El crecimiento de la población uruguaya está estancado desde hace décadas. Los datos del último censo, realizado en 2023, encienden algunas señales de alerta y muestran desafíos para las políticas públicas. Uno de los primeros datos que se conocieron reveló que, si no fuera por la inmigración, la población hubiera disminuido en los últimos 12 años.
Ante este escenario, varios dirigentes políticos promueven que haya una nueva ola migratoria para revertir la tendencia. Para conseguirlo, serán necesarios una serie de beneficios y estímulos, de acuerdo con la propuesta.
El último en hablar de este asunto fue el senador Pedro Bordaberry, del opositor Partido Colorado. “Estamos perdidos”, dijo el legislador al disertar en un Almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) consignada por El País.
Cada vez nacen menos niños en el país y, para Bordaberry, es tiempo de buscar una solución.
“Debemos desarrollar la atracción de talentos y hacer un shock inmigratorio”, propuso. Su planteo implica que se generen beneficios y mejoras en las residencias de quienes deciden vivir en Uruguay.
Su planteo también incluye que Uruguay atraiga a jubilados de alto poder adquisitivo que se instalen en el país, algo similar a lo que “ocurre en Miami”, según planteó. Esa ciudad tiene varios atractivos para quienes se retiran del mercado laboral, sostuvo Bordaberry.
En una línea similar se había expresado tiempo atrás Conrado Rodríguez, legislador del mismo sector de Bordaberry. Fue en 2023 que se propuso estudiar cómo revertir la baja natalidad del país y analizar si es conveniente promover una nueva ola migratoria.
Los datos de natalidad y migración de Uruguay
Algunos estudios, que se realizaron en el marco de la última reforma jubilatoria realizada por el país, indican que la población de Uruguay crecería hasta el 2040 cuando alcanzaría los 3,54 millones de personas, pero que a partir de ese año comenzaría a descender hasta ubicarse en 2,8 millones en 2100. Otro dato que refleja esta caída en la tasa de natalidad es la comparación en la cantidad de nacimientos. En 1996 (cuando entró a regir la última reforma jubilatoria de Uruguay), nacieron 59.000 bebés, mientras que en 2021 fueron 34.600.
Más allá del estancamiento en cuanto al número, si se hace zoom en la información se puede ver que hay movimientos internos en la población y también flujos migratorios que quedan reflejados. El más contundente es la ola caribeña: antes de 2012, eran apenas unos 600 los venezolanos que decían vivir en Uruguay; desde ese año se registró el arribo de miles y miles.
La lista de extranjeros que vivían en Uruguay en 2023 alcanzaba las 107.953 personas. Desde esa fecha, la población extranjera siguió creciendo y alcanzó los 122.151 habitantes, según las estimaciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística.
El ranking de extranjeros que viven en Uruguay lo encabeza Argentina. Son 32.027 las personas que dijeron haber nacido en ese país y vivir del lado uruguayo. En el segundo puesto aparecen los venezolanos, que son 16.179, de acuerdo a los datos difundidos por el diario uruguayo. En el tercer lugar están los cubanos (son 11.862). El top 10 continúa de la siguiente manera: Brasil (10.766) España (8.211), Estados Unidos (3.095), Italia (2.830), Perú (2.780), Colombia (2.759) y Chile (2.170). En el final de la lista, y con un ciudadano de esa nacionalidad que dijo vivir en Uruguay, aparecen Ruanda, Omán, Mongolia, Jamaica, Guinea, Bosnia y Turkmenistán.
Según la información del censo, el 51% de los migrantes que viven en Uruguay declaró haber llegado en la última década. En el caso de Argentina, cerca de un tercio lo hicieron después del 2013.