Un proyecto de reconstrucción en una zona afectada por la guerra en el norte de Siria terminó con un hallazgo sorprendente: un conjunto de tumbas subterráneas de la época bizantina, que tendrían más de 1.500 años de antigüedad.
El descubrimiento tuvo lugar el mes pasado en Maarat al-Numan, una ciudad ubicada en la provincia de Idlib, sobre la estratégica ruta que conecta Alepo con Damasco. Esta localidad fue escenario de intensos combates durante los casi 14 años de guerra civil siria, que culminaron en diciembre con la caída del ex presidente Bashar al-Assad tras una ofensiva relámpago de los rebeldes.
Las fuerzas de Assad recuperaron el control de la ciudad en 2020, y gran parte del área fue saqueada y destruida. Las imágenes aéreas muestran barrios con viviendas aún en pie pero desprovistas de techos.
Con el inicio del retorno de los residentes y la reconstrucción, un contratista descubrió durante las obras aberturas de piedra que alertaron sobre la posible presencia de estructuras antiguas. La comunidad notificó de inmediato a la Dirección de Antigüedades, que envió un equipo especializado para inspeccionar y asegurar el sitio.
Lo que a simple vista parece un barrio común de edificios de bloques de cemento, muchos aún marcados por los estragos de la guerra, esconde bajo tierra dos cámaras funerarias. Cada una contiene seis tumbas de piedra, con símbolos cristianos visibles: “Con base en la presencia de la cruz y las piezas de cerámica y vidrio que se encontraron, esta tumba data de la era bizantina”, afirmó Hassan al-Ismail, director de antigüedades en Idlib.
Al-Ismail destacó la importancia del hallazgo dentro del contexto arqueológico regional: “Idlib tiene un tercio de los monumentos de Siria, con 800 sitios arqueológicos además de una ciudad antigua”.
El Imperio Bizantino emergió en el siglo IV d.C. como sucesor del Imperio Romano, y estableció el cristianismo como su religión oficial, dejando un vasto legado arquitectónico. En el noroeste de Siria, aún se conservan asentamientos conocidos como las Ciudades Muertas, con restos de basílicas, tumbas y calles empedradas que testimonian esa época.
En el pasado, los habitantes solían ocultar descubrimientos arqueológicos por temor a perder sus propiedades si las autoridades decidían preservar el sitio. Ghiath Sheikh Diab, testigo del hallazgo, expresó su esperanza que el nuevo gobierno compense adecuadamente a los propietarios en tales casos y apoye a los desplazados que están regresando para encontrar sus casas destruidas.
Durante el conflicto, numerosos sitios arqueológicos en Siria sufrieron daños severos, no sólo por bombardeos, sino también por saqueos y excavaciones ilegales. Algunos ven en las ruinas un signo de esperanza para la renovación económica.
Abed Jaafar, otro vecino de Maarat al-Numan, visitó las tumbas recién descubiertas junto a su hijo: “En los viejos tiempos, muchos turistas extranjeros solían venir a Maarat sólo para ver las ruinas”, recordó. “Necesitamos cuidar las antigüedades y restaurarlas y devolverlas a como estaban antes… y esto ayudará a traer de vuelta el turismo y la economía.”
(Con información de AP)