El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció este domingo en su cuarta y última cuenta pública ante el Congreso, que transformará en un penal común la cárcel de Punta Peuco, destinada desde 1995 como prisión especial y privilegiada para los criminales de lesa humanidad por los delitos ocurridos en la dictadura.
“Tal como hiciera el presidente (Sebastián) Piñera al cerrar el penal Cordillera, hoy día estamos poniendo fin a Punta Peuco tal como se le ha conocido. Porque no es solamente una medida de justicia, sino también una necesaria gestión de nuestro sistema penitenciario”, indicó el mandatario.
Durante la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en 2023, la adaptación o eventual cierre del penal Punta Peuco se instaló con fuerza en el debate público, perfilándose entonces como un posible objeto de medidas en el contexto general de la política penitenciaria del país.
“Desde mi punto de vista, no existe justificación alguna para ese privilegio. Por tal motivo, he instruido al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos modificar el decreto que creó dicho establecimiento, abandonando su condición especial y transformándolo en un penal común”, puntualizó.
“Lucharé hasta el último día”
Durante un discurso de casi tres horas en la sede del Poder Legislativo en la región de Valparaíso, Boric resaltó además los mayores logros de su administración y delineó los ejes que orientarán sus últimos nueve meses en La Moneda.
“Lucharé hasta el último día por concretar aquellos proyectos que mejoren la vida de nuestro pueblo y representen las ideas de progreso y justicia que nos inspiran”, señaló el jefe de Estado.
En materia de seguridad, la mayor preocupación de la población chilena según diversas encuestas, Boric subrayó la aprobación de múltiples proyectos para combatir el crimen organizado, el aumento del presupuesto para la Policía y el freno de la “preocupante tendencia” en el aumento de los homicidios y los delitos violentos.
“Hemos logrado romper la curva que venía hace años en ascenso (…) Chile está de pie peleando palmo a palmo contra quienes quieren arrebatarnos el derecho de vivir en paz y vamos a ganar esa batalla”, apuntó.
Respecto de la seguridad social, el mandatario destacó la “práctica política que apunte a la universalidad”, y en ese marcó celebró la aprobación de las horas laborales, la incorporación de un seguro social en las pensiones, la modernización y ampliación del transporte público, la creación de un sistema nacional de cuidados y el histórico aumento del sueldo mínimo.
La economía fue el tercer gran eje del discurso, donde remarcó la estratégica participación mayoritaria del Estado en la extracción de litio, el impulso de la energía renovable y una serie de medidas para “revertir la situación de estancamiento que el país arrastra hace décadas”.
“Chile necesita crecer y debe hacerlo con justicia social. El crecimiento económico se transforma en desarrollo propiamente tal cuando hay una distribución justa de la riqueza y el bienestar alcanza a todos y todas”
La inflexión en la economía, señaló el mandatario, “ya se está produciendo”, recordando que al inicio de su gobierno “la capacidad de crecimiento estructural se situaba en torno al 2 % y existía un sobrecalentamiento de la economía que llegó a ser de más del 14 % anual. Estos desafíos los enfrentamos con una combinación de urgencia y visión de largo plazo”.
(Con información de EFE)