Federico Sturzenegger expuso ante empresarios y directivos en una nueva edición del Council of the Americas, donde abordó los principales ejes de la gestión económica y política del gobierno de Javier Milei. Su discurso incluyó críticas a la justicia, al Congreso y a distintas instituciones, y destacó medidas de desregulación y reducción del gasto.
En el inicio, el ministro recordó las imágenes del estadio de Independiente tras los incidentes de la noche anterior y se dirigió a los asistentes: “Mis afectos a los amigos chilenos que tenemos aquí”. Luego pasó al tema del fútbol argentino y marcó que “nos parece inapropiado que Barracas Central sea la única ASAD del fútbol argentino. Igual muestra que funcionan”. A partir de allí, vinculó a la AFA con un esquema irregular: “Tenemos una situación con la AFA que es parecida a lo que tenemos con el caso del Señor del Tabaco”.
Según describió, “el Señor del Tabaco es básicamente alguien que logra que la justicia le dice que no paga impuestos. Es como que Alejandro fuera a la justicia y dijera ‘no quiero pagar el IVA’ y listo, entonces no paga el IVA y pasa años y años sin pagar”. En esa línea, señaló que la AFA mantiene un sistema judicializado para no afrontar aportes sociales: “La AFA está peleando en la justicia para no pagar lo que verdaderamente equivaldría a los pagos que tendrían que hacer”. Añadió que la causa está en el juzgado de Luis Antonio Regueira y alertó: “Esperemos que no construyamos otro episodio parecido al del Señor del Tabaco con la AFA”.
También se refirió a los convenios colectivos. Contó que meses atrás el Ejecutivo firmó un decreto que prohibió imponer aportes obligatorios a través de esos acuerdos: “Fuimos por el lado de las cámaras. En particular la CAC hizo una presentación en la justicia para preservar ese privilegio, que para nosotros es ilegal”. En ese momento se dirigió al empresario Mario Grinman y lo interpeló en público: “Mario, te pido por favor, sería un gran gesto bajar esa cautelar. No va a suceder. La casta se defiende con uñas y dientes”.
El ministro distinguió entre organizaciones que funcionan con aportes voluntarios y las que exigen contribuciones forzosas. “Los aportes a ADEBA son voluntarios, los aportes a la Cámara Argentina de la Construcción son voluntarios, los de la Sociedad Rural son voluntarios”, ejemplificó. “No me parece que haya que usar la justicia para obligar a los afiliados a hacer un aporte obligatorio”.
Sturzenegger retomó los dos pilares que, según él, guían al gobierno de Milei. El primero es el equilibrio fiscal: “El crecimiento de la economía está dado por el sector privado y no por el sector público. Cada vez que bajamos el gasto público estamos liberando recursos para el sector privado, además de que el superávit garantiza el equilibrio macroeconómico”. Subrayó: “Llevamos dieciocho meses de superávit fiscal, uno de los cinco países del mundo con superávit fiscal. Es un dato extraordinario”.
El segundo pilar es la desregulación: “La idea de la libertad económica es que el Estado se meta lo menos posible en entorpecer su actividad”. Aseguró que desarrollaron un registro de artículos legales que eliminan trabas: “Cuando vine el año pasado teníamos dos mil quinientos instrumentos de desregulación y en este momento estamos en ocho mil cien”. Entre las medidas recientes destacó que “eliminamos todas las restricciones a la circulación de bitrenes en Argentina”, lo que implica una baja en costos logísticos, menos siniestros y un menor desgaste de rutas. También mencionó la derogación de los últimos reglamentos técnicos que restringían comercio exterior y cambios en Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
A continuación se detuvo en el debate parlamentario: “En este momento el Senado está votando la derogación de los cinco decretos delegados que hicimos usando las facultades que nos dieron ellos. Pero se ve que no les gustó”. Para caracterizar el rumbo, afirmó: “El gobierno de Milei vino a hacer una revolución anti-casta, no hay ninguna duda respecto de eso”. Diferenció entre revoluciones disruptivas e institucionales: “Me parece más interesante la revolución institucional. Thatcher hizo una revolución en el Reino Unido dentro de un marco institucional. Bob Hawke en Australia hizo una reforma extraordinaria a mediados de los años 80”. Definió que “son mucho más ruidosas, un quilombo, tienen tropezones, revolcones, vas para adelante, volvés para atrás, pero están ordenadas por las instituciones”.
