El cielo tailandés se desplegó como un telón de luces sobre el piso 64 de un imponente edificio. Flor de la V celebró el cumpleaños número catorce de sus mellizos, Isabella y Paul Goycochea, con un emotivo festejo en un rooftop en Tailandia. No era una celebración cualquiera. Era una postal de familia, de amor y de agradecimiento. La conductora, acompañada por su marido, Pablo, compartió el íntimo momento con sus seguidores a través de un video en su cuenta de Instagram, abriendo su corazón a una comunidad que la sigue desde hace años.

“Hola, manga de mujeronas y mujerones. Les voy a decir una cosa. Hoy mis hijos cumplen catorce años y estamos en este rooftop divino, piso 64, en Tailandia. Le vamos a dar la sorpresa”, anunció la conductora, atrapada por una emoción imposible de disimular. ¿Quién no sentiría la piel electrizada al mirar esas alturas, al saberse tan lejos de casa y tan cerca de lo esencial: la familia?

El espectáculo era abrumador. “Estoy completamente impactada con la vista de este lugar. Miren lo que es. Se ven los barcos iluminados, los edificios, luces y luces. Una vista que estamos con Pablo totalmente enamorados de esta ciudad. Felices y dichosos de poder celebrar el cumpleaños número catorce de nuestros hijos acá”. Apenas pronunciaba esas palabras, la felicidad le colmaba los ojos, como quien intenta atrapar con la mirada recuerdos inolvidables.

No hubo poses obligadas ni sobreexposición para los protagonistas. Flor lo aclaró enseguida: sus hijos decidieron no mostrarse. “No sé si los voy a poder mostrar, porque ellos están en una edad donde deciden si quieren salir o no quieren salir”, explicó en un principio, para luego ratificar la decisión: “Mis hijos están escondidos porque no quieren salir, ya me lo dijeron”. La privacidad, respetada. De fondo, el sonido del viento, las risas disimuladas y las luces de Tailandia dibujando recuerdos en la memoria de cada uno.

Celebraban, como corresponde, con una buena botella de espumante. Y no faltó el agradecimiento: “Estamos celebrando con ellos porque somos una familia muy unida, orgullosa de los hijos que tenemos y agradecidos de esta vida. Agradecidos de poder celebrar, agradecidos de poder viajar, de vivir momentos inolvidables junto a nuestros hijos que guardaremos por siempre en la memoria”. Las palabras llegaban entre suspiros y confesiones sinceras. ¿Cómo explicar ese vértigo de ver a los hijos crecer, de sentirse desbordada por la felicidad y la nostalgia?

Flor de la V no ocultó su emoción, ni ese temblor cálido en la voz: “Se me quiebra quizás la voz cuando hablo, porque son muchas cosas las que he vivido… Es muy emocionante para mí pensar que pasaron catorce años que estas criaturitas llegaron a mi vida y la cambiaron para siempre. Brindo por eso y brindo por ustedes”. ¿Cuántas veces el tiempo parece haberse esfumado? ¿Quién no sintió que los recuerdos atraviesan el corazón con la velocidad de un relámpago?

Flor de la V junto con Pablo Goycochea y sus hijos en una antigua postal familiar

Al final del video, Flor insistió en la gratitud: “Mi corazón explota de emoción. Miren, lo hablo y quizás se me quiebra un poco la voz. Son lágrimas de alegría y de mucha felicidad y lo quería compartir con todos ustedes”. Frente al propio vértigo del paso del tiempo, la familia se abrazó al presente: unas lágrimas de alegría, una brisa fuerte, el bullicio de los barcos iluminados y una ciudad que —por una noche— se volvió escenario de una celebración irrepetible.

“Gracias por estar de este lado siempre”. Así cerró su mensaje Flor de la V a sus 1.6 millones de seguidores de la red social. ¿Acaso no son esas pequeñas frases las que, sin querer, se vuelven eternas?.