El hombre fue imputado en la sede del Poder Judicial de Neuquén

Un hombre fue imputado en la localidad de Centenario, provincia de Neuquén, acusado de haber cometido un delito atroz: según la Justicia, violó y dejó embarazada a una adolescente durante una pijamada. Luego de la audiencia judicial, el presunto abusador quedó detenido.

Según información publicada oficialmente por el Ministerio Público Fiscal (MPF) provincial, el acusado es un familiar de la víctima y, durante el ataque, la amenazó para que no revelara lo ocurrido.

El fiscal del caso, Manuel Islas, formuló este miércoles los cargos contra el hombre, identificado como P.D.M., tras relatar los hechos en una audiencia en la sede del Poder Judicial de Neuquén, acompañado por la asistente letrada Vanesa Muñoz.

De acuerdo a la reconstrucción de la Fiscalía, el abuso ocurrió entre febrero y marzo de este año en la vivienda del acusado. La investigación detalla que el hombre organizó una reunión de tipo pijamada en su domicilio, donde llevó a la adolescente a una habitación y la agredió sexualmente.

“Para silenciar a la víctima la amedrentó diciéndole que si decía algo, iba a matar a su madre”, indicó el fiscal del caso en la audiencia. “Como consecuencia de esa violación, ella quedó embarazada”, indicó el representante del Ministerio Público Fiscal.

El delito que le atribuyó fue abuso sexual con acceso carnal, triplemente agravado por ser cometido por un ascendiente, contra una menor de 18 años de edad, aprovechando la convivencia preexistente y por ser encargado de la guarda.

Durante la jornada, Islas solicitó la prisión preventiva por cuatro meses para P.D.M., respaldando el pedido en el riesgo de entorpecimiento de la investigación, peligro para la integridad de la víctima y posible fuga del imputado. Según remarca el informe del MPF, el juez de garantías Juan Manuel Kees avaló tanto la formulación de cargos como la prisión preventiva por el plazo solicitado.

Además, el magistrado autorizó la extracción de sangre del acusado para realizar un cotejo de ADN en el marco de la investigación judicial.

Abuso de una menor en Recoleta

La Fiscalía General N°3 ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de la Capital Federal, bajo la dirección de la fiscal general Gabriela Baigún, solicitó una pena de 15 años de prisión para Walter Barrientos García, de 60 años, imputado por abuso y explotación sexual de una adolescente de 16 años captada a través de una falsa oferta laboral de masajista.

Los hechos ocurrieron entre noviembre de 2012 y enero de 2013 en el barrio porteño de Recoleta, y la solicitud se formalizó durante el alegato previo realizado ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°6, presidido en este debate por el juez Adrián Grünberg.

Los auxiliares fiscales Claudia Rebour y Lautaro Fichter llevaron adelante la acusación. Para el Ministerio Público Fiscal (MPF), Barrientos García utilizó durante años un mismo modus operandi: aprovechar su rol de masajista para cometer delitos de trata de personas, explotación y abuso sexual.

Según el alegato presentado y difundido por el portal fiscales.gov.ar, la responsabilidad del acusado quedó probada bajo la figura de trata de personas menores de 18 años en la modalidad de captación y acogimiento, agravada por el uso de engaño y el abuso de una situación de vulnerabilidad. Se le imputa, además, abuso sexual con acceso carnal, reiterado en dos oportunidades, en calidad de autor.

Como parte de la solicitud, los representantes de la fiscalía reclamaron al tribunal una reparación económica de 2.356.308 pesos en favor de la víctima, quien fue identificada como la “Testigo C” para proteger su identidad.

La fiscalía subrayó varias agravantes: la consumación del delito de trata, la duración de la explotación sexual, la repetición de los episodios de abuso, el daño psicológico provocado a la víctima y la condición de menor de edad que tenía al suceder los hechos.

En la exposición ante el tribunal, Rebour detalló cómo Barrientos García captó a la víctima a través de un anuncio publicado en internet, usando la promesa de un trabajo como masajista con el real propósito de explotarla sexualmente.

La integrante del MPF señaló que esta propuesta resultó ser una oferta de trabajo engañosa.

Además, relató la forma en que se produjeron los abusos: el primero ocurrió cuando el acusado, bajo el pretexto de enseñarle técnicas de masaje necesarias para el supuesto empleo, obligó a la adolescente a desnudarse, lo que culminó en la consumación del mencionado abuso. La fiscal añadió que el segundo hecho fue aún más grave, ya que Barrientos obligó a la adolescente a mantener relaciones sexuales con una pareja de clientes.

Fichter, en su turno, desarrolló la calificación penal de los hechos y fundamentó los agravantes del delito de trata, haciendo hincapié en que Barrientos “sabía que era menor de edad y que se encontraba en situación de vulnerabilidad”.

El representante del MPF señaló además que el acusado obtuvo un beneficio económico a partir de la explotación sexual de la víctima.