La desinformación masiva se ha consolidado como el eje central de los ataques contra el periodismo independiente en Perú, según el testimonio de Gustavo Gorriti, quien ha enfrentado campañas de difamación y amenazas directas a lo largo de más de cuatro décadas de carrera. En diálogo con Infobae, Gorriti describió cómo la manipulación informativa, amplificada por herramientas digitales y redes de troles, ha transformado la naturaleza de la hostilidad hacia la prensa, superando en escala y sofisticación a episodios previos de persecución política.
Durante la entrevista, Gorriti relató que la presión y el riesgo son constantes en su labor, pero que la reciente ola de desinformación se distingue por su volumen y organización. “La desinformación, que es básicamente el arte de la mentira disfrazada, ha sido una avalancha tremenda de mentiras, difamaciones y calumnias, con un énfasis especial en la cantidad y la masividad”, afirmó Gorriti. Explicó que el objetivo de estas campañas es convertir la mentira en una realidad aceptada por parte de la sociedad, recurriendo a la repetición y la amplificación digital.
El periodista subrayó que la única manera de enfrentar estos ataques es comprender su origen y organización. “Lo que tienes que hacer es enfrentarlos como se enfrenta a un enemigo en un conflicto, cuando sabes claramente la desproporción que existe entre lo que uno hace, que es buscar servir a la verdad, y lo que estos hacen, que es tratar de distorsionar los hechos y entronizar la mentira”, sostuvo Gorriti en la conversación. Añadió que la experiencia le ha enseñado a no permitir que las calumnias y difamaciones afecten su integridad personal, sino a rechazarlas y combatirlas.
Consultado sobre el episodio reciente en el que denunció al alcalde de Lima por incitación al asesinato, Gorriti identificó a esta autoridad como uno de los principales promotores de la desinformación y la difamación en su contra. “El todavía alcalde de Lima es uno de los agentes principales de la desinformación, de las calumnias en contra mía. Ha dirigido esa ofensiva y le ha puesto un acento de una obsesión verdaderamente demente”, declaró Gorriti a Infobae. Detalló que el alcalde utilizó actos públicos como plataforma para insultos y llegó a incitar a la violencia, lo que, en su opinión, revela el peligro que enfrenta el periodismo libre y la democracia en el país.
En cuanto al respaldo institucional y gremial, Gorriti señaló que existe una marcada diferencia entre los sectores del periodismo. “Parte del problema de la corrupción es el periodismo mismo. Hay mucho periodista corrupto. Buena parte de la desinformación se hace a través de medios periodísticos”, manifestó Gorriti en la entrevista. No obstante, reconoció el apoyo de una parte de la prensa peruana dedicada a la investigación y, especialmente, el respaldo de organizaciones internacionales como el CPJ y el Council of Journalists without Frontiers, que han sido decisivos en la defensa de la libertad de prensa.
Sobre la evolución de la desinformación en la región, Gorriti explicó que, aunque las técnicas no han cambiado sustancialmente, la capacidad de amplificación que ofrecen las plataformas digitales ha multiplicado su impacto. “La tremenda capacidad de amplificación que le da el mundo digital hace que tengan que poner mucho menos esfuerzo para llegar a mucha más gente”, indicó Gorriti. A pesar de la desventaja logística frente a los recursos de quienes promueven la desinformación, sostuvo que investigaciones bien realizadas pueden igualar o superar el impacto de las campañas de manipulación.
Respecto a la participación de actores estatales y corporativos en estas campañas, Gorriti fue categórico: “Básicamente, el cien por ciento de los casos son poderosas fuerzas organizadas, estatales y no estatales, corporativas, actuando por lo general en coalición, en coaliciones corruptas en contra de los periodistas”, afirmó. Añadió que estos esfuerzos requieren inversiones significativas y coordinación.
El papel de las plataformas digitales y sus algoritmos también fue objeto de análisis. Gorriti reconoció que pueden modificar percepciones y contribuir al silenciamiento de voces críticas, pero destacó que el periodismo de investigación ha aprendido a utilizar herramientas tecnológicas y estrategias colaborativas para contrarrestar estos efectos. “El periodismo, sobre todo el de investigación, está utilizando mucho más que antes herramientas de colaboración, a veces específicas y a veces muy generales y hasta mundiales”, explicó Gorriti en la entrevista.
