Marcela Fabiana Heredia, de 46 años, murió este martes por la tarde frente a un gimnasio del partido de Moreno, luego de recibir varios disparos por parte de Gabriel Fernando Danielo, un oficial inspector de la Policía de la Ciudad, que se atrincheró dentro del local y mantuvo como rehén a su expareja. Horas después del hecho, Miriam, hermana de la víctima, brindó una entrevista y conmovida, expresó su dolor: “Nadie es quién para quitarle la vida a otra persona”.
En una entrevista con TN, manifestó su tristeza y angustia por no poder estar presente junto a su familia en este momento: “Tendría que estar allá, acompañando a mi hermana y a mi mamá, pero vivo en Río Cuarto y no tengo para viajar”, dijo entre lágrimas.
También reveló aspectos sobre la relación de Marcela con su pareja, la dueña del gimnasio: “Hace más o menos tres años que mi hermana comenzó a salir con esta chica. Siempre ella estaba mal porque esta mujer salía, volvía con su marido”.
Durante la charla, Miriam aseguró no estar al tanto de los antecedentes del agresor hasta que una de sus hijas le comentó que habían existido episodios de violencia previos: “Me enteré ahora, por una de mis hijas, ella me dijo que habían estado en una comisaría, que este señor le había pegado a su ex, que también la había amenazado a mi hermana, y termina en lo que termina”.
“Lo poco que yo puedo saber es que mi hermana iba y venía. Nosotros le decíamos que no estaba bien”, añadió, visiblemente afectada. La mujer no confirmó si Danielo tenía denuncias anteriores por violencia de género, pero deslizó que su familia había advertido situaciones preocupantes en la vida de su hermana, aunque sin conocer detalles precisos sobre el agresor.
El caso
El crimen ocurrió alrededor de las 16.30 en el gimnasio Imperio, ubicado en la calle Roque Sáenz Peña al 2200. Según informaron fuentes del caso a Infobae, Danielo, de 39 años, se presentó en el lugar donde su exnovia trabajaba como dueña del establecimiento. Lo hizo tras haber sido notificado de una restricción perimetral impuesta el día anterior, luego de que la mujer lo denunciara ante la Justicia.
Al llegar al gimnasio, el oficial discutió con su ex y, según declararon los investigadores, sacó un arma y disparó contra Heredia, quien era la actual pareja de la dueña del lugar. La mujer cayó herida en la entrada del gimnasio, aún con signos vitales, pero no logró ser asistida a tiempo y falleció en la vereda. El agresor, tras el ataque, se encerró en el local junto a su expareja, a quien tomó del cuello y mantuvo bajo amenaza con un arma de fuego durante varias horas.
La tensión en la zona se extendió mientras se desplegaba un amplio operativo de seguridad. Al lugar acudieron efectivos de la Comisaría 1ª de Moreno, el Grupo Halcón, fuerzas especiales de la Policía Bonaerense y el superintendente del grupo táctico. También llegaron los padres del agresor, quienes colaboraron con las autoridades.
Finalmente, los efectivos lograron liberar a la rehén y persuadir a Danielo, que aún se negaba a entregarse y lanzaba amenazas desde el interior del gimnasio. El femicida incluso arrojó una nota a sus colegas de la fuerza bonaerense, documento que quedó en manos de la Justicia.
Mientras tanto, el cuerpo de Heredia permaneció más de cinco horas sobre la vereda, frente al gimnasio, hasta que las autoridades judiciales pudieron intervenir en la escena. La causa fue caratulada como homicidio agravado (femicidio), amenazas y resistencia a la autoridad. Interviene la Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Moreno, a cargo de la fiscal Betiana Guilleron.
La secuencia completa del ataque y la posterior toma de rehenes quedó registrada en la investigación abierta por la fiscalía. Los testimonios recolectados hasta el momento coinciden en que la llegada del acusado al gimnasio no fue espontánea, sino que se dio poco después de que recibiera la notificación judicial de la medida que le impedía acercarse a su ex pareja.
Según las fuentes del caso, Danielo prestaba servicio en la Comuna 2B de la Policía de la Ciudad y había sido parte de la Policía Federal. Hasta ahora, no se conocieron detalles oficiales sobre su estado administrativo ni sobre eventuales sanciones previas dentro de la fuerza.
La investigación continúa en curso y los peritos trabajan en el análisis de la escena, las pruebas balísticas y el contenido de la carta que el acusado lanzó antes de ser detenido. Mientras tanto, la familia de la víctima permanece a la espera de justicia, atravesada por el dolor.