El 28° Encuentro Anual de ACDE reunió a empresarios y especialistas de diversas áreas

La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) llevó a cabo su 28° Encuentro Anual, donde se discutieron cuestiones trascendentales para el mundo de los negocios, en un contexto de profundos cambios geopolíticos y de avances tecnológicos acelerados ante la presencia cada vez más fuerte de la inteligencia artificial.

Desde una perspectiva religiosa, y bajo el lema “Forjadores de un nuevo mundo”, el encuentro fue planteado como “un llamado a la acción”, destacando la centralidad de la persona como principio, motor y fin del desarrollo frente a los desafíos actuales. Participaron y disertaron numerosos directivos y ejecutivos de empresas y analistas de distintas áreas.

Víctor Valle, presidente del encuentro y CEO de Google Argentina, estuvo a cargo de la apertura del evento que tomó lugar en el Regimiento de Patricios y afirmó: “En el mundo y en Argentina vivimos tiempos de cambios profundos que naturalmente nos generan incertidumbre y muchas veces esta nos adentra en sentimientos negativos”.

Víctor Valle, presidente del 28° Encuentro Anual de ACDE y CEO de Google Argentina

“Por eso, queremos hacer un llamado a transformar esa incertidumbre y tomar el futuro en nuestras manos, ya que después de muchos años de frustraciones, el presente es una nueva oportunidad, en especial para nuestro país. ¿Y si esta vez logramos forjar un país próspero, justo e inclusivo?. Tenemos la oportunidad de construir una Argentina mejor”, manifestó.

A su turno, Daniel Díaz, asesor doctrinal de ACDE, expresó: “En este tiempo tan falto, a veces, de sentido para las personas, que buscan a Dios en lugares donde no está o en lugares donde cuesta encontrarlo, nosotros tenemos una gran misión: hacer un nuevo mundo”. Recordando al Papa Francisco, añadió que es necesario transformar todo aquello que lleva a la violencia y al fracaso, en instrumentos de trabajo, bienestar y producción.

Citó al Papa León XIV, quien había resaltado la necesidad de paz, la cultura del diálogo y el respeto por la dignidad humana, en un mundo signado por el automatismo y los algoritmos. “El ser humano no puede ser reducido a un cálculo financiero o económico. Tenemos que poner el foco en su desarrollo y romper con la cultura del descarte”, consideró.

Tendencias globales y desafíos

En el segundo panel, ACDE, presidida por Silvia Bulla, propuso se abordar temas tales como riesgos y oportunidades de la tecnología, transformaciones geopolíticas y estrategias y potencialidades económicas.

Francisco de Santibañes, presidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), aseguró que el principal cambio geopolítico, que comenzó en los ’70, es el traslado del poder económico, militar y político hacia Oriente. Indicó que por ese motivo China es hoy una potencia, aunque no la única: hay casos exitosos como India y países del sudeste asiático.

Aclaró que esto no implica que Estados Unidos haya perdido protagonismo, dado que mantiene un poder considerable, pero muchos de sus aliados, como los países europeos o Japón, han perdido peso.

“Cuando emergen nuevas potencias, se generan conflictos e incertidumbre, porque la potencia actual no sabe cuáles son las intenciones de la nueva. Hoy estamos en un mundo de conflicto, como hace mucho tiempo que no se veía”, explicó el especialista.

A su vez, sostuvo que en la actualidad, suele primar la seguridad nacional, subordinando criterios económicos a objetivos políticos. Relacionó esta cuestión a los aranceles de Trump y a la generación de cadenas de valor con países cercanos.

En ese contexto, cree que es fundamental en Latinoamérica y Argentina el diálogo y la “elaboración de una estrategia consensuada, que perdure en el tiempo y que nos beneficie como sociedad”. Subrayó la importancia para el país de diversificar las relaciones bilaterales y el comercio, además de fortalecer el vínculo con Brasil, hoy debilitado.

Marcelo Elizondo y Francisco de Santibañes

Marcelo Elizondo, consultor y analista económico internacional, señaló también como punto central la revolución tecnológica, donde los datos pasaron a ser el principal insumo en la producción de valor en el planeta; y la de las organizaciones, que están transformándose “en espacios más abiertos, más horizontales, más vinculativos, y mucho más centrados en el aporte de las personas”.

Asimismo, observó que las grandes empresas han pasado a tener un poder extraordinario que trasciende el mero rol de prestación de bienes y servicios.

“Las empresas crean nuevas realidades, expectativas, mundos aspiracionales e incluso hoy ofrecen más soluciones que la política”, aseguró Elizondo.

Consultado por los sectores argentinos con mayores perspectivas positivas, mencionó en primer lugar: “La agroproducción local es la más competitiva internacionalmente. Representa el 60% de todas las exportaciones argentinas, que este año alcanzarán los USD 80.000 millones”. Precisó que, contrario a lo que se piensa generalmente, allí hay mucho más manufacturado que primario.

Además, incluyó en la lista al sector energético, y no solamente por Vaca Muerta: “La Argentina tiene mucho potencial en energía de origen fósil pero también en energías renovables y allí dependemos mucho de la inversión”. En ese sentido, detalló que la tasa de inversión a nivel local ronda el 15% del PBI, cuando en Latinoamérica es de 22-23% y en el mundo se ubica por encima del 25%.

Los otros rubros que, a criterio de Elizondo, constituyen una oportunidad son la minería y la economía del conocimiento.

