Una noticia -la muerte de Eusebio Poncela, actor icónico del cine español de la transición y el destape, con múltiples vasos comunicantes con la cultura argentina- dispara la búsqueda de fuentes de información, antecedentes. imágenes y también, para un periodista con 30 años en esta ruta, recuerdos. Un intercambio de mensajes por whatsapp bastó para que la memoria se active. Entre otras cosas, Eusebio Poncela permanece en la memoria de la cultura popular argentina por haber protagonizado un videoclip de Los Fabulosos Cadillacs, nada menos que “Matador”, el mayor hit de la banda y una de las canciones más populares del rock latino de todos los tiempos.
Entonces, en tiempos de bibliotecas digitales haber comenzado a escribir en medios gráficos argentinos a mediados de los años 90 tiene sus ventajas, si es que existe reservorio físico: una carpeta con fotocopias de notas publicadas en uno de los diarios de circulación nacional de la época, me llevó a una nota publicada en Página/12 el jueves 26 de enero de 1995, titulada “Mentasti mata”. El título alude al director y al video de “Matador”.
“Las cosas han cambiado para Pucho Mentasti. ‘Matador’, el superhit de Los Fabulosos Cadillacs, fue su primer videoclip y ganó el premio más valorado en el mercado musical de Latinoamérica, el MTV Video Music Awards de 1994, cuya estatuilla con el astronauta que clava su bandera en la Luna descansa en su oficina de producción”, comienza la nota en donde más adelante, él compara el suceso de “Matador” con la película El Mariachi (1992), de Robert Rodriguez. “Lo latino está de moda en el mundo”, dice Mentasti.
La irrupción del videoclip de “Matador” marcó un punto de inflexión en la narrativa audiovisual del rock latinoamericano. Bajo la dirección de Pucho Mentasti, la pieza se transformó en una declaración visual y musical de resistencia, donde Eusebio Poncela asumió el papel central de una especie de bandido urbano perseguido hasta el sacrificio, encarnando una metáfora de la lucha contra las dictaduras sudamericanas, parte del discurso combativo que tomaron Los Fabulosos Cadillacs a principios de esa década.
La canción, incluida en el álbum Vasos Vacíos, consolidó su estatus como himno del rock latino gracias a su carga política y simbólica. Y la participación de Eusebio Poncela en el video aportó una dimensión cinematográfica que intensificó el mensaje de rebeldía y denuncia social. El rodaje tuvo lugar en el barrio de La Boca, específicamente en el pasaje Padre Federico Grote (a un par de cuadras de Colón Fábrica y Fundación Proa, frente a la costa del Riachuelo que da a la Isla Maciel). Breve digresión: Grote fue un sacerdote redentorista alemán, llegado a Buenos Aires en 1884, y que organizó gremialmente a los vendedores y repartidores de diarios, dejando una huella en la historia social de Buenos Aires.
Pucho Mentasti, nieto de Angel Bautista Mentasti (el fundador de Argentin Sono Film), convirtió el videoclip de “Matador” en un éxito de alta rotación en MTV Latino durante los primeros años de la década. Cada elemento del cortometraje, desde la escenografía hasta los símbolos, refleja la identidad de la banda. Según relató Mentasti a la revista Rolling Stone en 2022, junto al cantante Gabriel Fernández Capello (“Gabi”), diseñaron el guion y la ambientación, que originalmente incluía una bandera de San Lorenzo. Sin embargo, debieron reemplazarla por una de Boca Juniors, visible en una de las escenas de la procesión, tras recibir “presiones” en el lugar de filmación.
Entre los detalles que definieron la estética del video destacan el Cadillac modelo 1938 utilizado como coche fúnebre, la presencia de Eusebio Poncela, las bailarinas, los murgueros y los músicos desempeñando distintos roles. El trabajo de Mentasti inauguró una nueva forma de narrar historias en formato breve, y “Matador” logró condensar el ideario de Los Fabulosos Cadillacs. El director explicó: “El mundo marginal de los ídolos latinos de alguna manera ajusticiados por los grandes poderes es algo que a mí siempre me apasionó y me emocionó. Lo que traté de llevarles a los chicos es continuar esa historia, mezclada con una banda de rock. En esa época tenía buenos contactos y pude sumar al elenco a Eusebio Poncela, que se prendió al toque”.