Un hombre empuja una carretilla con cocos frente a una barricada en llamas durante una protesta contra la violencia de las bandas y para exigir la dimisión del consejo presidencial de transición de Haití, en Puerto Príncipe, Haití, el 15 de mayo de 2025 (REUTERS/Jean Feguens Regala)

Haití sufre este viernes el cuarto día consecutivo sin electricidad debido al cese de las operaciones de la hidroeléctrica de Peligre, la principal del país, ubicada en Plateau Central (centro), a causa de la incursión de personas en sus instalaciones.

La empresa estatal Electricidad de Haití (EDH) emitió este jueves un comunicado en el que calificó de “atroz” el ingreso de desconocidos al área de la hidroeléctrica.

La población de las regiones abastecidas por la EDH sigue realizando sus actividades cotidianas, a pesar del agravamiento de la crisis eléctrica en Haití, sumido en constantes apagones.

Según la información que circula en medios de comunicación, la hidroeléctrica ha sido invadida por individuos residentes en Mirebalais (centro), que exigen a las autoridades estatales actuar contra las bandas armadas que controlan esa zona.

Más del 85% de la capital haitiana está controlada por poderosas bandas que han perpetrado repetidos ataques contra las fuerzas del orden y la población local.

Una mujer y su hija pasan corriendo frente a una barricada levantada por la policía en protesta por el mal gobierno en Puerto Príncipe, Haití, el 26 de enero de 2023. Las casi 200 pandillas de Haití se han aprovechado del caos, luchando por el control (AP Foto/Odelyn Joseph, Archivo)

“Para llamar la atención de las autoridades, el movimiento ha detenido las turbinas y ha interrumpido el suministro eléctrico”, escribe en su cuenta de X Frantz Duval, redactor jefe de Le Nouvelliste, el principal diario de Haití.

“En peligro desde hace meses, la central y sus instalaciones nunca han sido protegidas acorde con su valor estratégico”, afirmó Duval, al advertir que sin la central es imposible distribuir electricidad a la capital del país.

El abogado y activista Robenson Mazarin, que representa a los manifestantes de la sociedad civil que cerraron la central, declaró a la AFP que la acción se produjo en respuesta a que las ciudades centrales de Mirebalais y Saut d’Eau quedaron desprotegidas de la actividad de las bandas.

“Decidimos cerrar la central hidroeléctrica porque el gobierno ha abandonado estas dos ciudades en manos de bandas criminales. Las autoridades se niegan a desplegar la fuerza necesaria para expulsar a los bandidos y restablecer la paz”, declaró Mazarin, coordinador del Movimiento de Ciudadanos Comprometidos de la región central. “Mientras persista esta situación, la planta de producción permanecerá cerrada”.

Hasta el momento, las autoridades del Consejo Presidencial de Transición (CPT) y de la Oficina del Primer Ministro no se han pronunciado al respecto.

Un hombre sostiene pancartas mientras grita hacia un coche patrulla cerca de una barricada en llamas durante una protesta contra la violencia relacionada con las bandas en Puerto Príncipe, Haití, el 15 de mayo de 2025 (REUTERS/Jean Feguens Regala)

Desde el 31 de marzo, la coalición de bandas Viv Ansanm controla Mirebalais y ha facilitado la fuga de 515 presos de una cárcel. Viv Ansanm también forzó el 23 de abril el cierre y la evacuación de los pacientes del Hospital Universitario de Mirebalais, uno de los mayores proveedores de servicios sanitarios del país, hasta nuevo aviso.

En Haití, según el Banco Mundial (BM), la tasa de acceso a la electricidad se estimaba en alrededor del 47,1% en 2021.

“El sector se enfrenta a dificultades agravadas por la escasez recurrente de combustible y el bajo rendimiento de la empresa nacional de servicios públicos”, dijo el Banco Mundial en esa oportunidad.

Ante la incapacidad de la EDH, las familias haitianas que pueden hacerlo recurren al suministro de energías alternativas como paneles solares e inversores.

Haití es el país más pobre de América, y su inestabilidad política ha dado paso al auge de violentas bandas criminales, acusadas de asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros.

El país, dirigido por un gobierno de transición, ha experimentado un nuevo repunte de la violencia desde febrero, con bandas que presionan en zonas que antes eran seguras. Todo ello a pesar del despliegue parcial de una misión multinacional de seguridad dirigida por Kenia para ayudar a las fuerzas del orden locales.

Naciones Unidas ha advertido que Haití se acerca a un “punto de no retorno” que amenaza con sumir al país en el “caos total”.

(Con información de AFP y EFE)