En cuanto a esta última, el presidente de Argencon, Sebastián Mocorrea, mencionó que los servicios basados en el conocimiento tienen un mercado de 3.4 billones y representan la tercera fuente de exportación del país.

Inteligencia Artificial

Desde España, Pilar Manchón, directora de Estrategia de Investigación de Google AI, dijo: “Con la inteligencia artificial tenemos una oportunidad única para hacer una sociedad más humana, con más tiempo para crecer. Sin embargo, no es algo que, en mi opinión, vaya a ocurrir orgánicamente”.

“Tenemos que fijar no solamente objetivos claros, sino reglas, guías e indicaciones a disposición de la humanidad, de todos los distintos colectivos sociales, para que realmente podamos seguir la dirección correcta”, agregó. Al mismo tiempo, estableció como prioridad el alineamiento de la IA con valores humanos.

Pilar Manchón, directora de Estrategia de Investigación de Google AI, dijo: “Con la inteligencia artificial tenemos una oportunidad única para hacer una sociedad más humana

Sobre la posibilidad de un reemplazo generalizado del trabajo humano por esta tecnología, Elizondo afirmó: “Hay tres grandes funciones que no podrán ser llevadas adelante por la inteligencia artificial y que seguirán siendo propias del ser humano. Esto es el pensamiento estratégico, el liderazgo y el judgment, la capacidad de interpretar, analizar, elegir y priorizar”.

Economía del conocimiento: el caso Tandil

Otro tópico tratado en el encuentro fue el caso de éxito de Tandil, provincia de Buenos Aires. En las últimas dos décadas, el desarrollo de servicios basados en conocimiento y tecnología en la ciudad se consolidó como un nuevo vector de crecimiento y generación de empleo calificado, abandonando el carácter predominantemente turístico. La llegada de Globant en 2006 a la ciudad fue un motor clave.

Mauricio Salvatierra, director de Capacidad para la región de Norteamérica de Globant, contó que el gran desafío en un principio era conseguir talentos de variadas disciplinas, para lo cual se necesitó ampliar la oferta educativa. El trabajo conjunto entre el gobierno local, las universidades y la empresa resultó vital.

Respecto al auge de la IA, Diego Dalponte, subsecretario de Vinculación y Transferencia de la Universidad Nacional del Centro, aseguró: “Si bien es un momento donde prevalece el miedo, el desconocimiento y las dudas sobre qué va a pasar, habrá mucha más capacidad para desarrollar cosas más baratas, rápidas y mejores”. La formación profesional facilitará la adaptación y dará mayor margen de maniobra.

En relación a la caída de la acción de Globant y los despidos, Salvatierra explicó que la firma se vio atravesada por una crisis de mercado de la mano de la inteligencia artificial. No obstante, precisó que se están haciendo los ajustes necesarios, impulsando un nuevo modelo de desarrollo de tecnología que no está en ningún lado y reinventando los perfiles de los trabajadores.

Instituciones y política

Los empresarios de ACDE escucharon con atención un panorama político por parte del analista Sergio Berensztein, quien apuntó que hay dos consensos actualmente que la Argentina no tuvo nunca a la vez: democrático y de orden macroecnómico.

“El 75% de la población cree efectivamente que la democracia no es el mejor, sino que el único sistema político. Y comprendimos como sociedad que el orden fiscal y macroeconómico son condiciones necesarias, no suficientes, para construir un país”, indicó.

En tanto, “la Argentina tiene una agenda de reformas estructurales para hacer, que esperemos que el gobierno, en el contexto del Consejo de Mayo pueda efectivamente consensuar y llevar adelante. Pero ese es el ordenamiento que necesitamos para luego rediseñar los bienes públicos. Si aprendimos algo en estos años es que aumentar el presupuesto en un sistema que funciona mal, no resulta”, señaló Berensztein.

En otro tramo de la jornada, los empresarios se preguntaron si la democracia contribuye al desarrollo. El economista Marcos Buscaglia puntualizó: “Si miramos un paper relativamente reciente de Daron Acemoglu y James Robinson, quienes ganaron un premio Nobel, vemos que los países que se democratizan tienen un PBI per cápita 20% más alto que los países que no lo hacen. La democracia ayuda al crecimiento económico».

El “mensaje” de Enrique Shaw

Fuera de la agenda del evento, ACDE transmitió un mensaje generado con IA de Enrique Shaw, fundador de la asociación y que va camino a ser santo: “El primer deber de un empresario cristiano no es solo ser técnico o económico, sino ser un hombre de servicio. Recordemos que nuestra misión no se agota en la empresa. Debemos actuar también en la sociedad, individual y colectivamente, a través de nuestras asociaciones”.

“La rentabilidad es un fin secundario, legítimo en cuanto favorece el fin primario, que es producir bienes y servicios. Pero para que esta rentabilidad se conjugue con la justicia social, sin caer en la demagogia o asistencialismo vacío, el foco debe ser la persona. La empresa debe ser una comunidad de vida, un hogar de relaciones humanas, no sólo un lugar de producción” agregó.

Las palabras finales del “mensaje” de Enrique Shaw fueron: “Prioricen siempre la dignidad de cada ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios. Que sea el punto de partida y el objetivo final de cualquier esfuerzo que emprendan. Asuman el propio perfeccionamiento como un deber fundamental. Para ser buenos dirigentes de empresa, el primer deber hacia Dios, nuestro Creador, es trabajar en ese perfeccionamiento personal”.