El universo de los tatuajes se metió de lleno en la vida de Florencia Peña, quien en sus historias de Instagram mostró el nuevo diseño que añadió a su colección corporal: una mariposa en la rodilla, realizada por la reconocida tatuadora Sophia de iamsophiart. La actriz acudió al estudio de la artista en Balvanera y, en medio del procedimiento, en el que mostró el boceto mientras las agujas hacían su dolorosa tarea, que acentuó su sonrisa forzada, protagonizó junto a la tatuadora un intercambio cargado de humor. “Hoy como perra atropellada, pero siempre perra”, expresó Sophia, a lo que Florencia Peña respondió: “Hoy reaccionamos en vivo… al nuevo tatuaje que se me ocurrió hacer en la rodilla”. Se sabe que en los lugares con poca grasa y cercanos al hueso, la acción de las agujas duele más. El proceso, sin embargo, concluyó con la promesa de la tatuadora: “Pero hermoso va a quedar, obvio”.
La relación de Florencia Peña con los tatuajes no es reciente, aunque sí comenzó en la adultez. Hace cuatro años, durante la pandemia, la actriz compartió en sus redes sociales una imagen en ropa interior y desafió a sus seguidores: “¿Cuántos tatuajes tengo? El que lo adivina, que me avise porque ya perdí la cuenta”. Las respuestas oscilaron entre 11 y 12, aunque la propia Peña admitió que ya no lleva la cuenta exacta. Su cuerpo es un lienzo donde conviven mandalas, figuras geométricas, palabras como “Pasión”, y diseños en zonas tan diversas como el brazo, bajo la axila, la intersección entre las piernas y la cola, y los glúteos.

El primer tatuaje de Florencia Peña estuvo vinculado a una etapa de crisis personal. Según relató, la decisión surgió durante la separación de Mariano Otero, padre de sus dos hijos mayores. “El primer tatuaje que me hice fue porque me estaba separando de Mariano y dije ‘manotazo de ahogado. Me tatúo un Mariano’. Él me tenía tatuada en el corazón y yo nunca le había retribuido el tatuaje, así que dije ‘es ahora’”, explicó la actriz. El diseño, de tamaño considerable, fue ubicado en la espalda. Sin embargo, la reacción de Otero no fue la esperada: “Cuando llegué a casa se lo mostré y me miró como diciendo ‘no había necesidad’. La cuestión es que nos separamos y quedé con un Mariano”, relató entre risas. Tras la ruptura, Florencia Peña optó por modificar el tatuaje: “Me saqué el ‘no’. Como soy María Florencia, me saqué el ‘no’, me hice un firulete y tengo un ‘María’”. Con su característico humor, aconsejó: “Hay que hacérselo en japonés por cualquier cosa”.
La maternidad también marcó etapas en la historia de sus tatuajes. Tras el nacimiento de Felipe, su hijo con Ramiro Ponce de León, la actriz decidió plasmar un nuevo diseño en el antebrazo. En un posteo de Instagram, compartió el proceso y escribió: “Mi último tatuaje fue en los glúteos. Ahora vamos por más”. El motivo elegido fue una flor de loto en el centro de una figura ornamental.
El inicio de 2019 trajo consigo otro símbolo: un ave fénix. Florencia Peña compartió la imagen con sus tres millones de seguidores y explicó el significado: “Es el símbolo de mi vida”. El ave fénix, figura de la mitología griega, representa la muerte y la resurrección, ya que se consume en el fuego cada 500 años y renace de sus cenizas, simbolizando así la inmortalidad y la capacidad de reinventarse.
Ese mismo año, en octubre, la actriz posó desnuda para la portada de la revista Gente, mostrando los tatuajes de gran tamaño en sus glúteos. La frase de tapa, “Los argentinos no sabemos tener sexo”, sumada a la fuerte imagen, generó debate y dividió opiniones entre quienes la apoyaron y quienes la criticaron.
En 2023, la actriz sumó un diseño en el muslo, justo sobre la rodilla donde ahora luce la mariposa. Se trata de una flor similar a la de loto, acompañada por una frase del psiquiatra austríaco Viktor Frankl: “Nos pueden arrebatar todo salvo la libertad de elegir nuestra actitud frente a nuestras circunstancias”.