La industria tecnológica no solo se expande en número de empresas y profesionales, sino también en la diversidad de sectores que abarca. Ya no se trata únicamente de dispositivos, videojuegos y software: hoy incluye también automóviles, fintech, criptomonedas y ciudades inteligentes, entre otros.
Con el incremento del volumen de negocios que mueve este sector, los clásicos eventos más importantes —el Mobile World Congress (MWC), que se celebra en Barcelona; el Consumer Electronics Show (CES), que tiene lugar cada comienzo de año en Las Vegas; la feria IFA en Berlín; y Computex, en Taipei— acaban de ser superados en cantidad de asistentes, compañías y metros cuadrados por la conferencia Gitex Global, que se hizo esta semana en los Emiratos Árabes Unidos.
Con más de 6500 empresas de 180 países, según datos oficiales, Gitex Global se realizó en Dubai, una ciudad conocida por ostentar todo tipo de récords: desde la torre más alta del mundo (el Burj Khalifa) hasta otros más excéntricos, como la pieza de oro más voluminosa del planeta.
Qué tiene de particular Gitex Global
Si bien a grandes rasgos todas las ferias tecnológicas comparten un formato similar, ya que se trata de predios enormes donde las empresas del sector presentan sus novedades en stands, mientras se desarrollan charlas magistrales y talleres técnicos, es sencillo distinguir a Gitex Global de otros eventos de su tipo que se realizan en Occidente.
Por un lado, por la lógica presencia de más personas vestidas con las prendas tradicionales de Medio Oriente, y por la presencia notoria de organizaciones gubernamentales. De hecho, en esta edición, la número 45, participaron más de 400 organismos de este tipo, según datos oficiales.
De allí surge otro diferencial clave de esta feria emiratí frente al MWC y al CES, que son muy corporativas: Gitex es una puesta en escena del modelo emiratí, donde el Estado tiene un protagonismo evidente y demuestra, en todo momento, su apuesta por la inteligencia artificial, la identidad digital y la automatización como pilares de su transformación económica. De hecho, durante el evento, el gobierno anunció nuevas medidas para impulsar el ecosistema emprendedor del país y atraer a unos 31.000 profesionales especializados en inteligencia artificial, desarrollo de software, ciencia y educación de todo el mundo de acá al 2030 mediante las Golden Visas, con una duración excepcional de 10 años.
Mientras el MWC concentra su enfoque en la industria móvil y el CES en la electrónica de consumo, Gitex combina startups, corporaciones, universidades y el sector público bajo una narrativa común: el futuro como proyecto nacional.
En ese marco, además de los numerosos stands dedicados a la inteligencia artificial aplicada a las ciudades inteligentes, uno de los sectores más destacados fue el de movilidad, con la exhibición de prototipos de taxis aéreos y drones-automóviles cuyos lanzamientos comerciales están previstos para 2026. Con modelos de origen norteamericano y chino, Dubái busca convertirse en la primera ciudad del mundo en operar una red aérea de movilidad urbana, que incluirá taxis voladores y aeronaves eléctricas tipo eVTOL antes de 2030.
Dubái como “la nueva Silicon Valley del desierto”
Según el gobierno emiratí el objetivo es expandir el ecosistema emprendedor del país.
“Ya contamos con 20 centros de innovación de empresas como IBM, Google, Huawei y Uber, y seguimos trabajando para desplegar, entre otras iniciativas, la incubadora de startups más grande del mundo, enfocada en tecnología, diseño y ciencia”, comentó Ammar Al Malik, Executive VP of Commercial Leasing at TECOM Group y Managing Director of Dubai Internet City (DIC) y Dubai Outsource City.
Además de buscar ser la cuna de nuevos unicornios, Dubái busca atraer a las corporaciones más importantes del momento. Y parece lograrlo ya que Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y uno de los CEOs más importantes del mundo, participó de Gitex 2025 con una charla a través de videoconferencia, acerca de los fundamentos estructurales de las sociedades nativas de IA.
Dubai Internet City (DIC) es el distrito tecnológico más importante de Medio Oriente, creado por el gobierno de Dubái en el año 2000 como una zona económica libre para atraer empresas globales del sector digital. Según Al Malik, actualmente más de 31.000 profesionales trabajan allí, distribuidos en más de 500 compañías.
De haber pasado de una economía basada en el petróleo a posicionarse como un destino turístico global, Dubái busca ahora consolidarse como un centro de innovación tecnológica y emprendimiento a escala mundial.