La vida de Guillermo Francella nunca deja de sorprender al público, y en esta oportunidad lo hizo lejos del escenario o el set, en un estudio de radio donde mostró una de sus debilidades más entrañables: el amor por Mono, el perro de la familia. Este costado, hasta ahora menos conocido, salió a la luz en una de las últimas emisiones de Antes que nadie (Luzu), el ciclo que integra su hija Yoyi Francella junto a Diego Leuco. El encuentro no fue uno más: el actor protagonizó un divertido y tierno reencuentro, asegurando ante todos los presentes que tenía al animal “secuestrado”.
La mañana en el estudio se volvió especial cuando Leuco decidió compartir al aire el instante que desató sonrisas en todo el estudio: el esperado reencuentro entre Mono y su “abuelo”. La cámara enfocó a Guillermo sosteniendo en brazos a su querido perro, que se entregó al mimo y la charla con total comodidad. “Es un pequeño secuestro para nosotros. Lo podés compartir al aire. Quería poder mostrar el grado de felicidad que tiene este animal”, bromeó el actor, mientras la joven se preguntaba con picardía dónde, exactamente, encontraba las pruebas de esa felicidad en la mascota.
El clima entre padre e hija fue distendido y lleno de complicidad. Entre caricias y guiños, el actor no dudó en seguir el juego. “Mirá la alegría. Ahora vamos a hacer la tarea, me va a ayudar con los guiones. Gracias, no sé si lo voy a devolver. Adiós, acá hay paz”. afirmó.
La naturalidad con la que el actor habló del perro y su lugar central en la familia logró relajar aun más el ambiente en el estudio, mientras Yoyi compartía su propio cariño por Mono en medio de la competencia amorosa con su papá. “Mono es lo más grande que hay”, expresó, resignada y divertida al ver la intensa conexión que une a los dos.
Este costado doméstico y cálido de Francella surge en paralelo a un presente profesional absolutamente imparable. A pocos días de su estreno, Homo Argentum, la película que encabeza, se consolidó como una de las revelaciones del año en boleterías nacionales. En apenas once días, la producción alcanzó una marca extraordinaria: 1.080.000 personas compraron su entrada para verla, instalando al filme en la cima de los lanzamientos argentinos recientes y como uno de los títulos más convocantes de la historia.
El suceso numérico es contundente. Según las cifras de las salas, seis de cada diez espectadores que acudieron al cine en ese período optaron por Homo Argentum, aun con una oferta generosa de 74 títulos en cartel. Este dato coloca a la obra dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat en un club selecto: es la tercera película argentina que logra superar el millón de espectadores tan rápidamente, acompañando el podio que hasta ahora únicamente ocupaban dos éxitos contemporáneos como Relatos Salvajes y Metegol.
El fenómeno de la película va incluso más allá de las cifras de venta. La película batió récords al convertirse en la segunda producción de 2025 en alcanzar el millón de entradas de manera más veloz, superando incluso a tanques internacionales como Minecraft, que demoró un día extra para lograr el mismo número. Con este logro, Francella suma otra medalla a su extensa trayectoria en la comedia y el drama argentinos.
Este impacto trasciende la pantalla grande, ya que no solo cautivó con su historia, sino que se convirtió en eje indiscutido de charlas, hilos en redes sociales, debates mediáticos y controversias que alimentaron el fenómeno desde antes, incluso del estreno. Las opiniones, tanto a favor como en contra, potenciaron el interés del gran público y volvieron a instalar a Guillermo y a su equipo artístico en el corazón de la conversación cultural de este año.
Lejos de apagarse, la repercusión continúa creciendo, apuntalada por las sucesivas reacciones en las salas y por el boca en boca que sitúa a la comedia como uno de los grandes sucesos del cine argentino de todos los tiempos. Mientras tanto, el propio Francella no oculta su alegría y agradecimiento ante la respuesta de quienes llenan las butacas, permitiéndose disfrutar, además, de los momentos más simples y genuinos junto a su familia.