Los Ángeles dio un paso firme en su lucha contra una práctica urbana que, con el tiempo, escaló en peligrosidad y violencia. Se trata de los llamados street takeovers, espectáculos ilegales de acrobacias automovilísticas en plena vía pública. Ahora, quienes participen, organicen o incluso solo asistan como público a estos eventos, podrán enfrentar sanciones de hasta 1000 dólares, el doble de la multa vigente hasta ahora. La medida ya cuenta con el apoyo de la Junta de Supervisores del Condado.
Qué son los street takeovers y por qué preocupan en Los Ángeles
Los street takeovers, también conocidos como sideshows, son reuniones clandestinas que suelen tener lugar en intersecciones importantes durante la noche. Allí, decenas de automovilistas bloquean el tránsito para ejecutar maniobras peligrosas, como giros circulares a alta velocidad, derrapes, quemado de neumáticos y otras acrobacias ilegales.
Aunque esta práctica existe desde la década de 1980, según el texto de la moción aprobada y citada por NBC, su frecuencia creció notablemente desde la pandemia de Covid-19. Las consecuencias no fueron menores: muertes, persecuciones policiales, tiroteos, daños materiales y un desgaste profundo de los recursos de seguridad.
En palabras de la supervisora del condado, Holly J. Mitchell, impulsora de la nueva regulación, “estos eventos están invadiendo cada vez más barrios residenciales, y la comunidad ya no se siente segura ni siquiera dentro de sus propios hogares”, informó Los Angeles Times.
La propuesta que endurece las sanciones para estos automovilistas
El martes 15 de abril de 2025, la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles votó por unanimidad (tres a cero) una moción que propone duplicar las sanciones para quienes estén involucrados en estos eventos clandestinos. La medida todavía requiere una segunda votación para que entre plenamente en vigor, pero ya marcó una posición firme de las autoridades ante una problemática creciente.
Actualmente, las sanciones civiles para conductores ascienden a US$500. De aplicarse el nuevo esquema, las multas pasarían a US$1000, y no se limitarían solo a los conductores:
- Organizadores: quienes planifiquen, convoquen o promuevan estos eventos podrán ser multados con hasta US$1000.
- Conductores: quienes realicen maniobras ilegales en la vía pública también enfrentarán la misma penalización.
- Espectadores: incluso aquellos que solo asistan a observar podrían ser sancionados bajo la nueva normativa.
La moción también plantea sanciones simbólicas y tecnológicas: se buscará que las plataformas digitales eliminen y desmoneticen las publicaciones que promocionen estas actividades ilegales. “La transmisión en vivo de estos eventos genera un ‘efecto llamada’, que vuelve incontrolable la situación para las autoridades”, indica el texto de la propuesta.
Un problema que se extendió con rapidez: los sideshows y el rol de las redes sociales
La frecuencia de los street takeovers creció de forma alarmante en Los Ángeles. Según datos presentados por el noticiero NBC4, entre enero y marzo de 2024 se registraron 176 carreras callejeras, lo que representó un incremento del 50% respecto al mismo período del año anterior.
Una parte central de la moción presentada busca atacar el problema desde otro ángulo: el digital. Las autoridades consideran que las plataformas sociales tienen una responsabilidad en la proliferación de estos eventos.
Por eso, se incluirán recomendaciones formales a redes como Instagram, TikTok o YouTube para que apliquen sus propios términos de uso, que prohíben la promoción de actividades ilícitas. Entre las medidas propuestas se encuentra:
- Eliminación de publicaciones que promuevan takeovers.
- Retiro de la monetización a cuentas que compartan contenido de estas acrobacias ilegales.
- Reportes sistemáticos a autoridades sobre convocatorias a eventos clandestinos.
El éxito de estas transmisiones demostró que los videos en vivo no solo multiplican la audiencia, sino también la participación. Cientos de personas se suman en tiempo real tras ver las imágenes, lo que complica las tareas de disuasión y dispersión por parte de las fuerzas de seguridad.