A una semana de la muerte de Luciano Ojeda, Gladys la Bomba Tucumana eligió recordar públicamente el amor que compartieron al mostrar el pacto que firmaron años atrás. La cantante evocó la intimidad de ese vínculo revelando un manuscrito cargado de sentimientos y promesas, plasmado en una libreta que hoy se convierte en testimonio de la relación y el dolor en el duelo.
En sus redes sociales, Gladys compartió la fotografía del pacto que firmó con su novio, escrito de su puño y letra. La imagen difundida exhibe la libreta abierta sobre una superficie verde. En una de sus hojas, el mensaje manuscrito, fechado en Buenos Aires el 28 de octubre de 2022, expresa la profunda gratitud y devoción entre ambos. Gladys agradece a su pareja con la frase: “Amor de mi vida, gracias por amarme”, y extiende su afecto detallando: “Quiero que sepas que amo tu cuerpo, alma, gestos, emociones, voz, caricias y todo lo que te representa”.
El texto continúa con una mención al destino, a la fortuna de haberse encontrado en el camino y al disfrute compartido en cada momento: “Doy gracias al destino de darme la suerte de habernos cruzado en tu camino. Disfruté, disfruto, y si Dios no lo permite disfrutaré por el resto de mi vida en cada instante y momento”.
Más adelante, resalta el compromiso de cuidar el vínculo y mantener la autenticidad del otro: “Prometo respetarte, cuidarte, amarte, mimarte y malcriarte por siempre. No dejes nunca de ser quien sos, y no cambies nunca por nada”. El mensaje culmina con una declaración que trasciende el presente: “Te amo en esta y en todas nuestras vidas”.
Debajo del escrito figura la firma que da validez personal al pacto, así como una ratificación fechada el 19 de septiembre de 2023: “Ratifico lo expresado”. Finalmente, en el pie de página aparece un sello profesional a nombre de Ojeda Huanca Arturo, con su título de Licenciado en Higiene y Seguridad del Trabajo, número de matrícula y referencia, un detalle que completa la significación del documento y pone en relieve su valor simbólico para Gladys en este momento de duelo.
Esta no es la primera vez que se expresa por el dolor que siente por la pérdida de su pareja. “Solo paso por acá para agradecer a todas las personas que te apreciaron y estuvieron a tu lado hasta tu último momento en este mundo injusto”, comenzaba diciendo la carta que publicó la artista para recordar a Ojeda. Desde ese primer latido, la publicación se convierte en una plegaria que recorre lo vivido, lo perdido y lo prometido. “Gracias por todos los momentos compartidos, por el inmenso amor que me diste, por haberlo dado todo… hasta lo que no tenías”, escribió.
Gladys se refiere a Luciano con una letanía de apodos que son también símbolos de una intimidad inviolable: “Mi flaco, mi guerrero, mi centurión, mi turco, mi soldado, mi capitán, mi Chano, mi Luciano”. Y asegura que fue él quien le enseñó todo lo esencial: “Que el dinero no importa, que hay que ser valiente, que es mejor unir que separar, que para amar solo hay que saber hacerlo, y nosotros supimos”.
La carta avanza como una letanía de duelo y amor. “Hoy 25 de mayo con un día completamente gris y raro ya no estás aquí conmigo”, escribió más adelante. La evocación es brutal: lo espera en la puerta del cuarto, imagina sus pasos cansados, desea besarlo, pensar juntos qué comer, qué plan hacer. Pero no está. Y ella no puede —ni quiere— creerlo. “No puedo olerte, pero están tus cosas acá conmigo, y en mi alma para siempre sintiendo este gran amor incondicional”.
Entonces revela un momento íntimo, de esos que pocos se atreven a compartir: su boda espiritual, su adiós. “Hace unos días me miraste y me dijiste: ‘Mami, perdón, ya no más. Viví y luché por vos hasta hoy, pero ya no puedo’”. Él estaba lúcido, dice ella. Tan seguro que eligió sellar su amor para siempre: “Te casaste conmigo, nos casamos ante Dios, con nuestras alianzas sellamos nuestro amor eterno que trasciende la muerte, la horrible muerte”.