Niños posan para una foto tras llegar desde Jersón a Zaporiyia. En medio de la intensificación de la crisis bélica en el sureste de Ucrania, millones de familias ucranianas han sido evacuadas desde las zonas de guerra y los territorios controlados por Rusia hacia áreas bajo control ucraniano, como Zaporiyia.(Photo by Alex Chan Tsz Yuk / SOPA Images/Sipa USA)No Use Germany.

Familias ucranianas solicitaron apoyo internacional este lunes tras denunciar la desaparición de menores que fueron deportados a Rusia. La alarma se encendió durante una inusual conferencia de prensa celebrada en París, donde representantes y familiares aseguraron haber perdido todo contacto con los niños y criticaron la falta de respuesta de las autoridades rusas.

Entre los testimonios recogidos por AFP, figura el de Darina Repina, tutora legal de dos niños que fueron llevados a Rusia tras la invasión a gran escala a Ucrania en 2022. Repina sostuvo ante los periodistas que “los responsables rusos ignoran” las solicitudes para lograr la repatriación de los menores: “No hay chance alguna de ser escuchados por ellos”, declaró durante el evento organizado por la Fundación Emile, organización dedicada a la reunificación de niños ucranianos con sus familias.

Uno de los casos más notorios involucra a Margarita Prokopenko, quien tenía diez meses al ser retirada, junto a su hermano Maksym, del orfanato de la ciudad sureña de Jersón durante la ocupación de 2022, según explicó Repina. Ambos hermanos fueron separados: Maksym, de seis años, permanece en un orfanato ruso, mientras que Margarita fue adoptada por la familia de Serguéi Mirónov, destacado aliado del presidente Vladímir Putin y líder de un partido progubernamental. De acuerdo con Repina, las autoridades rusas intentaron suprimir la identidad original de la menor: “Le cambiaron el apellido y el nombre, lo cambiaron absolutamente todo”, afirmó. Mirónov negó públicamente la adopción, y en 2023 señaló en redes sociales que los servicios especiales ucranianos y sus aliados occidentales buscaban desprestigiarle.

Sophia (L1, 7), Igor (L3, 8) y Sergei (L4, 2 años y medio) aparecen acomodados en el coche mientras parten hacia otras ciudades, tras llegar a Zaporiyia desde Jersón. (Photo by Alex Chan Tsz Yuk / SOPA Images/Sipa USA)

Repina se encarga de la hermana mayor de ambos niños y manifestó su esperanza de poder reunir de nuevo a los hermanos, señalando que se preparaba para el regreso de los pequeños justo cuando inició la invasión. La madre perdió la patria potestad tras los hechos.

Otro de los testimonios corresponde a Liubov Burina, abuela de Angelina y Yevhen, quienes fueron deportados tras quedar bajo custodia de un orfanato de Jersón por una crisis familiar. Según Burina, los menores tenían tres y un año al ser retirados. Tras varios intentos infructuosos para hallarlos, Burina confirmó que, de acuerdo con la información más reciente, los nietos estarían en Simferópol, dentro de la Crimea ocupada. Comunicó que ya contactó a la policía y a los servicios sociales, sin éxito.

El gobierno ucraniano estima que, desde el comienzo del conflicto, cerca de 20.000 niños ucranianos han sido llevados a Rusia o a zonas bajo ocupación rusa, aunque advierte que la cifra real podría ser hasta mayor. Kiev ha convertido la cuestión en una prioridad diplomática.

Según Mariam Lambert, cofundadora de la Fundación Emile, las familias y tutores legales suelen ser excluidos de los diálogos internacionales sobre el futuro de estos niños, ya que el tema se ha politizado. “Decidimos hacerlo público”, manifestó Lambert. “Las celebridades y los políticos hablan de esto, pero no las madres. Es hora de darles voz”. Lambert precisó que su organización ha logrado devolver a 48 menores a territorio ucraniano.

La Corte Penal Internacional (CPI) mantiene vigentes órdenes de arresto contra Putin y su comisionada para los derechos de la infancia, Maria Lvova-Belova, por las denuncias de deportación de niños.

(Con información de AFP)