Al abordar la cuestión de la censura, Gorriti sostuvo que la desinformación funciona como una forma de intimidación y censura, equiparable a la violencia. “La mentira tiene aparejada implícitamente en casi todos los casos, una forma de intimidación. Y eso, por supuesto, es una poderosa arma de censura, como lo es la violencia. Y entre la mentira y la violencia hay una distancia que es siempre corta”, advirtió Gorriti a Infobae. Insistió en que el periodismo de investigación no debe aceptar la censura ni la autocensura, especialmente por miedo.
En relación al caso Lava Jato, Gorriti identificó dos etapas: una inicial de avances significativos en la lucha contra la corrupción y una posterior de retroceso, marcada por campañas de desinformación y contraataques de los implicados. “En ese momento, cuando grandes empresarios y fortunas del continente tuvieron que concurrir a las fiscalías, realmente pareció que la lucha contra la corrupción había logrado metas previamente inalcanzadas”, recordó Gorriti. Sin embargo, la reacción de los afectados y errores en la gestión judicial propiciaron una contraofensiva que destruyó los avances y revirtió la narrativa, persiguiendo a jueces, fiscales y periodistas.
Sobre el impacto duradero de estas investigaciones, Gorriti fue pesimista respecto a los avances institucionales, pero valoró la experiencia adquirida. “Desgraciadamente, no hemos tenido avances que se hayan consolidado y que permitan permanecer. Lo único que sí hemos logrado es una gran experiencia, un inmenso conocimiento de cómo funciona la corrupción, de cómo ha sido hecha, de cómo puede y debe ser investigada”, afirmó..
En cuanto al equilibrio entre la urgencia de publicar y la verificación ética, Gorriti diferenció entre respuestas editoriales y periodismo de investigación estricto. Subrayó la importancia de emplear el tiempo necesario para verificar los hechos en profundidad antes de publicar, pero también de saber organizar y responder con base en verdades ya establecidas.
Consultado sobre investigaciones actuales en IDL-Reporteros, Gorriti confirmó que existen trabajos en curso, aunque prefirió no comentarlos en detalle.
El reconocimiento internacional, como el premio World Press Freedom Hero del IPI, representa para Gorriti un honor y una responsabilidad adicional. “Me siento profundamente honrado de que personas que han tomado esa decisión, que son todos periodistas eminentes y con un gran conocimiento de lo que sucede en Latinoamérica y en el mundo, hayan tomado esa decisión”, expresó. Considera que estos galardones impulsan a perseverar en la defensa de la verdad y la democracia.
Sobre el efecto de la atención internacional, Gorriti reconoció que puede servir tanto de protección como de incentivo para la hostilidad local. “El tener los ojos del mundo puestos significa para los perpetradores saber que la capacidad de quedar impunes es mucho menor, pero también exacerba el odio que llegan a tener”, explicó Gorriti. Describió el ejercicio del periodismo y la defensa de la democracia como una situación de conflicto permanente, en la que la verdad es la principal arma de la sociedad.
En cuanto al rol de las organizaciones globales y los medios internacionales, Gorriti lamentó la escasa conciencia y apoyo efectivo a la investigación periodística en América Latina. “El número de personas dispuestas a apoyar eso es por desgracia muy escaso”, señaló.
Al reflexionar sobre su motivación para continuar investigando pese a los riesgos, Gorriti destacó la nobleza del oficio periodístico y el desafío intelectual y creativo que implica. “Hay pocas cosas tan nobles como aquella que emprenden los periodistas que han realmente de luchar por que su trabajo sirva a la sociedad, de que las verdades que sacan a la luz lleguen a la gente”, afirmó Gorriti.
A los jóvenes reporteros que aspiran a hacer periodismo de investigación en contextos adversos, Gorriti aconsejó reflexionar cuidadosamente sobre los riesgos y prepararse tanto física como intelectualmente. “El periodismo requiere de dos cosas fundamentales. Primero, desarrollar el arte del relato, de contar historias. Y en segundo lugar, desarrollar la disciplina de la investigación en profundidad”, recomendó. Insistió en la importancia de la lectura y el aprendizaje constante.
Finalmente, sobre su concepto de la verdad tras décadas de confrontar el poder y las mentiras, Gorriti sostuvo: “Lo que se busca es reflejar en lo que quede la verdad de los hechos. La verdad de los hechos tal y cual ocurrieron, que uno ha podido verificar adecuadamente. Ese concepto no ha cambiado y no cambiará”. Al resumir su misión periodística, Gorriti concluyó: “Haber dedicado mi vida a relatar historias que merecieron ser reportadas, verificadas y contadas”.