En Estados Unidos crece la inquietud respecto del manejo de datos personales en el universo de las criptomonedas. La empresa vinculada a Elon Musk, impulsora de DOGE, enfrenta ahora una fuerte oposición política luego de que saliera a la luz la construcción de una base de datos que incluye información confidencial de la Seguridad Social. Un representante de Virginia, el senador Mark Warner, lideró el reclamo y colocó el tema en el centro del debate nacional.

DOGE en la mira por el almacenamiento de datos confidenciales de la Seguridad Social

Dogecoin, creada inicialmente como una criptomoneda satírica, se convirtió en un actor relevante dentro del ecosistema financiero digital. Su popularidad escaló, en gran medida, gracias a Elon Musk, quien mediante sus redes sociales logró instalarla como una alternativa seria frente a referentes como Bitcoin y Ethereum. No obstante, su expansión trajo consigo nuevas alertas regulatorias en Estados Unidos.

El impulso de DOGE provocó debates sobre la necesidad de establecer normas más claras para el manejo de activos digitales; legisladores, según informó NPR, advirtieron que las criptomonedas permiten mover grandes sumas de dinero sin cumplir con los estándares de transparencia exigidos a los sistemas bancarios tradicionales. Esta preocupación motivó a diversos estados a fortalecer sus políticas de control sobre las actividades relacionadas con los criptoactivos.

ARCHIVO Personas en contra de Doge

El acceso indebido a datos de Seguridad Social intensificó la presión; a medida que DOGE se afianza en el mercado, sus prácticas empresariales son objeto de un escrutinio cada vez más riguroso por parte de reguladores y tribunales federales.

Mark Warner: el senador que desafía a Musk

El senador demócrata por Virginia, alzó la voz contra el manejo de información realizado por la firma asociada a DOGE. Conocido por su enfoque pragmático en cuestiones tecnológicas y de seguridad nacional, advirtió sobre los riesgos de permitir que empresas privadas administren datos tan delicados sin controles estrictos.

Warner, con antecedentes en la promoción de legislaciones sobre protección de datos y ciberseguridad, encabeza ahora la ofensiva contra DOGE, consolidándose como una figura clave en el incipiente debate sobre regulación cripto. Su objetivo es garantizar que la innovación tecnológica no sacrifique la privacidad de los ciudadanos estadounidenses.

Criptomonedas y datos sensibles: una amenaza creciente

La controversia se desató tras revelarse que la plataforma asociada a DOGE había desarrollado una base de datos que recopilaba números de Seguridad Social de millones de personas. Según reportó The New York Times, esta práctica alarmó a los legisladores, quienes temen que el uso indebido de dicha información facilite fraudes de identidad y transacciones ilegales dentro del ecosistema cripto.

Una jueza federal intervino en el caso

Una jueza federal intervino en el caso, ordenó el bloqueo preventivo del acceso a esos registros; según consignó CNN, fundamentó su decisión en la violación de principios básicos de protección de datos personales. La resolución fue interpretada como un duro revés para las aspiraciones de Musk en el terreno financiero.

Especialistas advierten que la combinación entre criptomonedas y bases de datos sensibles abre la puerta a nuevas formas de financiamiento ilícito si no se establecen medidas de resguardo adecuadas. Por ello, el escándalo en torno a DOGE provocó una respuesta inmediata tanto en el Congreso como en el ámbito judicial.

Tras conocerse el fallo judicial, según AP, se intentó restarle importancia al conflicto. Sin embargo, no lograron apaciguar el clima de tensión en Washington, donde ya se preparan múltiples investigaciones acerca del uso de datos en el ámbito de las criptomonedas.

Elon Musk habla durante un evento. (AP Foto/Jeffrey Phelps)

Más allá de la situación particular de Musk, el escándalo aceleró la necesidad de establecer un marco normativo más sólido para el sector. El Congreso analiza actualmente propuestas que buscan imponer auditorías rigurosas y prohibir el almacenamiento de datos personales por parte de empresas de criptomonedas. El destino de DOGE, y de otras divisas digitales en Estados Unidos, dependerá en gran medida de la rapidez con la que avancen estas reformas.