Morgan Stanley consideró que el respaldo de Trump constituye una señal clara de confianza internacional hacia el país (REUTERS/Andrew Kelly/File Photo)

El reciente anuncio de apoyo de Estados Unidos a la Argentina provocó un cambio inmediato en la percepción de riesgo sobre la economía local, de acuerdo con un análisis de Morgan Stanley. La posibilidad de que el Tesoro estadounidense respalde a la administración de Javier Milei con un préstamo -que el banco arriesga que podría ser de hasta USD 10.000 millones– redujo de manera notable los temores de falta de liquidez y de incumplimiento de pagos en moneda extranjera para 2026, en un contexto de alta volatilidad y crecientes necesidades de financiamiento externo.

Morgan Stanley consideró que este respaldo constituye una señal clara de confianza internacional hacia el país. El informe destaca que “el anuncio de apoyo de Estados Unidos es significativo” y que una línea de crédito vinculada a futuras inversiones estadounidenses parece más factible que otras alternativas, como la compra directa de pesos argentinos o la apertura de líneas swap. La entidad subraya que un anuncio creíble de este tipo “debería mejorar la liquidez de cara a 2026, el primer motor clave para los mercados”.

El efecto inmediato de la noticia se reflejó en los mercados financieros. Los precios de los bonos soberanos argentinos y los seguros contra default (CDS) experimentaron una mejora tras el anuncio, aunque Morgan Stanley advierte que aún existe margen para que los tramos de vencimiento a uno y dos años se ajusten si el apoyo estadounidense se concreta. En particular, los CDS a seis meses y un año ya cotizan con menor prima de riesgo, mientras que la curva de dos a tres años se ha tornado más empinada, reflejando la incertidumbre sobre la continuidad de las políticas económicas tras las elecciones presidenciales de 2027.

Donald Trump y Javier Milei, en el encuentro de hoy en Nueva York

En cuanto a las necesidades de financiamiento, el informe detalla que el gobierno argentino enfrenta vencimientos de deuda en moneda extranjera por unos USD 12.000 millones en 2026, mientras que las reservas internacionales del Tesoro apenas alcanzan los USD 640 millones depositados en el Banco Central (BCRA). Morgan Stanley estima que una inyección externa de USD 10.000 millones “ayudaría de manera significativa a cubrir los pagos de deuda en moneda extranjera de 2026 y estabilizaría las reservas internacionales en un escenario sin acceso a los mercados”, aunque aclara que no resolvería las necesidades de financiamiento de los años siguientes.

El análisis también resalta la composición de la deuda externa argentina. Los bonos bajo ley extranjera, surgidos de la reestructuración de 2020, representan la mayor parte de los compromisos en moneda dura, con cerca del 68% en manos de inversores internacionales. Si bien en 2024 se observó un aumento de la tenencia local, lo que brindó cierto soporte técnico a los precios, la exposición a acreedores externos sigue siendo elevada. Por su parte, los bonos bajo ley local también requieren pagos en divisas, aunque su tenencia está más concentrada en el mercado doméstico.

El informe señala que, a partir de 2026, el flujo neto de fondos provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) se volverá negativo, con desembolsos que caerán de USD 14.000 millones en 2025 a solo USD 1.900 millones en 2026, y pagos netos al organismo por USD 2.600 millones ese año. Los organismos multilaterales, en cambio, se prevé que mantendrán un flujo neto positivo, con nuevos desembolsos brutos de unos USD 5.000 millones anuales desde 2026 en adelante.

En el mercado de bonos y CDS, Morgan Stanley observa que la curva de riesgo se ha empinado de forma notable, especialmente entre los vencimientos de 2026 y 2027. Esta dinámica responde a que las autoridades argentinas han centrado sus garantías en los pagos de 2026, mientras que la sostenibilidad de la política fiscal y la continuidad de las reformas tras las elecciones de 2027 permanecen como incógnitas. El informe advierte que, aunque la probabilidad de default para 2026 ha disminuido de manera significativa, el riesgo para los años posteriores sigue siendo elevado.

Respecto a las posibles modalidades del apoyo estadounidense, Morgan Stanley considera que un préstamo a largo plazo resulta más viable que la compra directa de activos argentinos. El informe sugiere que este respaldo podría canalizarse a través de un vehículo de inversión vinculado a un eventual fondo soberano latinoamericano, o mediante la emisión de un nuevo bono similar a los utilizados en otros países. La compra o garantía de los bonos existentes en moneda extranjera se presenta como una opción compleja, dado que los pagos de capital se distribuyen en varias amortizaciones y no en un solo vencimiento concentrado en 2026.