El ministro se refirió al rol del Congreso y criticó a dirigentes opositores. “Ver a Ricardo López Murphy votar una ley que genera déficit fiscal fue algo muy impactante”, dijo. Luego apuntó contra la Coalición Cívica: “Se convirtieron en la Dalí de la transparencia en Argentina y votaron mantener los mecanismos de corrupción de Vialidad”.
En relación a Vialidad, explicó: “Es una institución que se controla a sí misma. Yo licito y yo controlo mi propia licitación”. Justificó la reforma prevista en un decreto delegado: “Queríamos sacar el control de Vialidad de la propia institución para darle más transparencia e independencia”. Precisó que el organismo tiene cinco mil empleados, de los cuales mil quinientos son delegados gremiales. “Argentina tiene una red vial de ochocientos cuarenta mil kilómetros. El Gobierno nacional es responsable de cuarenta mil, de los cuales diez mil están concesionados y treinta mil maneja Vialidad. Pero solo veinte mil kilómetros son los que verdaderamente administra con cinco mil empleados”, detalló. Concluyó que “las acciones de mantenimiento en el sector privado costarían la mitad. Con esa tercerización podríamos pintar todas las rutas cada dos años”.
Sturzenegger denunció que “una jueza de Justicia Legítima puso una cautelar a partir de una causa presentada por un socio de Martín Báez” y que luego el Congreso buscó derogar la reforma. “La plata de las rutas se seguirá gastando en gremialistas y burocracias y no se podrá derivar al mejoramiento de las rutas”, señaló.
Otro decreto en discusión fue el que desregulaba la industria del vino. “Es una industria muy regulada. Hicimos un trabajo con San Juan, Mendoza y productores vitivinícolas. Armamos una desregulación muy interesante, que en principio quedará en veremos después de lo que decida el Senado”. Además habló sobre el área cultural: “La cultura fue colonizada por el kirchnerismo. ¿Cómo se coloniza la cultura? Con recursos. Vos le das recursos a la cultura y matás a la cultura”. Recordó la frase de la película El ciudadano ilustre: “La mejor política cultural es no tener política cultural”. Afirmó que en el Instituto Nacional del Teatro “el 65% de los recursos se destinaba a una estructura burocrática, solo el 35% iba al teatro. Con la Dirección Nacional del Teatro el 100% se puede dedicar al teatro”.
Sobre el debate legislativo, advirtió que sería la primera vez que se derogaran decretos delegados: “Nuestra democracia está explorando lugares recónditos que nunca exploramos. Eso nos lleva a un territorio inexplorado, habrá mucho para hablar porque es inédito”. Subrayó que ni diputados ni senadores convocaron a funcionarios para escuchar explicaciones: “Nadie nos pidió informes técnicos. ¿Querían entender o era un acto político?”.
En el tramo final, defendió la marcha de la gestión económica: “La estabilidad macroeconómica bajó la inflación y sacó a diez millones de argentinos de la pobreza”. También reivindicó la actitud del Presidente: “La perseverancia y la convicción que tiene Javier Milei hacen que ante los obstáculos nosotros siempre doblemos la apuesta”. Cerró con un mensaje a los empresarios: “Nosotros creemos en ustedes, creemos que la riqueza en Argentina es de ustedes. Les tenemos que dar la libertad, sacarles el peso del Estado de encima, todas las trabas regulatorias que les impiden ser lo que pueden y deben ser”.