
El sindicalista Facundo Moyano, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Peajes e hijo de Hugo Moyano, manifestó en Infobae en Vivo su postura frente a la reforma laboral presentada por el Gobierno, cuyo tratamiento comenzará en el Congreso. El dirigente reconoció que no está en desacuerdo con la limitación a las cuotas solidarias, diferenciándose así de la postura mayoritaria de la Confederación General del Trabajo (CGT) en el contexto de un debate que afecta el financiamiento sindical.
La reforma laboral propone limitar la denominada “cuota solidaria”, un aporte que realizan los trabajadores no afiliados para el financiamiento de los sindicatos cuando un acuerdo salarial alcanza a todo el sector. Hasta ahora, el empleador podía actuar como agente de retención incluso si el trabajador no manifestaba expresamente su consentimiento. El proyecto oficial busca que el descuento solo se aplique si el trabajador lo autoriza de manera individual, lo que recorta una vía histórica de financiamiento para las estructuras gremiales más grandes.
Moyano señaló que “muchos me van a putear” por su posición, pero sostuvo: “No estoy tan en desacuerdo. Antes el empleador definía si era agente de retención. Si el trabajador manifiesta voluntad de que sea agente de retención, me parece perfecto. En nuestro sindicato el trabajador decide”. Esta declaración evidencia una diferencia interna respecto de la estrategia tradicional de la CGT, que ha defendido con fuerza la obligatoriedad del aporte para sostener la caja sindical.
Sin embargo, el gremialista afirmó que en general la reforma “es un proyecto anti sindicatos” y advirtió que incorpora aspectos “anticonstitucionales”. Explicó que el texto permite a una empresa tercerizar personal sin que estos trabajadores puedan afiliarse a un gremio, lo que según su visión debilita la representación de los empleados. Además, remarcó que la iniciativa contiene “cosas sobreexageradas para negociar” y que algunos de los redactores del proyecto “no conocen la dinámica sindical”. “No estoy diciendo que Federico Sturzenegger o Patricia Bullrich no, pero hay cuestiones que hay que debatirlas los que estamos en la dinámica de esto”, planteó.
La regulación de las cuotas solidarias genera un impacto financiero relevante en los sindicatos más grandes y en la CGT, especialmente porque el monto de ese fondo ha sostenido históricamente su capacidad de acción política y de asistencia a los afiliados. Moyano aclaró que “si no hay conformidad del trabajador no habría que retenerle una cuota obligatoria”, y enfatizó: “El trabajador tiene que tener libertad de elección y si este gobierno es libertario tiene que serlo para todo”. Según el sindicalista, la limitación afectará principalmente a las organizaciones con mayor poder de recaudación.
En relación a otros aspectos de la reforma, Moyano cuestionó el nuevo esquema indemnizatorio, indicando que “los cálculos de la indemnización no tienen sentido”. Sobre el fondo de cese laboral, que el gobierno quiere quitar o que no sea obligatorio, advirtió que puede resultar útil para “actividades dinámicas” que requieren flexibilidad, aunque expresó dudas sobre su implementación.
El dirigente también aludió a la actitud de Unión por la Patria en la discusión laboral. “Los que quisimos discutir la cuestión laboral no tuvimos respuesta del peronismo”, lamentó. Subrayó que el actual Gobierno habilitó el debate sobre la actualización de las reglas del mercado de trabajo, un reclamo frecuente desde sectores sindicales y empresariales.
Además, Moyano se preguntó “¿quién va a controlar esto o a sancionar en el caso de incumplimiento?”, planteando interrogantes sobre la aplicación de las nuevas normas y anticipando que el debate parlamentario podría modificar puntos centrales del proyecto oficial.