El búho orejudo rescatado en Córdoba (Foto: Policía de Córdoba).

En la tarde de ayer, personal de la División de Patrulla Ambiental rescató un ejemplar de búho orejudo en la ciudad de Córdoba. El ave fue hallada en las inmediaciones de una fábrica abandonada ubicada en el barrio Villa Esquiú, entre las calles Los Duraznos y Las Quintas.

El animal se encontraba solo. Tras evaluar la situación, los agentes procedieron a capturarlo para realizar una revisión sanitaria y brindarle atención especializada. “El ave, que inicialmente daba sus primeros vuelos, corría riesgo de ser atacada por otros animales”, destacaron fuentes policiales a Infobae.

El búho fue trasladado al Parque de la Biodiversidad para someterlo a los tratamientos necesarios. Una vez que complete el proceso de recuperación, será liberado en su entorno natural.

Características del búho orejudo

El búho orejudo, conocido científicamente como Asio clamator, es una de las aves rapaces nocturnas más extendidas de América del Sur y Central. Se distingue por su tamaño, que varía entre 35 y 40 centímetros de altura, y por un peso que puede alcanzar el medio kilo.

Uno de los rasgos más llamativos del búho orejudo son los mechones de plumas que se encuentran sobre su cabeza y que parecen orejas, aunque no cumplen funciones auditivas. Su plumaje combina tonos marrón, blanco y gris, lo que le permite mimetizarse con facilidad en ambientes naturales.

El rescate del búho orejudo cordobés (Foto: Policía de Córdoba).

Esta especie cuenta con grandes ojos amarillos, adaptados para la visión nocturna. Su hábitat abarca zonas abiertas con vegetación, como campos, pastizales y parques urbanos. La dieta del búho orejudo está compuesta principalmente por pequeños mamíferos, aves e insectos.

El lechuzón orejudo no se encuentra en peligro de extinción y mantiene poblaciones estables en gran parte de su área de distribución. Puede observarse en distintas regiones, incluso en reservas y espacios verdes de zonas urbanas.

Hallazgo de un yaguarundí en Entre Ríos

Un ejemplar joven de yaguarundí ingresó este martes en una casa del barrio Villa Urquiza, en la ciudad de Paraná. El animal, conocido también como gato nutria o puma yagouaroundi, sorprendió a la familia residente.

De acuerdo con información del Diario UNO, los dueños de la vivienda se comunicaron con la Dirección de Abigeato de la Policía de Entre Ríos para informar sobre el hallazgo. Tras el aviso, agentes de esa división y de Flora y Fauna acudieron al lugar, retiraron al animal y lo trasladaron a un sitio seguro donde se determinará su destino conforme a los protocolos para especies silvestres.

El yaguarundí es un felino de tamaño pequeño, aunque mayor que un gato doméstico. Tiene cuerpo alargado, patas cortas, orejas pequeñas y una cola larga. Su cabeza guarda similitudes con la de un puma. El pelaje carece de manchas y puede presentarse en tonos castaño rojizo o en una variante más oscura, que va del grisáceo al pardo casi negro. Ambas coloraciones pueden aparecer en una misma camada.

La longitud del cuerpo varía entre 50 y 70 centímetros, con una cola de 30 a 60 centímetros. Su altura promedia 33 centímetros y el peso de los adultos está entre 3,5 y 9,1 kilos. Es un felino ágil, adaptado a distintos entornos naturales.

Es la primera que se registra en el Santuario Histórico de Machu Picchu la presencia de ejemplares del yaguarundí. (Foto: Andina)

En su ambiente silvestre, el yaguarundí se caracteriza por hábitos sigilosos y suele ser difícil de avistar. Ha sido observado cerca de cursos de agua donde captura peces con las patas delanteras, mostrando su habilidad para la pesca. Su aparición en áreas urbanas refleja una creciente interacción y una alerta entre la fauna silvestre y las zonas habitadas.