
El cobro en pesos dejó de ser una opción entre los profesionales locales que exportan servicios, los llamados freelancers. La reciente habilitación de la opción de liquidar honorarios en la moneda local apenas logró una adhesión del 2%. La inmensa mayoría de los trabajadores opta por dólares digitales o stablecoins como método de cobro y resguardo de valor.
El ingreso mensual promedio percibido por estos profesionales superó los 2.500 dólares en los últimos tres meses, frente a un promedio de 1.475 dólares en el año previo.
Según Bitwage, esta tendencia evidencia la consolidación de perfiles de alta calificación —como desarrolladores, programadores, tecnólogos, consultores y diseñadores senior— y aleja del segmento a freelancers dedicados a tareas menores, quienes migraron hacia plataformas alternativas.
De acuerdo con el último relevamiento, el 30% de los exportadores elige cobrar con USDC, el 22% usa USDT y otro 10% realiza la cobranza directamente en dólares mediante aplicaciones financieras internacionales.
Las redes de Tron y Polygon ganan terreno debido a sus menores costos y mayor velocidad. El avance de este último fue sostenido durante el último año, en línea con la búsqueda de eficiencia transaccional.
El flujo de pagos también muestra una transformación geográfica. Hasta inicios de 2024, el 94% de los cobros provenía de Estados Unidos y apenas el 5% desde Europa. Este año, la participación de Europa en las contrataciones subió al 12% y la de Estados Unidos bajó al 88%.
Esta diversificación se explica por la creciente demanda de talento argentino por parte de empresas europeas, que valoran la facturación flexible y la optimización de pagos transfronterizos.
Guillermo Escudero, director de Argentina en CryptoMarket, señaló: “El argentino tiene algo que es difícil de explicar pero fácil de ver en los datos: una enorme capacidad de adaptación. Esa elasticidad cultural es parte del motivo por el cual los profesionales argentinos hoy son muy codiciados fuera del país”.

Los analistas describen que el trabajo remoto argentino dejó de ser un mercado fragmentado y se convirtió en un ecosistema profesional globalizado.
Esto ocurre en un contexto en que el peso argentino mantiene su debilidad como reserva de valor, aunque haya señales de moderación macroeconómica y mayor previsibilidad cambiaria. Los exportadores de servicios ya incorporaron una lógica que los lleva a pensar, cobrar y ahorrar en dólares, por fuera del sistema financiero tradicional.
Los motivos del auge de las stablecoins
Una stablecoin es un tipo de criptomoneda cuyo valor se mantiene estable porque está vinculada a un activo de referencia, como el dólar estadounidense, el euro u otra moneda fiduciaria o incluso materias primas. El objetivo principal de las stablecoins es evitar la volatilidad característica de otras criptomonedas, como el Bitcoin o el Ethereum.
Los usuarios suelen utilizar stablecoins para transferir valor de manera digital, realizar pagos internacionales, protegerse de fluctuaciones de precios o como una alternativa al dinero tradicional en entornos digitales y mercados globales. Ejemplos de stablecoins ampliamente utilizados incluyen USDT (Tether) y USDC (USD Coin).

De acuerdo a Vesseo, hay varios motivos que explican su auge. En primer lugar, los dólares digitales permiten enviar y recibir pagos internacionales en segundos, sin procesos bancarios extensos ni plazos de acreditación inestables, y ofrecen una disponibilidad total: operan 24/7, sin límites de horarios, feriados ni tiempos de espera, incluso cuando los sistemas tradicionales están cerrados.
Su valor permanece estable al estar vinculado al dólar estadounidense, evitando la volatilidad propia de las criptomonedas especulativas y facilitando una planificación más previsible de ingresos.
Además, presentan costos significativamente menores que las transferencias internacionales o los servicios intermediarios que encarecen cada operación.
Gracias a su uso global, es posible trabajar con clientes de distintos países, pagar proveedores y administrar ingresos sin fricción, sin necesidad de abrir cuentas bancarias en el exterior ni utilizar múltiples plataformas.