En dos pueblos de Tacuarembó aparecieron animales muertos, una escuela incendiada y mensajes amenazadores (Captura. Telemundo/Canal 12)

Los pocos habitantes que hay en Cuchillas de Peralta y Cardozo Chico –en Tacuarembó, al norte de Uruguay– llevaban dos años sintiendo temor. Desde 2022, la Fiscalía investiga actos vandálicos en una zona en la que han aparecido animales muertos, una escuela incendiada y mensajes amenazadores.

La prosima de la kasa no keda nada ni las cenisas si ni la usan la kasa total”(sic), decía uno de los mensajes amenazantes que apareció, que llamó la atención por las faltas de ortografía. El mensaje estaba colocado sobre un palo de madera, escrito sobre una hoja en blanco con marcador azul.

Otro de los mensajes, consignado por el medio uruguayo, continuaba con las amenazas: expresaba que iba a hacer explotar a la escuela con todos los alumnos dentro.

El misterio de lo que sucedía en esos pueblos ubicados a 300 kilómetros de Montevideo comenzó a despejarse hace pocos meses, cuando la Policía dio con la sospechosa: se trataba de la auxiliar de la escuela de Cardozo Chico, la trabajadora que se encarga de las tareas de limpieza y mantenimiento del centro educativo. Era una mujer que ayudaba a la maestra de un local al que asistían tres alumnos. Pero estaba de licencia médica por razones psicológicas.

El incendio de una escuela en Tacuarembó (Uruguay) generó misterio (Captura Telemundo/Canal 12)

La mujer se mostraba como una víctima de los incendios, pero los vecinos tenían videos que mostraron a la Policía que la involucraban. Además, encontraron sus huellas dactilares en los lugares.

Cuando los peritos le pidieron que escribiera para analizar su caligrafía, ella se negó. Finalmente lo terminó haciendo y la letra coincidía con lo que aparecía en alguna de las cartas encontradas en la escuela.

Después de haber sido descubierta, la mujer intentó suicidarse, pero fue internada. Inicialmente fue declarada inimputable y fue enviada al hospital psiquiátrico Vilardebó, pero finalmente la Justicia revirtió esa medida, informó El Observador.

Ahora, la auxiliar de una de las escuelas fue declarada imputable y enviada a la cárcel de Tacuarembó. La Justicia de Paso de los Toros (la ciudad más cercana a esas dos localidades) dispuso la formalización de la investigación e imputó a la mujer en calidad de autora de “reiterados delitos de amenazas y de violencia privada agravados por realizarse con escritos anónimos”.

Vecinos se manifestaron reclamando

Otro de los delitos por el que se la investiga son “reiterados delitos de incendio agravados por tratarse en uno de ellos de un lugar público y en los restantes sobre edificios destinados a habitación”. Además, se la acusa de haber cometido “reiterados delitos de simulación de delito todos en régimen de reiteración real entre sí”.

La mujer fue enviada a la cárcel durante cuatro meses como medida cautelar a la espera de que avance la investigación.

Antes de que ella fuera descubierta, los sospechosos de los ataques eran una banda de menores, que eran conocidos por los robos. Pero la policía apuntaba hacia otro lado y llegó a temer por la seguridad de los jóvenes. Pensaban que, si los habitantes del lugar reaccionaban, les podrían hacer daño. Pero en medio de la investigación por los incendios, estos jóvenes fueron detenidos por hurto y fueron llevados a un centro de reclusión de menores.

Mientras se investigaba esta situación misteriosa, la policía dispuso de un patrullero durante las 24 horas en la escuela de Cuchilla de Peralta. Incluso se dio otra situación insólita: la madre del único niño que iba a la escuela montó un aula en su casa para que siguiera teniendo clases, según comentó al noticiero Telenoche de Canal 4. La maestra iba todos los días hasta la altura de la ruta en la que vive el niño y su madre se arrimaba hasta ahí, para recorrer el camino vecinal que la dejaba en su casa.