Poco y nada duró el paso de Jack Doohan en el Gran Premio de Miami. El piloto australiano debió abandonar en el trazado estadounidense cuando apenas se disputaba la primera vuelta, en una jornada desafortunada.
El piloto de Alpine largó en el 14° puesto, pero perdió posiciones de inmediato tras un toque con Liam Lawson, de Racing Bulls. “Tengo una pinchadura”, advirtió a través de la radio a su equipo, pero pronto quedó en claro que no estaba en condiciones de continuar, y así sufrió el primer abandono de la jornada en el trazado del Hard Rock Stadium.
Así, Doohan estiró una mala racha en su paso por la Fórmula 1. El corredor nacido en Gold Coast no sumó puntos en las siete carreras en las que participó para Alpine, y ya venía de tener un muy mal rendimiento en Arabia Saudita. Sus bajas prestaciones parecen convencer a quienes piensan que su butaca debería ser ocupada por el argentino Franco Colapinto, quien este fin de semana permaneció haciendo tareas de simulador en la fábrica de Enstone. Ese trabajo del pilarense ayudó a mejorar la puesta a punto de los autos de la escudería francesa en Yedá, donde se corrió en Gran Premio saudí.
En la jornada previa al inicio de las prácticas a la vera del Hard Rock Stadium -sede del partido inaugural del próximo Mundial de Clubes de fútbol- Doohan habló de cómo lo afectó la seguidilla de rumores sobre la llegada de Colapinto y su eventual reemplazo en la máxima categoría del automovilismo mundial. “Para ser sincero, lo peor fue en enero, cuando hubo más ruido. No pasaba nada más, era la comidilla de la ciudad, pero creo que había una nueva narrativa cada fin de semana y, además, enseguida supe qué era irrelevante y qué no, y me concentré en mi trabajo”, estimó el australiano.
Doohan añadió: “A pesar de todo, incluso en los momentos difíciles, nunca me sentí afectado. Tenía un buen grupo de personas a mi alrededor, y el equipo también me apoyó mucho, así que nunca lo tuve ni lo sentí en el fondo de mi mente. Claro que siempre habrá ruido, pero estaba más concentrado en ser lo más rápido posible en el coche que en nada externo. Creo que, dado que este tema lleva tanto tiempo circulando, para cuando empezó la temporada, quizá ya era inmune a él; si hubiera empezado un par de días antes de Melbourne, me habría afectado más”, confesó el australiano, a quien la premura de los rumores sobre Colapinto parecieran haberlo inmunizado. En definitiva, serán los resultados en la pista los que dicten sentencia sobre su futuro.
Ante la consulta sobre el exceso de reflectores en su rendimiento, y la eventual posibilidad de que la Fórmula 1 y los medios de comunicación hubiesen sido muy crueles con él -después de todo, apenas debutó en la última carrera de la temporada pasada, en Abu Dhabi-, Doohan respondió: “Creo que es solo circunstancial, no creo que haya un objetivo hacia mí, simplemente es cómo se desarrolla la situación y no me lo tomo como algo personal, no me tomo nada personal. Simplemente, creo que este es nuestro deporte, así es mi momento actual y seguro que me beneficiaré de ello más que de cualquier otra cosa”, razonó el piloto australiano. Más allá de las palabras, el corredor ocánico sabe que los ejecutivos como Briatore no le tendrán demasiada paciencia si no rinde en pista. Sabe -aunque no lo diga- que se le acaba el tiempo. Y que la figura de Colapinto, por más que permanezca en el simulador de Enstone, es cada vez más grande en su espejo retrovisor.