadas, y así el impacto de las tensiones cambiarias que arreciaron durante julio tuvieron un traslado acotado al universo general de precios. Implicaría, así, un número estable respecto al 1,9% de julio y sería el segundo mes con esa tendencia.

Las consultoras que hacen seguimientos de precios semanales -en grandes rasgos, con alcance limitado a alimentos y bebidas- observaron en términos generales un inicio de mes con un efecto marcado de la volatilidad cambiaria en el ritmo de aumentos, con picos que llegaron a superar el 1% semanal y luego con un escenario más calmo sobre el cierre de agosto.

Los economistas terminan por estas horas de hacer los últimos cálculos con los días que restan del mes y una proyección hacia toda la canasta del IPC. Hay estimaciones preliminares que dan cuenta de que el índice de precios habría experimentado una aceleración, aunque leve, por encima del 2 por ciento.

Los alimentos terminarían cerca de 2,5% -es el rubro que primero absorbe incrementos en el tipo de cambio- pero los movimientos del resto de los bienes y servicios acomodarían el promedio por abajo de esa cifra. Pero no es un diagnóstico unánime: otras creen que hubo estabilidad respecto a julio o incluso un ritmo algo menor. El dato oficial del Indec se conocerá el 10 de septiembre, tres días después de las elecciones legislativas bonaerenses.

Variación semanal de precios según EcoGo en lo que va de agosto

Según un informe de EcoGo, en la cuarta semana de agosto los alimentos consumidos dentro del hogar experimentaron un aumento del 0,3 por ciento. Este dato muestra una clara desaceleración en comparación con las subas anteriores, ya que la semana anterior se había proyectado un aumento de 0,6 por ciento. En consecuencia, la inflación en alimentos para el mes de agosto ascendería a 2,3 por ciento.

Incorporando los aumentos en los alimentos consumidos fuera del hogar, el índice total de inflación de alimentos alcanzaría un 2,5% mensual y la general, un 2,1 por ciento. En cuanto a los principales aumentos de la semana, los servicios telefónicos fueron los que más subieron, con un incremento del 2,7 por ciento.

También se destacaron los antihistamínicos, que subieron un 1,4%, y las computadoras, con un aumento del 1,3 por ciento. Las frutas y verduras también mostraron aumentos, con un 1,2% en las frutas, destacándose la manzana con una suba del 2,4%, y un 1,3% en las verduras, con un incremento notable en la categoría “otras verduras frescas y congeladas”, que subió un 1,8 por ciento.

Por su parte, PxQ también reportó un aumento en los precios, aunque en su caso el índice de precios registró un crecimiento de solo 0,3% en la cuarta semana de agosto. Esto llevó la proyección mensual de inflación a 2,2 por ciento. Dentro de este aumento, la categoría de Alimentos y Bebidas no alcohólicas fue la más influyente, con una suba de 0,7%, superando los incrementos observados en semanas anteriores.

Entre los productos más destacados de esta categoría se encuentran el tomate, que aumentó un 10,4%, el pan fresco (+3,7%), el jamón cocido (+1,7%) y otras frutas (+2,5%). En cambio, el jamón crudo experimentó una caída de -6%, lo que parcialmente compensó el alza registrada a comienzos del mes. En Restaurantes y Hoteles, el incremento fue del 0,5%, impulsado por subas en platos con carne vacuna, pizzas y empanadas, mientras que en Bienes y Servicios Varios, los aumentos fueron más moderados, con subas de 2% en jabones, 5,5% en utensilios de cuidado personal y 1,4% en desodorantes, perfumes y colonias.

Dos consultoras observaron fenómenos distintos. Analytica, por ejemplo, cerrará su indicador con un número mensual general de precios de 1,7%, una leve desaceleración respecto al 1,9% de julio. Libertad y Progreso, con los datos hasta la semana pasada, también había proyectado ese número.

Por su parte, según el informe de LCG en la cuarta semana de agosto, los precios de alimentos y bebidas registraron una caída de 0,1% semanal. Sin embargo, en las últimas cuatro semanas, la inflación promedio en este rubro mostró una aceleración, alcanzando un 2,4% mensual. Al comparar la medición de inflación de punta a punta, el aumento fue del 3% mensual, lo que refleja un incremento notable, especialmente impulsado por los aumentos registrados durante la primera mitad de agosto. Estos datos sugieren que, a pesar de la desaceleración semanal, la tendencia inflacionaria de los alimentos sigue siendo significativa en el mediano plazo.

En el Gobierno aseguran que la escalada cambiaria de julio -que fue especialmente pronunciada en los últimos días de ese mes- no tuvo un traslado a precios tan inmediato por cuestiones monetarias: no habría pesos suficientes para convalidar aumentos en góndola a riesgo de perder cantidad de ventas. El enfriamiento de la actividad económica es, precisamente, otro de los argumentos que en el mercado registran como explicación para que ese pass through haya sido limitado.